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Red Internacional
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HUMO DULCE. El PRO y su política antidrogas

El PRO acude al argumento por excelencia para no tocar el negocio multimillonario en torno a las drogas: quien las consume es un delincuente, al mismo nivel que un narcotraficante.

Viernes 17 de abril de 2015

Carolina Stanley, ministra de Desarrollo Social del gobierno de CABA, expresó su negativa a despenalizar el consumo de drogas en una entrevista publicada el 14 de abril en el portal de noticias Infobae.

“La sociedad no está preparada para un mensaje de despenalización que de la pauta de que está bien consumir”, argumentó quien hubiese sido la posible compañera de fórmula de Rodríguez Larreta en su candidatura a Jefe de Gobierno por el PRO , puesto que esta tarde se cconfirmó que Diego Santilli será su compañero. La afirmación surge como respuesta al tópico de la entrevista: el narcotráfico en la ciudad de Buenos Aires.

El PRO acude al argumento por excelencia para no tocar el negocio multimillonario en torno a las drogas: quien las consume es un delincuente, al mismo nivel que un narcotraficante. Esta posición es uno de los pilares de la actual ley de estupefacientes que permite condenar con penas de prisión a los consumidores y tenedores, y a lo sumo, a los pequeños vendedores al menudeo (popularmente conocidos como transas). Mientras tanto, los grandes productores se la llevan en pala, en complicidad con el poder político, jueces y policías. Los escándalos -casi cotidianos- de los “narcopolicías” en Santa Fe, son un ejemplo de ello.

Stanley también hizo particular hincapié en el aumento de narcotraficantes en las villas, sosteniendo que la manera de combatirlo es "poniendo límites y después sacándolos de la Ciudad y el país". De esta manera, no conforme en concebir a los consumidores como delincuentes, estigmatiza a los sectores pobres e inmigrantes, dando a entender que son el foco del problema.

La defensa de la ilegalidad de la comercialización y la producción de drogas, y la persecución penal de su consumo, sólo puede provenir de un sector cuanto menos interesado en mantener este negocio. Con el eje en la criminalización se avala el avance represivo de laPolicía Metropolitana, que recientemente obtuvo vía libre para la utilización de las pistolas taser.

Al respecto, el candidato a legislador Patricio Del Corro afirmó que "el poder político se niega a legalizar las drogas porque distintos estamentos del propio Estado están entrelazados con las mafias del narcotráfico, como las Policías, los servicios penitenciarios y los sectores del poder político que se aprovechan de la ilegalidad para hacer un gran negocio", añadiendo que "la ilegalización de las drogas es también un gran argumento para sostener un control social represivo contra la juventud pobre".

El candidato a legislador por el PTS en el Frente de Izquierda dejó en claro su posición al plantear que "rechazamos la criminalización de los que fuman o cultivan marihuana y estamos por su total legalización, en defensa de las libertades democráticas y contra el negocio del narcotráfico".