El 2015 fue un año de cambios para la dirigencia gremial cordobesa. Cambios de jefes políticos, más exactamente, ya que hasta los más fervientes delasotistas se subieron a la ola naranja. Para quienes no cambió nada es para los afiliados: ningún gremio estatal de la provincia pedirá bono de fin de año.
Martes 3 de noviembre de 2015
Si bien Córdoba fue el distrito en el que Mauricio Macri sacó el porcentaje más alto de votos, Daniel Scioli logró durante el año la adhesión de varios gremios cordobeses a través de la Mesa Sindical Scioli Presidente. Queda claro que cuando decimos gremios nos referimos a la burocracia sindical, ya que en ninguna fábrica, escuela ni hospital se realizó ningún tipo de consulta para al menos conocer la opinión de los trabajadores.
El Sindicato de Empleados Públicos (SEP) fue uno de los pocos gremios grandes que se mantuvo al pie del cañón, apoyando a De la Sota en las PASO y a Sergio Massa en la general. Claro que su secretario general, José Pihen, es legislador provincial de Unión por Córdoba (reelecto el 5 de julio) y no podía pegar el portazo así nomás. Pero los tiempos cambian, De la Sota ya no será gobernador ni candidato, y es necesario adaptarse a lo que se viene: la pelea hacia el interior del PJ.
Durante la tarde de ayer, Pihen se reunió con dirigentes que venían participando de la Mesa Sindical Scioli Presidente y estampó su firma en un documento de apoyo al candidato oficialista. En el mismo se señala que el balotaje “ha otorgado una chance cierta a Mauricio Macri para disputar la presidencia” y que “los representantes de las patronales y los grandes grupos concentrados han festejado en forma estridente esta posibilidad que las urnas le han dado a uno de los suyos”. Considera que “esos festejos son malas noticias para los trabajadores ya que sin dudas auguran para el caso de un triunfo de su candidato en la segunda vuelta, una fuerte ofensiva para imponer las políticas de ajuste que ya hemos padecido y que ahora vienen disfrazadas de acuerdo social” y llama a votar por Scioli “desde la convicción que es la única opción para asegurar una respuesta positiva a las reivindicaciones que públicamente hemos sostenido y seguiremos sosteniendo”. Entre ellas menciona la eliminación del Impuesto a las Ganancias a los trabajadores, paritarias libres y sin techo y plena vigencia del 82 por ciento móvil a los jubilados.
A pesar de que la reunión se desarrolló en la sede de la CGT Regional Córdoba, que Pihen conduce junto con Omar Dragún, el legislador aclaró que el documento no es impulsado desde la central obrera sino desde el Movimiento Obrero de Córdoba. Recordemos que Dragún es el secretario general del SMATA, otro histórico delasotista (fue ministro de trabajo) que ya el año pasado empezó a acercarse al kirchnerismo y fue elogiado por el mismísimo Ricardo Pignanelli.
Apoyo para Scioli, nada para los trabajadores
A pesar de sus diferencias a la hora de apoyos electorales, Dragún y Pihen desarrollan en sus respectivos gremios una política muy similar.
En el SMATA se vienen produciendo cientos de despidos y suspensiones, en parte por la disminución de las exportaciones de autopartes hacia Brasil y en parte por el escandaloso fraude ecológico cometido por Volkswagen. Sin embargo, el gremio se limita a anunciar los cronogramas de suspensiones en cada fábrica, sin mover un dedo para derrotar la avanzada patronal que pretende cobrarse la más mínima baja en sus ganancias con los sueldos de los trabajadores.
Pihen y Juan Monserrat (el ultra kirchnerista secretario general del gremio docente) negociaron a principios de año aumentos salariales que, además de estar un 10% por debajo de la inflación, contemplaban gran cantidad de ítems no remunerativos. Esta nueva traición motivó un enorme descontento entre los trabajadores, sobre todo docentes, que se movilizaron de a miles y fueron reprimidos por la Policía.
Ahora que apoyan al mismo candidato presidencial, Pihen y Monserrat nuevamente se pusieron de acuerdo y salieron a declarar que los trabajadores de sus gremios tienen un sueldo más que suficiente y que no pedirán ningún bono ni plus salarial de fin de año. El año pasado, frente a los reclamos de recomposición salarial, el gobierno terminó otorgando un bono miserable a los trabajadores estatales.
Noé Silbestein, delegado departamental electo de UEPC y dirigente de Docentes D-Base, declaró a La Izquierda Diario: “Este año De la Sota gastó millones en publicitar su candidatura presidencial en todo el país, pero para los trabajadores del Estado nunca hay fondos. Nosotros puntualmente no pedimos un bono de fin de año, que no sirve ni siquiera para paliar la inflación en curso. Exigimos que se reabran las paritarias y que el salario básico cubra la canasta familiar, que se derogue la ley 10.078, que se termine la precarización laboral”. El docente finalizó: “Ni Macri ni Scioli van a garantizar esas reivindicaciones, por eso llamamos al voto en blanco y a fortalecer la lucha en las calles contra estos burócratas y sus candidatos”.