Apenas se conoció la negociación del gobierno con el Fondo Monetario Internacional, los humoristas de EAMEO hicieron un meme que se replicó en redes sociales. Con ironía, la directora del FMI, Christine Lagarde, aparecía vestida como “Nairobi” de la exitosa serie La Casa de Papel, con una frase de este personaje: "Empieza el matriarcado". Una buena forma de burlarse del “feminismo” de Lagarde quien, apenas recibió al ministro argentino, Nicolás Dujovne, le señaló la ausencia de mujeres en su comitiva.
Martes 15 de mayo de 2018 09:05
Con o sin mujeres en el equipo, lo cierto es que el gobierno de Cambiemos prepara un nuevo saqueo nacional, buscando que los platos rotos los paguemos una vez más los laburantes y la juventud. Y esto no tiene nada de irónico ni nos despierta muchas risas.
Christine Lagarde es la octava mujer más poderosa del mundo, no solo por su abultada cuenta bancaria sino porque tiene el poder de decisión sobre las políticas económicas de los países a los que el FMI "presta ayuda". Es con ella que el gobierno de Macri se sentó a negociar las reformas tributarias, previsionales y laborales cuyos efectos impactarán de lleno sobre el pueblo trabajador.
Foto: EAMEO
El FMI es el organismo responsable de imponer políticas de ajuste en distintos países del mundo. Que una mujer dirija ese organismo, que será el responsable de empujar a más pobreza y precarización a millones de trabajadoras y trabajadores, no es ninguna conquista para la inmensa mayoría de las mujeres. Por el contrario, la política de incorporar departamentos de Género, Oficinas de la Mujer y a las propias mujeres al frente de tales organismos financieros internacionales, tiene el objetivo de dotar de “rostro humano” a estas instituciones que son odiadas –con justa razón- por millones de personas en todo el mundo.
Muchas de las jóvenes que hoy se reivindican feministas, que luchan por la igualdad entre hombres y mujeres, son muy conscientes de que nada bueno puede venir de un pacto con el FMI, aunque quien lo dirija sea una mujer. ¿Qué igualdad podemos conquistar las mujeres con los varones, en un mundo donde 8 personas concentran la misma riqueza con la que, en el otro extremo, tiene que sobrevivir 3500 millones de seres humanos?
Christine Lagarde dice que “las mujeres y las niñas son las principales víctimas de la pobreza extrema; de hecho, representan el 70% de los mil millones de personas que luchan por sobrevivir con menos de un dólar al día”. Sin embargo, la política que lleva adelante el FMI, a través de sus “préstamos” a los países que se endeudan, viene de la mano de exigir mayor ajuste para las grandes mayorías.
Hipócritamente, su “salario” por presidir ese organismo es de casi medio millón de dólares anuales. Ya en 2016, con el escándalo de los Panamá Papers que envolvió a figuras internacionales de la política y la economía –incluyendo a Mauricio Macri-, Christine Lagarde lanzó un mensaje contundente contra los que evaden al fisco y minutos después tuvo que justificar por qué sus ingresos como directora del FMI estaban exentos de impuestos.
Que la lucha de las mujeres por la igualdad tenga como consecuencia que también haya algunas pocas mujeres que alcanzan ocupar lugares en las estructuras de poder económico y político, no significa que sea un avance para la gran mayoría de las mujeres. Esas mujeres que se convierten en CEO’s de grandes multinacionales, jefas de fuerzas armadas, presidentas o directoras del FMI, no hacen más que cumplir el rol de garantes de la expoliación, el saqueo, las intervenciones militares de países dependientes o la explotación de millones de hombres y mujeres a lo largo y ancho del planeta.
Por eso, con o sin mujeres dirigiendo estos organismos financieros, las mujeres trabajadoras y las jóvenes que hoy salimos a luchar por nuestros derechos, tenemos que saber quiénes son nuestras y nuestros aliados en esta lucha y quiénes nuestras y nuestros enemigos, sean del género que sean. Porque no queremos ser quienes paguemos el próximo ajuste dictado por el Fondo Monetario Internacional, las jóvenes de Pan y Rosas te invitamos a sumarte a que hagamos una gran campaña exigiendo que no se pague la deuda. Tenemos que derrotar el plan del gobierno de negociaciones con el FMI, ajuste y tarifazos contra el pueblo trabajador. ¡Que la crisis la paguen los capitalistas!