A 5 años del primer Ni Una Menos, organizaciones de mujeres y políticas se concentraron frente a sede de gobierno en la ciudad de Rosario. Plantean que sus demandas no las resolvió ningún gobierno.
Miércoles 3 de junio de 2020 11:55
A 5 años del estallido del Ni Una Menos, en el cual miles de mujeres en todo el país salieron a las calles para denunciar la violencia machista, las demandas de ese movimiento siguen intactas.
Habían asesinado a una joven santafesina de la ciudad de Rufino. Este crimen generó una gran indignación que destapó la denuncia, que ya venían haciendo las organizaciones de mujeres, un femicidio por día, mujeres asesinadas solo por el hecho de ser mujeres.
Esta violencia como parte de una larga cadenas de violencias que sufren las mujeres en el país es la que desató este fenómenos en las calles como lo fue el Ni una menos. Podría decirse que es el antecedente de la gran marea verde del 2018 que se manifestó por el derecho al aborto.
Quienes somos de la ciudad de Rosario recordamos aquel día como el día en el cual el Monumento Nacional a la Bandera se tiñó de violeta. Cientos y cientos de mujeres llegaban desde temprano en la tarde, con sus carteles hechos a mano. Eran mujeres que llegaban desde los barrios mas alejados del centro, mujeres estudiantes, muchas pibas, ese día se puso el grito en el cielo para decir: "Ni una menos, vivas nos queremos".
Una bandera enorme que atravesaba el monumento decía: "Los gobiernos también son responsables". Hoy en día los gobiernos y el Estado siguen siendo responsables: porque no han tomado ninguna medida idónea capaz de prevenir la violencia machista, porque todos los partidos del régimen tienen a sus dinosaurios que han votado en contra de la legalización del aborto, sin ir mas lejos nuevamente provincias con gobernadores peronistas alineados al gobierno de Alberto Fernandez vuelven a negar la ILE a una niña. Porque en el marco de una crisis sanitaria y económica están mirando hacia un costado mientras los empresarios despiden, suspenden y rebajan salarios, lo que siempre afecta en mayor medida a las mujeres.
Por eso las organizaciones de mujeres como Pan y Rosas en el Frente de Izquierda-Unidad fueron parte de la convocatoria a una concentración en las puertas de la gobernación de Santa Fe. En la cual también participaron Isadora, Juntas y a la Izquierda, Plenario de Trabajadoras, La Tupac, FOL y Amsafe Rosario.
Irene Gamboa, referente de Pan y Rosas exclamó: “La deuda sigue siendo con nosotras y el pueblo trabajador. Tanto el gobierno nacional como la oposición mayoritaria, se ponen de acuerdo en que hay que seguir pagando una deuda ilegal, ilegítima y fraudulenta con los acreedores y el FMI. Mientras se destinan millones y millones de dólares para el pago de la deuda, el presupuesto para las mujeres y personas LGTTB en situación de violencia de género sigue siendo de $11,50 por mujer. Por eso en éste 3j queremos visibilizar que la violencia de género se cobra una víctima fatal cada 23hs en nuestro país, y esto se ha agudizado con las medidas de cuarentena, por eso seguimos exigiendo un plan de emergencia contra la violencia de género, como han presentado mis compañeros Nicolás del Caño y Myriam Bregman en el Congreso. Además seguimos exigiendo la legalización del aborto, más que nunca en el marco de la pandemia todas las personas gestantes tienen que tener el derecho a decidir sobre sus propios cuerpos”.
Tamara Cañizales, docente reemplazante, es parte de la convocatoria, quien manifiesta: “En nuestro país y en el mundo las mujeres estamos en la primera línea para enfrentar las consecuencias de la pandemia. Somos las esenciales: las trabajadoras de la salud, de limpieza, las docentes, estamos precarizadas y doblemente explotadas. El gobierno provincial de Omar Perotti viene atacando a las trabajadoras y trabajadores, miremos el caso del conflicto de las reemplazantes, del transporte público o de la salud, por eso convocamos a todas las y los trabajadores a las calles este 3 de junio”.
Verónica Carrizo referente del Frente de Izquierda Unidad manifestó: “En los barrios populares, las condiciones de vida y la desidia estatal exponen la vida de todos sus habitantes y son las mujeres las que están al frente de las ollas populares y de denunciar las condiciones de hacinamiento en la villas y la militarización de los barrios. Este #3J decimos: Ramona Medina, presente! El Estado y los gobiernos son responsables”.