La Asamblea General de la ONU demandó hoy el fin del embargo estadounidense a Cuba, por primera vez, sin ningún voto en contra. Los objetivos de Obama, legado y nuevos negocios.
Miércoles 26 de octubre de 2016 15:36
El texto impulsado por el Gobierno cubano recibió 191 votos a favor y 2 abstenciones, de EE.UU. e Israel, países que se habían pronunciado en contra durante 24 años seguidos.
"La resolución que se vota hoy es un ejemplo perfecto de por qué la política estadounidense de aislar a Cuba no estaba funcionando", defendió al anunciar la abstención la embajadora de EE.UU. ante la ONU, Samantha Power.
"En lugar de aislar a Cuba (...), nuestra política aislaba a EE.UU. Incluido justo aquí en Naciones Unidas", añadió, en un discurso.
La abstención, dejó claro Power, "no significa que EE.UU. está de acuerdo con todas las políticas y prácticas del Gobierno cubano".
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, consideró que la abstención estadounidense es "un paso positivo", pero lamentó que esa política continúe siendo una realidad.
"Es necesario por tanto juzgar por los hechos. Lo importante y concreto es el desmontaje del bloqueo, más que los discursos, las declaraciones de prensa o incluso el voto de una delegación en esta sala", dijo.
La política de Obama hacia Cuba
Sin la mayoría en el congreso, Obama ha intentado avanzar en la apertura comercial con la isla pero sin tocar el punto central del bloqueo económico que produjo perjuicios multimillonarios a la isla durante medio siglo. De hecho Obama mismo renovó el mes pasado el embargo que EEUU mantiene sobre Cuba durante un año más. Lo que deja en manos del próximo presidente/a y el próximo congreso la definición de qué hacer con una de las medidas más perjudiciales que existen para Cuba.
El objetivo es doble. Por un lado en el terreno interno, Obama trata de avanzar en una serie de medidas parciales, pero que de conjunto vuelven costoso a la próxima presidencia y al congreso eliminarlas, ya que tienen detrás el visto bueno de las cámaras empresarias y el lobby agroindustrial y alimenticio. Por otro lado pretende avanzar lo más posible en la introducción de medidas de mercado en la isla, intentando desmontar lo poco que queda de las conquistas de la Revolución del ’59., y en última instancia busca la subordinación colonial de Cuba. Aunque eso todavía está por verse y no hay que descartar, entre otras cosas, la resistencia del pueblo cubano, como la solidaridad de los trabajadores y trabajadoras latinoamericanas.
Te puede interesar: Cuba después de Obama: ¿más cerca del capitalismo?