El pasado miércoles 29/4 los profesores de Paraná fueron el centro de un verdadero despliegue de guerra, comandado por el gobernador Beto Richa del PSDB. Fueron movilizados más de 2000 policías, además de helicópteros que lanzaban bombas de gas, perros, balas de goma y carros blindados contra la multitud. El cañón de agua que había sido comprado para la Copa del Mundo fue usado en Paraná contra los profesores.
Viernes 1ro de mayo de 2015
Las escenas de la represión tuvieron impacto en todo el país. Profesores próximos a jubilarse sufrieron graves heridas; otros con marcas de los impactos de balas de goma en los rostros dejaron en claro la brutalidad de la represión policial. Los números oficiales relatan 200 heridos pero es probable que haya muchos más.
Beto Richa transformó las inmediaciones de la Asamblea Legislativa de Paraná (ALEP) en una verdadera plaza de guerra. Todo para garantizar la votación de un proyecto que modifica las condiciones del sistema de jubilación del sector, que disminuye la contribución del Estado, afectando a 33 mil jubilados con más de 73 años.
Mientras en la plaza los profesores eran reprimidos, los parlamentarios votaron la enmienda por 31 votos a 20. Y como si fuera poco, miembros del PSDB de Paraná como el diputado Rossoni intentaron descalificar a los profesores afirmando que: “El Poder Legislativo [de Paraná], hace más de una semana intenta votar el proyecto de autoría del Ejecutivo y algunos, vestidos de sindicalistas, no permiten la votación.”
A pesar de ser considerada una profesión crucial para la sociedad los profesores ganan salarios que afectan la calidad educativa. Es uno de los sectores peor pago. Frecuentemente son el centro del cinismo de gobiernos y de los grandes medios que los culpan de la mala calidad educativa, creada y reproducida como política de Estado. Encaran jornadas de trabajo exhaustivas, en pésimas condiciones. Y cuando se manifiestan por sus derechos y por los intereses de todos los trabajadores y sus hijos en defensa de una educación pública, gratuita y de calidad son atacados duramente sea con persecución y asedio moral en las escuelas o con represión, como la ocurrida este miércoles en Paraná.
Los profesores del estado de Paraná no están solos. Se desarrollan en Brasil varios conflictos importantes como la huelga de los profesores de San Pablo con casi 50 días, de Santa Catarina, de Macapá, de Betim, Pará, Pernambuco, Goiânia, entre otras.
Sin embargo la huelga de Paraná es la más emblemática. Los profesores de Paraná demostraron en febrero de este año toda su fuerza. A pesar del cerco de los grandes medios, los profesores ocuparon la ALEP e impidieron la votación de una serie de ataques elaborados por el gobernador Beto Richa. Y protagonizaron una escena de gran simbolismo al obligar a los políticos a salir del palacio con escolta policial. La fuerza de la movilización de los profesores sirvió como inspiración a todos los trabajadores de la educación.
La dureza de la represión del gobernador de Paraná deja en claro su firme disposición a garantizar la aprobación de la reforma del sistema de jubilación y si es necesario, derrotar por la fuerza la huelga más emblemática entre los profesores, desde hace mucho tiempo. De este modo, contribuir también a evitar la unidad entre las luchas educativas en curso, tan necesaria para revertir la precariedad de la educación y las actuales pésimas condiciones laborales de los profesores.
Mientras los profesores son reprimidos, la corrupción sigue su curso
El gobierno tucano (PSDB) de Beto Richa es implacable contra los profesores, sin embargo es completamente complaciente frente a los escándalos de corrupción. A comienzo de este año salieron a luz una serie de evidencias que comprueban que la administración de Beto Richa está ligada a un esquema de desvío de fondos públicos y fraudes en las licitaciones de contratos para el mantenimiento de la flota de vehículos del gobierno. Todos los involucrados eran cercanos al gobernador tucano. Entre ellos se encontraba Luiz Abi Antoun, primo del gobernador, y designado por él para el cargo de asesor de su gabinete. Como si no bastase, tomaron estado público otros escándalos vinculados a la formación de cuadrillas de explotación y abuso sexual de menores de edad, dirigidos por Marcelo Caramori, asesor de la gobernación del estado, que lleva en su brazo un tatuaje que dice “100% Beto Richa”.
Este es el verdadero rostro del gobierno de Paraná. Tal como en el resto del país, es una demostración de que mientras los gobiernos recortan fondos del presupuesto educativo bajo el argumento de mantener “la responsabilidad fiscal”, los fondos fluyen tranquilamente hacia los bolsillos de sus apadrinados, empresarios y funcionarios de alto escalafón. Ocurre tanto en el ámbito del gobierno federal, como en los estados y municipios. Por eso es necesario ligar las luchas de los profesores y otros sectores en defensa de la educación a la demanda de que todos lo políticos ganen lo mismo que un profesor. Y que cada profesor tenga como piso mínimo salarial el equivalente a lo que recibiría con una carrera de diez años.
Unir y coordinar las huelgas en curso
La serie de huelgas de los profesores que se desarrollan en el país muestra que la educación es un tema candente en la actual escena nacional. El recorte promovido por el gobierno de Dilma de R$7 billones en el presupuesto nacional en el área; el hecho de que en un gobierno como el de Pimentel en Minas Gerais el piso salarial nacional no sea implementado y la manera en que los gobiernos de Beto Richa, Geraldo Alckmin en San Pablo tratan a los profesores, demuestra que cuando se trata de atacar la educación no existe polarización entre el PT y el PSDB. Muy por el contrario.
Por eso es necesario luchar seriamente por la unidad de las huelgas y movilizaciones en curso, partiendo de rodear de solidaridad activa a los profesores de Paraná y repudiar enérgicamente la represión del gobierno de Beto Richa. Es urgente la coordinación de todos los sectores que hoy se levantan contra los ataques a la educación y por mejores condiciones de trabajado docente. Los sindicatos de profesores en su mayoría dirigidos por sectores de la CUT no pueden ni quieren actuar en ese sentido. Las oposiciones sindicales del sector deben impulsar la movilización desde las bases, buscando superar el corporativismo, en el camino de organizar un encuentro de todos los sectores en lucha para pelear por las demandas en defensa de la educación.
