Tras varias semanas de intensas negociaciones, idas y venidas, declaraciones altisonantes o amenazas de ruptura de las conversaciones, finalmente el PSOE y PODEMOS han llegado a un acuerdo de investidura para que el socialista Javier Lamban sea elegido presidente de la Diputación General de Aragón (DGA).
Miércoles 1ro de julio de 2015
Fotografía: EFE
A este pacto esperan sumar en los próximos días a los dos diputados de la Chunta Aragonesista (CHA), como mínimo, y quiere añadirse también a la única diputada de Izquierda Unida (IU).
El mejor resultado electoral de PODEMOS en todo el Estado
En Aragón, Podemos consiguió el mejor resultado autonómico de todo el Estado. Se quedó solo a un punto (5 mil votos) y 4 diputados del PSOE. Su líder Pablo Echenique es además uno de los dirigentes de Podemos más conocidos y valorados, y fue quien junto a la andaluza Teresa Rodríguez, dirigente de Anticapitalistas, encabezó la principal candidatura opositora a Pablo Iglesias en la asamblea fundacional de la formación.
Todos estos elementos descritos podían hacer pensar que Podemos Aragón hiciera valer una posición de fuerza y dureza negociadora con el PSOE. Incluso así se aparentaba al principio, cuando Echenique esgrimió su cercanía en votos al PSOE para reclamar la presidencia del gobierno de Aragón. Sin embargo, con el paso de las semanas, hemos visto como estas declaraciones, solo eran de “cara a la galería”, y al final, según palabras de los propios líderes de Podemos en Aragón, se ha impuesto el “sentido común” o la apuesta por el “mal menor”, es decir, el apoyo a un gobierno del PSOE, el partido que lleva turnándose en el gobierno con el PP desde el inicio de la autonomía.
Un decálogo de Podemos que se queda en papel mojado
Toda la negociación ha girado en torno a 10 puntos básicos presentados por Podemos, que Lamban debía aceptar para conseguir el apoyo de Echenique. Las semanas negociadoras, han llevado la siguiente dinámica: el PSOE descafeinando, limitando y recortando estos puntos mínimos, y Podemos, poco a poco aceptándolo hasta dejar un decálogo irreconocible respecto al inicial. Esto se puede ver claramente en la misma web de Podemos en la que aparece colgado el decálogo junto a las frases y párrafos enteros suprimidos por el PSOE o reformulados de una forma mucho más “light” y ambiguos.
Veamos punto por punto qué se proponía y en qué ha quedado el acuerdo:
1. Observatorio Ciudadano para el cumplimiento de los acuerdos: se proponía que fuera controlado por la “sociedad civil” pero al final será el gobierno quien lo controle. Un organismo pues que será al mismo tiempo juez y parte.
2. Proyecto de ley contra la corrupción, el clientelismo y el despilfarro: se proponía hacer una auditoria interna, controlar fuertemente la inversión pública y echar a los corruptos de las instituciones. Finalmente solo se habla de estudiar estas medidas.
3. Hacia el fin de los desahucios en Aragón: se proponía cortar toda relación con los bancos que desahucian. Finalmente solo se habla de limitarla al mínimo que se pueda. Además solo se habla de revisar con los bancos este drama, apelando a su buena fe, y de reubicación de los desahuciados, pero en ningún momento de la paralización de los mismos.
4. Menos altos cargos, más derechos laborales y más trabajadores públicos: Finalmente solo se habla de eliminar un 20 % de estos altos cargos y asesores, sobreviven a la poda el 80%. El PSOE consigue también eliminar las limitaciones salariales de los mismos que propina Podemos.
5. Clausulas sociales y medioambientales en la contratación pública: se proponía que el gobierno contratara con cooperativas, que se respetaran criterios sociales, derechos laborales, el medio ambiente... en toda contratación. Finalmente solo se dice que todo eso se estudiará y que estarán condicionado por las limitaciones legales que imponga el gobierno.
6. Procedimiento de Emergencia Ciudadana (PEC): las personas primero: este era el punto fundamental del decálogo. Aquí se contemplan una serie de medidas de urgencia como: ayudas a las personas con falta de ingresos, lucha contra la pobreza infantil, alquiler social de viviendas, ampliación de ayudas en sanidad y medicamentos, de la dependencia... Una serie de reformas sociales urgentes y necesarias, pero que además de limitadas estarán sujetas a las limitaciones presupuestarias marcadas por el gobierno central, lo que lo puede convertir en una mera declaración de buenas intenciones.
7. Reducir listas de esperas y sanidad universal: se proponía literalmente “el acceso gratuito y universal a todas las prestaciones”. Esta frase aparece tachada y sustituida por “la recuperación de la sanidad pública universal en Aragón, con el acceso gratuito y universal a las prestaciones”. Pueden parecer dos frases iguales pero no lo son. La primera no abre la puerta a posible limitación de esta sanidad (como sucede con los inmigrantes sin papeles), como si ocurre con la segunda.
