Paolo Rocca y Guillermo Pereyra en la visita de Macri a Trump. El convenio fexibilizador de Vaca Muerta como “gancho” en la búsqueda de inversiones extranjeras.
Viernes 28 de abril de 2017
Fotografía: elcomodorense
Macri aprovechó su visita a EEUU para seguir pidiendo la tan anhelada “lluvia de inversiones” que no termina de llegar. Realizó una gira por Houston, Texas, antes de su encuentro con Trump, en la que el CEO del Grupo Techint, Paolo Rocca, ofició como una especie de anfitrión. Así es que visitó el complejo industrial Dow Texas Operations, empresa química, encargada de agregarle valor industrial a los hidrocarburos no convencionales y luego la planta que Tenaris (del Grupo Techint) está por inaugurar en Bay City, dedicada a la producción de tubos sin costura, donde fue recibido por Rocca y otros altos jerarcas del grupo.
La empresa Dow Texas Operations, de origen norteamericano, es una de las empresas que ya anunció inversiones en el yacimiento petrolífero Vaca Muerta. Según declaraciones de las autoridades de la empresa, la visita “ofreció un claro paralelismo respecto al potencial que presenta Vaca Muerta como plataforma que impulse el desarrollo del país”. En el mismo comunicado, también expresan que “este proceso permitiría la generación de una nueva era de la industria en la Argentina, que contribuya sustancialmente con la creación de empleo”.
Por supuesto que esta “nueva era industrial”, con su correspondiente generación de puestos de trabajos, si es que eso sucede, está basada en altas dosis de precarización y flexibilización laboral, que perjudican a los trabajadores petroleros.
Luego de la recorrida, Macri almorzó con varios de los grandes empresarios del negocio petrolero mundial a quienes les dijo que “necesitamos que las mejores empresas vengan a la Argentina a desarrollar el potencial energético”. En sus declaraciones, Macri alabó el acuerdo de Vaca Muerta ante un auditorio en el que se encontraba Guillermo Pereyra, quien fue uno de los que más entusiasmo mostró a la hora de escuchar y aplaudir.
Pereyra es el secretario General del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa desde 1984, y es además senador desde el 2013 por el Movimiento Popular Neuquino (MPN). Fue el impulsor y garantizador del acuerdo de “Vaca Muerta” mediante el que, según estimaciones de las propias empresas petroleras, lograran reducir sus costos laborales entre un 30 y 40 %. Este acuerdo elimina las horas taxi (que reconocían como comienzo de la jornada laboral el momento en que los trabajadores partían de su domicilio y finalizaba cuando regresaban), disminuye la cantidad de trabajadores por pozo, amplía el horario laboral e introduce la multiplicidad de tareas y metas por productividad.
La presencia de Pereyra en la comitiva oficial no es un dato menor. Con ella, el gobierno busca dar un claro mensaje a los empresarios extranjeros “deseosos” de invertir en Argentina y es que harán todo lo posible para reducir el costo laboral en pos de asegurarles aumentar sus ganancias. Y reducir el costo laboral, no es otra cosa que flexibilizar y precarizar aun más las condiciones laborales de los millones de trabajadores argentinos.
Ni bien se conocieron las cláusulas del convenio de Vaca Muerta, Macri festejo el acuerdo, firmado entre las cúpulas sindicales, patronales y gubernamentales, y declaró que “necesitamos este acuerdo en todos los sectores". Ahora, en su gira en tierras del imperio yanqui, su intención es mostrarlo como prenda de atracción para los inversores extranjeros. Es decir, superexplotar a los trabajadores argentinos para acrecentar las ya abultadas ganancias de las empresas extranjeras en nuestro país.