Las grandes empresas aprovechan la incertidumbre sobre los planes económicos del nuevo gobierno para seguir haciendo crecer sus ganancias remarcando los precios. Milei les da libertad de multiplicar sus ingresos, a costa de seguir empeorando la situación de los trabajadores y sus familias que no llegan a cubrir sus necesidades básicas. A las fuertes subas de las últimas semanas se le agregarán nuevos saltos en productos como los aceites, los panificados y la carne, entre otros.
Lunes 11 de diciembre de 2023 20:51
Las grandes empresas alimenticias y los supermercados no esperaron a los anuncios de Luis Caputo para dar rienda suelta a las remarcaciones de precios. Le tomaron la palabra a Milei que aseguró que implementará un ajuste de "shock" porque "no hay otra alternativa". Con la amenaza de una hiperinflación -que podría evitarse por otros medios-, el presidente, está dando vía libre para que los precios crezcan a un ritmo acelerado.
Este lunes, las empresas de alimentos y productos de consumo empezaron a mandar nuevas listas de precios con aumentos para los productos que estaban dentro del programa Precios Justos. En promedio, se estima que los fabricantes aplicarán subas de entre 20 y 25% en los artículos que estaban dentro del acuerdo, llegando a los valores de las góndolas donde el programa no estaba en funcionamiento.
La subas más fuertes, estiman en los supermercados, se darán en aceite, fideos, harina y panificados. Es que estos productos estaban subsidiados por el Estado, a través de fideicomisos que se terminaron la semana pasada. Los aceites sin el fideicomiso, según las cadenas, pasarán de $ 800 a $ 2.000 el litro, el pan lactal tendría subas de hasta el 80 %; cervezas, aguas, gaseosas, lácteos, entre otros, aumentarán entre 45 y 80%. Además el precio de la carne vacuna ya aumentó 20 % en la primera semana de diciembre y este lunes 11 se incrementó un 15 % en el Mercado Agroganadero de Cañuelas.
Las compañías del sector que cotizan en bolsa y poseen prácticamente el monopolio en distintas líneas de producto venían mostrando ganancias extraordinarias. En los primeros 9 meses del año Ledesma declaró utilidades por $13.500 millones, Molinos Río de la Plata por $ 20.000 millones y Arcor registró ganancias netas por más de $ 35.500 millones. Pero a estos grandes empresarios no les importa que más del 40 % de la población se encuentra sumergida en la pobreza, sólo ven oportunidades para seguir haciendo negocios.
Estos aumentan impactan de forma directa en la inflación general. Hasta el mes de octubre la inflación acumulaba un alza del 142,7 % y este miércoles, el Indec, publicará el Índice de precios al consumidor (IPC) de noviembre. Se espera que la cifra vuelva a superar el 10 %, pero las consultoras estiman que la suba sea pequeña comparada con la de diciembre, mes para el cual pronostican que se supere el 20 %.
La consultora LCG muestra datos alarmantes en su relevamiento semanal. La primera semana de diciembre cerró con una inflación de alimentos de 7,4 %, siendo el registro más alto desde que iniciaron el relevamiento. Este incremento, para LCG, se suma a los de las dos semanas previas: 4,3% y 3,3% respectivamente. En conjunto, la inflación acumulada en las últimas 4 semanas asciende a 17,5 %.
La suba del tipo de cambio y los tarifazos de los servicios públicos que anuncian desde el Gobierno, marcan un panorama que incluye una inflación más acelerada y problemática para los próximos meses. Argumentan que “no hay plata”, pero continúan pagando la fraudulenta deuda externa, benefician a las grandes empresas y les permiten remarcar sin ningún límite. El objetivo real es utilizar la motosierra contra los trabajadores, los jubilados y sus familias.
Como había hecho Macri, Milei promete que en dos años la situación será mejor, algo imposible de comprobar. La situación social es crítica y por eso es urgente un aumento de emergencia de salarios, jubilaciones y planes sociales. Nadie puede ganar menos de lo que cuesta la canasta básica ($345.295 en octubre, según el Indec). La perspectiva de conquistar un salario mínimo como el calculado por ATE Indec ($534.498 en octubre) debe ser planteada por las organizaciones de trabajadores, así como también la actualización automática de salarios, jubilaciones y programas sociales en función de la inflación.