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Tensión cambiaria. El dólar blue sigue subiendo: llegó a $ 199

La brecha con el dólar oficial trepó al 99%, el Banco Central vendió US$ 150 millones en tres días. El factor inmediato del crecimiento en la cotización se explica por la incertidumbre sobre: las elecciones, la negociación con el FMI y el gabinete económico.

Matías Hof

Matías Hof @HofMatias

Miércoles 3 de noviembre de 2021 19:02

Este miércoles, el dólar blue subió $ 1,5, alcanzando el récord (nominal) de $ 199. Con este nivel, la cotización del dólar paralelo avanzó $ 33 en el año, un alza del 20%. El dólar oficial mayorista cerró en $ 99,91, haciendo que la brecha entre ambas cotizaciones alcance el 99 %. Esta distancia no se veía desde hace casi 1 año, ya que alcanzó su nivel más alto desde el 20 de noviembre de 2020.

El Banco Central (BCRA) tuvo que salir a vender US$ 85 millones este miércoles. Así, la autoridad monetaria se desprendió de US$ 150 millones en los primeros tres días de noviembre para controlar al dólar oficial. Este monto se suma a los US$ 340 millones que vendió en los dos últimos días hábiles de octubre. Esta seguidilla de la última semana, cambia la tendencia del mes pasado, cuando el Central había llegado a acumular compras por US$ 550 millones.

La tensión cambiaria tiene estrecha relación con las elecciones del 14 de noviembre, debido a las especulaciones sobre qué cambios hará el Gobierno en la economía luego de los resultados electorales. Además la negociación con el FMI para reestructurar el préstamo solicitado por Mauricio Macri, pareciera estar estancada. La inflación no tiene freno y las medidas (como el congelamiento de precios) del secretario de Comercio, Roberto Feletti, difícilmente sean efectivas por su carácter limitado en el tiempo y por no afectar las ganancias de las grandes empresas.

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A lo largo del año​ el Gobierno hizo crecer el precio del dólar oficial por debajo de la inflación para intentar convertirlo en un “ancla cambiaria” que presione hacia abajo el conjunto de los precios de la economía, pero la inflación acumulada durante 2021 es cercana al 40%. Pese a que la cotización oficial subió a un ritmo del 1% mensual en promedio y el índice de precios (IPC) había bajado su ritmo de crecimiento para acercarse al 2%, las presiones inflacionarias generaron una nueva aceleración en septiembre que hizo el IPC vuelva a superar el 3% y se estima una cifra similar para octubre.

El Gobierno para mantener el tipo de cambio necesita poder intervenir en el mercado utilizando las reservas del Banco Central. En los últimos meses, las ventas extraordinarias del complejo agroexportador (al favorecer el ingreso de dólares) le permitieron al presidente del BCRA, Miguel Ángel Pesce, cierto margen para estabilizar la cotización del dólar oficial. Pero, debido al momento del año, las exportaciones del campo se están reduciendo y los gastos en dólares del Estado son cada vez más.

El problema central es la deuda externa, sobre todo el préstamo otorgado por el FMI que Alberto Fernández optó por reconocer y cumplir con todos los pagos previstos, en plena crisis social. El presidente había denunciado el acuerdo con el Fondo, realizado en 2018, como fraudulento e ilegal (incluso abrió una causa en la justicia), pero sus declaraciones no coinciden sus decisiones. Desde la asunción del Frente de Todos, el Estado pagó US$ 4.604 millones al FMI y Martín Guzmán aseguró que en diciembre pagarán casi US$ 1.900 millones más.

En 2022 los vencimientos con el organismo internacional suman US$ 19.000 millones, un monto que supera en al menos dos veces las reservas netas del BCRA. Por este motivo es clave para el Gobierno llegar a un acuerdo con el Fondo que a cambio de aplazar los pagos exigirá profundizar el ajuste y muy probablemente achicar la brecha cambiaria mediante una devaluación del peso.

Están en discusión, al interior de la coalición de gobierno, cambios en el gabinete económico después de las elecciones para llevar adelante un plan económico que cumpla con esas exigencias. Los ajustes del tipo de cambio o devaluaciones impactarían en los precios y golpearía aún más los bajos ingresos de la mayoría de la población. Para evitar este camino, es que el Frente de Izquierda Unidad plantea la necesidad de luchar en las calles por el desconocimiento soberano de la odiosa deuda externa. Las bancas en el Congreso que la izquierda obtenga en las próximas elecciones estarán puestas al servicio de ese objetivo.

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