8. Paralización de la LOMCE y comedores escolares dignos: este ha sido el principal argumento del PSOE para acelerar las negociaciones: la necesidad de formar gobierno pronto para que diera tiempo a parar la implantación de la LOMCE en Aragón. Se ha presentado un calendario para la paralización de los aspectos que son competencia autonómica. También se habla de limitar la concertada, pero no en ningún caso se propone acabar con esta entrega millonaria de dinero público a la patronal educativa y la Iglesia. También queda en el tintero la apertura en verano de los comedores escolares, una reivindicación esencial muy reclamada en los últimos años de crisis.
9. Fin de la pobreza energética y fiscalidad justa a la gran hidroeléctrica: se propone impedir que se corte a la luz siempre que el impago sea por causas ajenas a s la voluntad del usuario. También un pequeño impuesto a las empresas (1 céntimo de euro por kilovatio-hora producido), pero en ningún momento se ataca y se pone en cuestión el gran negocio y “sangría” a la población que supone el negocio de las eléctricas.
10. Despolitización de la radio y televisión públicas: este último punto fue el que más discusión género y una clara muestra de hasta dónde puede llegar la regeneración democrática de la mano de la casta socialista. Podemos proponía medidas como: mayor control de la sociedad con varios miembros en el consejo asesor, que la redacción de informativos sea realizada con trabajadores públicos y no de subcontratas externas y precarizados como ahora y finalmente que hubiera un control exhaustivo de los contratos audiovisuales, priorizando aquí la contratación de cooperativas aragonesas, por fuera de las grandes medios de comunicación. Tras mucho debate, en este punto el PSOE es donde más ha tachado quedando las medidas en: integración de un miembro de la sociedad civil en el consejo asesor, el estudio de la vialidad económica del fin de la externalización de los servicios informativos y elaborar un plan de fomento a poyo de la producción audiovisual aragonesa, sin ningún compromiso real.
Un nuevo gobierno de la “casta” con el aval de izquierda de Podemos
El propio programa y el decálogo propuesto por Podemos, era muy moderado, muy respetuoso con el régimen político y reacio a proponer cualquier medida que pusiera en cuestión los grandes intereses capitalistas para resolver problemas como la pobreza, los recortes, la marginación producida en gran parte de la sociedad, por los recortes y la crisis. Los cambios introducidos por el PSOE y aceptados por Podemos, ahondan más es esta dirección hasta constituir un decálogo que perfectamente podría haber asumido un gobierno socialista con apoyo de IU u otra formación de centro-izquierda. Uno de esos “gobiernos de izquierda” que en los últimos años hemos visto en muchos municipios y comunidades y que llevaban a muchos a cantar aquello de “PSOE y PP la misma mierda es”.
No es de extrañar que los dirigentes del PSOE en Aragón, se felicitaran por el pacto y dijeran que ellos habían moderado el decálogo de Podemos y le habían dado una “dosis de realidad” que antes no tenía. La “realidad” de la que hablan ellos, es la del continuismo con este régimen político de democracia para ricos y los grandes negocios público-privados auspiciados desde los gobiernos autonómicos.
Lo lamentable de todo esto es que este continuismo cuenta con el aval del partido que viene presentándose como el ariete de la casta y las políticas de ajuste. El PSOE estaba tocado y hundido, pero el aval de Podemos para que vuelva a gobernar las comunidades en las que ha estado al frente durante décadas (como Aragón, Extremadura o Castilla la Mancha) es un salvavidas que hace que aparezca como una fuerza progresista que se trata de despegar de su pasado.
El PSOE en Aragón es el mismo que implantó la generalización de los conciertos de la educación privada, el mismo que está envuelto en casos de corrupción tan graves como el de PLAZA, el mismo que estuvo gobernando 12 años con la derecha regional aragonesa (PAR). Un gobierno que realizó un gran trasvase de fondos a la sanidad y educación privadas, que fomento una importante red clientelar con la comarcalización, que siempre estuvo presto en actuar en favor de la gran banca (Ibercaja) o la gran patronal industrial (Opel). En definitiva en un gobierno de la patronal y la banca y enemigo de los trabajadores y de la mayoría de la población.
La vuelta del PSOE a la DGA lejos de ser una buena noticia para los trabajadores y los sectores populares, como quiere vender Echenique, plantea la necesidad de prepararnos para enfrentar al nuevo gobierno y luchar por un programa para resolver los principales problemas de los trabajadores y la juventud. Un programa que pelee por el fin de los desahucios, la corrupción y la especulación urbanística, el fin de la precariedad laboral o por una educación y sanidad pública totalmente gratuita. Para imponerlo, en contra del apoyo parlamentario prestado por los diputados de Podemos, es necesario reforzar la organización para impulsar a más amplia movilización que imponga todas estas demandas y un programa de ruptura con el capitalismo puede hacer pagar la crisis a los capitalistas.