Lo hizo este lunes, durante la celebración religiosa de la asunción de la virgen, en el Vaticano. "Para estas mujeres, que sufren tanto, pedimos que el Señor las ponga en el camino de la vida, que las libere de esta esclavitud", dijo.
Lunes 15 de agosto de 2016 09:06
Para la Iglesia Católica, esta celebración conmemora la “subida al cielo en cuerpo y alma” de la virgen María, considerado parte del dogma de fe desde 1950, según la proclamación del entonces Papa Eugenio Pacelli.
Haciendo una analogía con esta celebración religiosa, Bergoglio pidió que “Que llegue tan pronto como sea posible para ellas el inicio de una vida de paz, de justicia, de amor, en espera del día en que finalmente se sientan agarradas por manos que no las humillen, sino que con ternura las eleven y las conduzcan al cielo". El viernes pasado, ya había visitado un centro de rehabilitación para víctimas de trata.
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Pero las mujeres víctimas de trata, más que necesitar "manos espirituales" que "las conduzcan al cielo", necesitarían de la disolución de las redes de trata, algo que ningún Estado capitalista puede resolver porque en esas redes precisamente, están implicados funcionarios políticos, judiciales y de las fuerzas de seguridad y de represión. En algunos lugares, los regímenes políticos son un verdadero entramado mafioso donde los proxenetas conviven con los gobiernos, los hijos del poder y empresarios que lucran en negocios legales.
El interés que Bergoglio parece estar mostrando por el reconocimiento de los derechos de las mujeres, acompaña sin embargo, a su persistente negativa sobre derecho al aborto, los derechos de la diversidad sexual, la importancia del feminismo y la teoría de género en la comprensión de la opresión social de las mujeres y en las luchas por su emancipación, etc.
