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Red Internacional
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¿El malmenorismo permanente como estrategia? Un debate necesario con la CTA Bahía Blanca

El miércoles 27 se realizó en Bahía Blanca una acción convocada por el Comité en apoyo a Chile, Bolivia y los pueblos de Latinoamérica, quedando planteado un debate con lo expresado por uno de los oradores de la CTA.

Lunes 2 de diciembre de 2019

Foto de una traición: Jeanine Áñez y Eva Copa, presidenta del Senado y legisladora masista

El Comité es un espacio impulsado por la CTA Bahía Blanca, organizaciones políticas del Frente de Izquierda Unidad, agrupaciones que dirigen el Centro de Estudiantes de Humanidades, el Suteba, miembros de comunidades originarias, la coordinadora de Centros de artística, entre otros.

El evento se inició con la intervención de uno de los principales referentes de la CTA, el ex miembro de la CI del Banco Credicoop, Jose Lualdi. El eje de la misma estuvo en acusar a los partidos integrantes del Frente de Izquierda de ser “funcionales a la derecha” por plantear una posición independiente tanto frente al golpe de Estado en Bolivia como en la rebelión chilena que exige la renuncia del asesino Piñera. Su acusación vinculó también esta histórica posición de las organizaciones que se reivindican socialistas revolucionarias con el papel jugado en la antesala del golpe genocida de 1976.

Como conclusión planteó que hay que defender incondicionalmente a Evo Morales y el MAS, dejando las críticas para “otro momento” ya que la derecha viene por todos con la intención de asesinar a los luchadores. Más allá del peligroso uso de la categoría de “funcionales” buscando cercenar la libertad de crítica, esta acusación es usada por quienes quieren desviar la atención sobre el resultado de su propia política. Justamente lo que hay que poner en debate es la concepción que esconde esta intervención en dicha jornada.

Como la realidad es un poco más testaruda (o es la única verdad como dirían algunos), la defensa ciega e incondicional del papel del MAS y Evo se choca con los sucesos bolivianos. Allí el pueblo resiste heroicamente el golpe racista y clerical que se ha cobrado decenas de muertos y miles de heridos.

Mientras que legisladores del MAS han reconocido al gobierno surgido a punta de fusil y tanquetas, firmando un acuerdo para convocar a nuevas elecciones sin la participación de Evo Morales, con el aval por parte de este.Una traición abierta a las masas que quedan libradas a su suerte resistiendo el golpe, sufriendo la persecución, represión y discriminación. No se puede negociar con los muertos que pone el pueblo, ni mucho menos legitimar una política que les da la espalda a los que luchan para que sean derrotados.

Querer confundir o poner en un mismo plano la resistencia de las masas con el rol de sus direcciones, impide efectivamente fortalecer el apoyo internacionalista contra el golpe. El argumento esgrimido por el peronismo y aliados, de que resistir llevaba a un baño de sangre, encuentra su complemento en quienes correctamente apoyan la lucha del pueblo boliviano, pero negando la posibilidad de discutir responsabilidades en el gobierno depuesto, dejándolo supuestamente para un momento posterior, que nunca llega.

Desde la LOR-CI grupo hermano del PTS en Bolivia venimos desarrollando una política activa de resistencia al golpe, participando de las movilizaciones y acciones en las calles, impulsando instancias de autoorganización para lograr la mayor unidad obrera campesina y popular para enfrentar el nuevo régimen golpista. Con La Izquierda Diario Bolivia impulsar una herramienta de debate y organización colectiva con una perspectiva independiente de la derecha golpista y del MAS.

Más alla del exacerbado tono del discurso en una tranquila jornada, lo que vuelve a quedar en claro es (una vez mas) la histórica posición de la conducción de la CTA Bahía Blanca frente a los gobiernos surgidos de la crisis del neoliberalismo a fines de la década del 90 y primera del nuevo siglo. Casi dos décadas apoyaron (sin conocerse críticas), al PT y Lula, Evo, Correa, y el Socialismo del siglo XXI de Chávez y Maduro. En este último tiempo, la realidad muestra cómo se desmorona esta perspectiva, cuando la derecha decide ajustar cuentas con los gobiernos que nunca consideraron como propios y toleraron mientras la relación de fuerzas no les permitió derrotarlos. A esa derecha que hoy presenta batalla no se le puede salir al paso con una reverencia ni anulando el debate sobre las posibles vías para derrotarla.

