El nuevo gobierno "progresista" mexicano recorta el presupuesto educativo. Para el 2019, el presupuesto a las universidades se recortará en un 3.5 por ciento que, si se agrega la inflación, representa al menos un 7 por ciento. López Obrador afirmó que las universidades tendrán que “hacer más con menos”.
Lunes 17 de diciembre de 2018 19:52
Apenas unas horas después de que se diera a conocer el proyecto de presupuesto del año 2019, en redes sociales y medios de comunicación se expresó un amplio rechazo al recorte a educación superior pública y cultura que realiza el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO)
No es para menos, el gobierno que se reclama progresista y con una agenda social, sorprende a millones con la noticia de que el presupuesto a las universidades se recortará en un 3.5 por ciento que, si se agrega la inflación, representa al menos un 7 por ciento.
Por otro lado, para la Cultura, el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para 2019 propone la asignación de 12 mil 394 millones de pesos, es decir, 522 millones de pesos menos que el monto aprobado el año pasado, lo que representa 21% menos.
Al mismo tiempo, el presupuesto para la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), aumenta a 2 mil 490 millones de pesos, en el medio de los debates abiertos por la propuesta de la creación de la Guardia Nacional, a la que se integrarán las policías Militar, Naval y Federal.
El pretexto de la austeridad republicana
En su conferencia matutina, Obrador se limitó a decir que las universidades tendrán que “hacer más con menos” y que, a cambio del millonario recorte, se estarán otorgando becas a 300 mil jóvenes.
Haciendo alusión a que los sueldos de los altos funcionarios de las universidades tendrían que recortarse y acabar con la corrupción, intenta justificar una medida ampliamente rechazada la cual rápidamente generó comunicados de las universidades públicas más importantes del país llamando a “recapacitar” sobre el recorte.
No se menciona de qué forma se prevé que se recorten los sueldos de los funcionarios y se intenta “tranquilizar” a la población que, lejos de esperar recortes a la educación o a la cultura, espera que un gobierno de “centro izquierda” otorgue mayor presupuesto a estos rubros.
De esta forma, AMLO muestra el contenido de su programa político, recortando presupuestos a universidades y cultura mientras continúa favoreciendo proyectos turísticos que tendrán un alto costo ambiental y social, al tiempo que ofrece garantías y facilidades al capital que busca atraer.
La corrupción en las universidades y los altos salarios
En un país donde cientos de miles de jóvenes son rechazados año con año de las universidades públicas (dada la falta de espacios derivada de un presupuesto insuficiente), en donde los profesores de las principales universidades ganan salarios miserables y es insuficiente el gasto en el mantenimiento de la infraestructura universitaria, recortar el presupuesto es como tirarse un tiro en el pie.
Nadie duda que existe corrupción en las universidades y que los altos funcionarios ganan sueldos exorbitantes, privilegios con los que hay que terminar. Pero el camino no es recortar, sino aumentar el presupuesto, de la mano de un control de la comunidad universitaria dígase estudiantes, profesores y trabajadores sobre el mismo.
Sólo democratizando la toma de decisiones en las universidades es posible pensar en ocupar el presupuesto para lograr un beneficio social. Esto es lo que puso sobre la mesa el movimiento estudiantil que sacudió la universidad el semestre que termina y es la tarea que tenemos por delante quienes buscamos defender a las universidades y la educación pública.