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Red Internacional
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OPINIÓN. El Gobierno cede al apriete policial: hay plata para la represión y no para los trabajadores

En los últimos días vimos a la fuerza policial con manifestaciones y cortes de calle en distintos puntos de la provincia exigiendo aumento de haberes, entre otros reclamos propios de "la fuerza". El gobierno aceptó ceder.

Jueves 10 de septiembre de 2020 14:45

El reclamo se extendió, aún después que el gobernador Kicillof cediera al pedido de aumento salarial, llegando a la quinta de Olivos. Esto hizo crecer la tensión, al punto de generar el rechazo de parte amplios sectores.
Pero, por otro lado, también hubo quienes consideraban legítimo el reclamo de la Bonaerense, más allá de criticar los métodos, identificando a los uniformados cómo trabajadores, e inclusive volviendo sobre la discusión de su sindicalización.
Las y los trabajadores judiciales no somos ajenos a este debate, que por otro lado no es nuevo.

¿De qué lado está la policía?

Por un lado, es preciso aclarar que el "trabajo" de la policía es defender los privilegios de los poderosos y perseguir a las mayorias populares, mientras son quienes estan siempre detrás de los grandes crímenes como la corrupción,robo, trata de personas o el narcotráfico.
Las víctimas principales son las y los jóvenes. Sólo durante la pandemia se registraron 40 asesinatos por parte de la Bonaerense, con el destacado caso de la desparición y asesinato de Facundo Astudillo Castro.
Además son quienes se ocupan de reprimir las protestas sociales como la de los trabajadores de Klaukol contra la contaminación de esta empresa que genera cancer y muerte a los vecinos, o los trabajadores de Penta que defendían hace poco tiempo sus puestos de trabajo.

No son trabajadores. Por el contrario, son justamente quienes utilizan su poder de fuego para reprimir al pueblo trabajador, y perpetuar su impunidad.
Son la fuerza de choque que tienen todos los gobiernos y cuentan con el aval de instrucciones fiscales o fallos judiciales que refrendan su accionar. Así lo viven las miles de familias amenazadas ante la orden de desalojo en los terrenos de Guernica.
Con este chantaje, solo buscan mayor poder e impunidad para continuar con sus negocios turbios y legitimidad para reprimir con mayor ferocidad.

¿De qué lado elige estar el gobierno?

El presidente, acompañado por intendentes tanto oficialistas como opositores, salió por cadena nacional a pedir que depongan de las medidas llevadas a cabo, sin dejar de considerar el reclamo como justo y cediendo al mismo mediante el anunció de modificar la coparticipación entre la Ciudad de Bs. As. y la Provincia.
Fue el mismo gobierno el que empoderó a estas fuerzas, felicitándolos por su labor durante la pandemia, premiandolos con mayor presupuesto e incorporando nuevos miembros a dicha fuerza. Sin ir más lejos Sergio Berni, ausente ante el conflicto, es el vocero de una política de mano dura, represión y cárcel y fue reivindicado por uno de los referentes del motín.

Kicillof ratificó a Berni y cedió a todas las extorsiones de la Bonaerense

Sin ir más lejos, el gobernador Kicillof ratificó la medida nacional de aumento a los policías alegando que son los que más perdieron en los últimos años, cuando la realidad es que trabajadores de la salud, estatales, judiciales entre tantos otros tenemos nuestros sueldo rezagado frente a una inflación que no para de crecer, sin paritarias de éste año en algunos casos o con aumentos miserables en otros.

¿Y para las y los trabajadores?

Las decisiones del gobierno nacional y provincial dejan al descubierto que recurso hay, pero que la prioridad siempre es contraria a las y los trabajadores, ya que se usa para subsidiar a las empresas con el ATP, salvar a empresarios vaciadores como los de Vicentín o aumentar los haberes de quienes nos reprimen cada vez que salimos a reclamar por nuestras demandas.
Los trabajadores no tenemos nada que ver con esta extorsión por parte de la Bonaerense, ni tampoco podemos desconocer el intento de legitimar a una mafia con uniforme y armas reglamentarias, que más temprano que tarde saldrá a reprimirnos cuando salgamos a reclamar por nuestras reivindicaciones ante la crisis económica y social que avanza y se recrudece con la pandemia.

Los sindicatos tienen que ponerse al frente de organizar los reclamos de los trabajadores frente a un gobierno que cede y empodera a las fuerzas represivas, mientras posterga los reclamos de los médicos, los docentes y los trabajadores estatales. No podemos seguir esperando. No alcanza con posicionamientos y comunicados. La AJB debe salir de su parálisis y convocar a asambleas masivas virtuales en el camino de preparar una gran movilización con todos los recaudos necesarios uniendo nuestra fuerza al conjunto de los trabajadores.

Para el 17 de septiembre está convocada un movilización conjunta por parte del Plenario Nacional de Sindicalismo Combativo que puede ser el impulso de esa necesaria movilización confluyendo con otros sectores de trabajadores, exigiendo Justicia por Facundo Astudillo Castro, que la plata vaya a salud y educación y no a las fuerzas represivas del Estado, y rodeando de solidaridad la lucha de las familias que se encuentran resistiendo en las tomas de tierra por el derecho a la vivienda.


Julián Rodriguez

Trabajador judicial en La Marrón Clasista @JuYu666julianyu

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