Miércoles 26 de noviembre de 2014
El pasado domingo se fugaron 32 presos de la comisaria 15 de Rosario. Entre el día del hecho y el martes pudieron reapresar casi a la mitad. El jefe de la seccional policial, Ronald Cuñé, y tres policías quedaron imputados por “evasión culposa”, por lo cual solo recibirían una multa como castigo. Este martes, el fiscal Patricio Serjal, confirmó la carátula aunque no descartan que pueda ser cambiada. “Si bien hemos hablado muy primariamente de una evasión culposa, no podemos determinar al momento ninguna hipótesis de investigación. Esto no quiere decir que no pueda cambiar la carátula en la cual está enfocada”, fueron las palabras del Fiscal en Radio 2.
La misma comisaría que fue investigada en el 2012, en el marco de la causa del Triple Crimen, vuelve a escena con el protagonismo del ex Comisario de la seccional 10, que comprende la zona de la casa de Antonio Bonfatti y fue trasladado luego del ataque a balazos de la vivienda del Gobernador. La búsqueda de los 17 presos que faltan se encuentra a cargo del Comando Radioeléctrico, la Jefatura, la Gendarmería nacional y las Tropas de Operaciones Especiales.
Mientras, en la madrugada del mismo día, en la séptima se desataba otro escándalo. Diego Bordon Lemos, víctima de un asalto se acercó golpeado y sangrando hasta la comisaría para denunciar el robo, donde no sólo no le brindaron atención medica sino que lo trataron de “borracho”. La dependencia policial donde mataron a Franco Casco y aún no fue intervenida, no pierde la costumbre. Esta vez, maltrataron a un denunciante. “Después de lo sucedido, junté mis fuerzas y me dirigí como pude a la comisaría, donde me desplomé y los agentes sólo murmuraron cosas como -está borracho-, -fíjate si está vivo-, y como si fuera una cosa me pateaban a los costados”, fue la declaración de Diego Bordon Lemos.
Dos hechos que se suman a los innumerables casos que involucran a la narcopolicia rosarina. Abuso de poder, gatillo fácil, asociaciones ilícitas, complicidad y evasión culposa son algunas de las características de las fuerzas de seguridad de Santa fe, una “provincia normal” gobernada por el Socialismo de Binner y Bonfatti.