En Jalisco, millones de familias tienen que enfrentarse diariamente a las precarias condiciones en las que se encuentra el sistema de salud por falta de recursos mientras que Servicios de Salud Jalisco gasta 300mil pesos intentando romper un récord Guinness.
Jueves 26 de diciembre de 2019
La salud en el estado de Jalisco así como en todo el país está viviendo un retroceso en la cobertura de la población, ya sea debido al discurso de austeridad del Gobierno Federal o la demagogia del Gobierno emecista de Enrique Alfaro, el derecho a la salud no está siendo garantizado para el grueso de las familias trabajadoras.
Si tomamos la definición de la Organización Mundial de la Salud donde dice que “la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades” podemos decir que en México la salud no se garantiza para millones de personas.
De hecho podemos mencionar que ni siquiera es una prioridad como lo demuestra la información emitida por la Unidad de Transparencia, sobre el gasto de más de 300mil pesos, que realizó el organismo descentralizado Servicios de Salud Jalisco, con motivo del intento de batir un Récord Guinness.
Nuestras necesidades no son sus prioridades
La toma de este tipo de decisiones que distintos funcionarios han realizado, no sólo han sido exclusivas del sector salud, esto habla de la disociación que existe entre las necesidades de las grandes mayorías y las prioridades de los altos funcionarios que como se mostró en este caso, están muy lejos de ser iguales.
El hecho de que algún o algunos funcionarios priorizaran el participar en un concurso como Récord Guinness donde se gastaron 300 mil pesos, que por cierto no ganaron, por encima de garantizar un mejor servicio de salud o algo tan básico como resolver la sobresaturación del servicio público, sólo demuestra lo poco que les importa las grandes mayorías de la población.
Recientemente la epidemia de dengue dejo al desnudo el ultraprecario estado en que se encuentran las instituciones de salud pública en el estado, las cuales se vieron ampliamente rebasadas por falta de recursos.
Estos mismos recursos se desperdiciaron en el concurso que no era sinónimo de mejores condiciones en el sistema sanitario, pues de haber ganado, la situación de los hospitales públicos sería la misma.
Lo que ha dejado en claro este año que termina es que la salud pública no es prioridad ni para el gobierno de Jalisco, que navega con la bandera de la refundación, ni para el gobierno de la 4A Transformación, que con su política de austeridad ha hecho recortes importantes en el sector.
Los cambios profundos que se necesitan van de la mano de que los verdaderos interesados en que la salud pública sea integral y al servicio de todos tomen las decisiones y no administradores “profesionales” parte de la casta política que cobran altos sueldos y viven a costa del pueblo trabajador.