A cambio de medidas habitacionales, los vecinos que habían comprado los terrenos de buena fe al hermano de un senador de Juntos por el Cambio, acordaron retirarse del predio. Pero cuando las topadoras terminaron su trabajo, se encontraron en la calle sin nada concreto. Continuarán la lucha por tierra y vivienda.
Miércoles 4 de noviembre de 2020
Así actuó el Gobierno provincial y el municipio de Escobar con las familias del barrio Stone - YouTube
Las 60 familias del barrio Stone se encuentran sin tierra y sin vivienda desde este martes. Vieron cómo las casas que habían hecho con enorme esfuerzo durante dos años, producto de largas jornadas de trabajo, eran destruidas por topadoras del Municipio que comanda el intendente Ariel Sujarchuk (Frente de Todos).
Les habían prometido el lunes pasado, en la Secretaría de Desarrollo Territorial de Escobar, que a cambio de retirarse del predio, el Gobierno provincial y municipal les brindaría “alternativas” provisorias como subsidios para alquiler, alojamientos en hoteles para situaciones de calle, módulos de ampliación habitacional si contasen con tierra, incorporación en el Registro de Demanda de soluciones habitacionales y compensación de materiales de construcción. Luego de horas debatiendo en la puerta del lugar, las familias acordaron retirarse pacíficamente si se cumplían esas medidas.
Pero las promesas terminaron siendo migajas. Este martes, 500 efectivos de la Policía Bonaerenses rodearon el terreno en cuestión, intimidándolos a que se apuraran “a recoger sus cosas”. Finalmente, los funcionarios solo les ofrecieron reubicación en refugios que no cuentan con servicios básicos y un subsidio de 30 mil pesos por única vez. Una estafa para todas esas familias que hoy no tienen un techo para sus hijos. Esta es la política del gobernador Kicillof y el municipio para los que necesitan una vivienda.
“Nos cerraron la puerta, no cumplieron con lo que tenían que hacer y nos dejaron en la calle”, con lágrimas en los ojos, un vecino contaba a La Izquierda Diario cómo vivió la situación. Los funcionarios que fueron al operativo de desalojo se fueron sin dar soluciones concretas. La policía, las topadoras, el Juzgado de Garantías Nº3 de Zárate a cargo del Dr. Luciano Marino quien ordenó el desalojo y los funcionarios provinciales y municipales que engañaron a las familias actuaron a favor de la especulación inmobiliaria.
La semana pasada trascendió que las tierras pertenecen a la familia escobarense Capello y que tras la sucesión fueron compradas y comercializadas por Nueva Maschwitz SRL para desarrollar un barrio privado. Esta empresa pertenece a Roberto Raúl Costa, senador provincial de Juntos por el Cambio y padre del ex candidato a intendente en Escobar y actual concejal, Leandro Costa. El otro dueño sería su hermano Carlos Costa, según informó el sitio La Política Online. Los vecinos habían comprado esas tierras dos años atrás a este grupo empresario y por eso denuncian una estafa. Para los negocios y desalojos no hay grietas.
Desde que se enteraron que iban a ser desalojadas, las familias trabajadoras del barrio Stone decidieron pelear por su derecho a la vivienda. Realizaron cortes de ruta y asambleas, permanecieron toda la tarde y noche del lunes pasado en la Secretaría de Desarrollo Territorial de Escobar, y el martes concentraron frente al Palacio Municipal para exigir respuestas concretas a sus problemas habitacionales. Desde el primer momento están acompañados de la solidaridad de las trabajadoras y trabajadores de la cooperativa gráfica MadyGraf, la fábrica bajo gestión obrera ubicada en el mismo partido. Este miércoles vuelven a concentrar frente al municipio.
Al igual que en Guernica, la lucha por tierra y vivienda digna en el barrio Stone continúa. La demanda no se puede callar con estafas y topadoras. Ante la realidad de familias que se encuentran en una situación desesperante porque perdieron todo pero igual siguen de pie por sus reclamos, estudiantes, trabajadores, sindicatos y demás sectores debemos rodearlas de solidaridad. Si su lucha triunfa, estaremos más fuertes para enfrentar las crisis que quieren descargar los poderosos en nuestras espaldas.