Moldeados en el “trauma epistemológico” de la derrota de la dictadura y la larga década negra neoliberal en nuestro país, esta conducción sacó como conclusión que la única vía posible (o la menos mala) para recuperar u obtener conquistas para los explotados, era apoyar acríticamente a los gobiernos llamados posneoliberales. Por lo tanto cualquier postura en contrario, cualquier planteo de recuperar un proyecto independiente y propio de los trabajadores y pueblo pobre no solo era visto como imposible, utópico, sino que era cuestionado por facilitar el fortalecimiento de la derecha. Una suerte de “malmenorismo permanente” que se muestra a izquierda del peronismo mientras comparte su estrategia.

Las masas campesinas, indígenas y obreras bolivianas no olvidan que el proceso que quieren cerrar a punta de fusil, existe gracias a las dos rebeliones que protagonizaron en 2000 y 2003 (las “guerras del agua y el gas”) derrotando al neoliberal Sanchez de Losada. Por eso no van a permitir tan fácilmente que la conclusión para la historia sea que no enfrentaron al golpe racista. Eso es lo que marca el tono de la situación hoy y le da un final abierto.

Es desde comprender lo anterior, que se hace necesario y urgente discutir sin condicionamientos, y llevar a la práctica, una política de apoyo al pueblo boliviano desde una posición independiente, si no queremos ser testigos impasibles de la represión sufrida por el pueblo boliviano y la consolidación pactada del golpe de Estado.

Los resultados de Bolivia y Chile tendrán consecuencia directa en Argentina. El peronismo se prepara para contener la bronca y disciplinar a los que quieran pelear. ¿Cómo seremos parte de un proceso que acompañe la experiencia y dialogue con las expectativas de millones que votaron al FDT cuando el Pacto Social se despliegue? Vamos a guardar las críticas para no hacerle el juego a la derecha? Acaso salir a las calles pero solamente para presionar a que el gobierno cumpla sus promesas?

Sabemos que el resultado de la lucha no puede decidirse de antemano y que al principio puede haber luchas que no triunfen, de las cuales habrá que sacar lecciones y llegar mejor preparados para ganar. Lo que si es seguro, es que no se puede seguir defendiendo y militando una estrategia que no solo lleva desde el vamos a la derrota segura frente a la derecha, sino que también ata de pies y manos a las nuevas generaciones que vienen con la fuerza, la decisión y la creatividad, para dar vuelta todo y barrer con este orden social de profundas injusticias y desigualdades.

Queremos tomar el ejemplo del Comité de Emergencia y Resguardo impulsado por los trabajadores en Antofagasta, con el objetivo de poner a disposición el espacio a los manifestantes que han sido afectados por la represión y al mismo tiempo que sea un espacio de deliberación, organización y coordinación. El comité discute y se organiza democráticamente, plantea cómo enfrentar la represión, la huelga general para derrotar a Piñera e impulsar una Asamblea Constituyente Libre y Soberana, para que el pueblo decida cómo dar respuesta a las necesidades sociales y democráticas. Nuestros compañeros del PTR intervienen con todas sus fuerzas apostando a fortalecerlos, mientras han convertido a La Izquierda Diario en todo Chile en la voz de miles que se organizan y resisten en las calles.

Por eso en Bahía Blanca apostamos por Comités de Apoyo que vayan más allá de las organizaciones y militancia que tradicionalmente participamos, con una perspectiva anticapitalista, socialista y de independencia política. Comités que sumen a la juventud tanto de estudiantes como trabajadores, del movimiento de mujeres, diversidades sexuales, ambientalistas, todos aquellos que se sienten conmovidos y llenos de indignación frente a los asesinatos y violaciones a los DDHH en nuestros países hermanos. Instancias de organización democráticas y desde abajo, abiertas a todos los debates y propuestas de acción que las nuevas generaciones consideren con todo derecho necesarias.

Desde el PTS Frente de Izquierda llamamos a organizarse, debatir y poner en práctica con nosotros esta política que colabore desde Bahía a la lucha contra el golpe y prepararnos de la mejor manera para los futuros procesos. Intentando aportar en este sentido, invitamos a participar y discutir este martes a las 18hs en la Casa de la Cultura de la UNS con Fernando Rosso, periodista y director de La Izquierda Diario, sobre la situación en Chile y Bolivia en una América Latina convulsionada.