Las elecciones estudiantiles en la UNLP mostraron el avance de la Franja Morada, profundizando un modelo de Centro de Estudiantes basado en la gestión de los servicios. Ante el descontento por el ajuste del Gobierno, la izquierda se escuchó como una voz independiente en defensa de la educación pública y por Centros para enfrentar el ajuste.
Martes 8 de noviembre de 2022 13:45
Foto: enagenda.com.ar
En esta elección la Franja Morada salió nuevamente fortalecida, esta es la agrupación del Rectorado, las autoridades radicales de la UNLP, y de la Juventud de la UCR, parte de Juntos por el Cambio y la derecha.
Profundizó su avance tras el batacazo de marzo, desde ya sin decir ni una palabra de a quienes responden políticamente. Pasó a conducir 10 de los 17 centros de estudiantes, ganando ahora el centro de la Facultad de Exactas sobre El Colectivo y consolidándose donde ya conduce.
Esto no es casualidad en un momento donde el Gobierno viene ajustando a las mayorías y reprimiendo a las comunidades originarias, a hinchas de Gimnasia asesinando a Lolo Regueiro, y a los pibes en los barrios.
El peronismo está tomando el programa que agita la derecha, y generando el caldo de cultivo del desencanto, que beneficia centralmente a la Franja Morada. Así, esta agrupación crece en la universidad, parándose en la bronca de amplios sectores contra el gobierno nacional y sus agrupaciones.
Esta agrupación es parte de la UCR, un partido envuelto en las internas de Juntos por el Cambio donde se tiran dardos para ver quién pide más ataques al pueblo trabajador, y está avanzando por dos grandes motivos:
El primero es que el macrismo levanta cabeza de cara a 2023 gracias al propio Frente de Todos que le cede el terreno. De hecho, una semana atrás Juntos acompañó el presupuesto de Massa para el año que viene, con un recorte de al menos 18% para las universidades, cerrando nuevamente la grieta.
El segundo es que, en el marco de la crisis económica, miles de estudiantes buscan alcanzar lo antes posible un título universitario para buscar una salida. Recibirse es para muchxs la aspiración, ante tanto trabajo precario por los que rota la juventud para poder sostener una carrera universitaria y una vida. La Franja Morada busca darle a este problema una solución meritocrática e individualista. Actúa como empresa en las facultades para garantizar servicios, evitar el debate político y la organización colectiva. Desde ya, su objetivo es que no sea cuestionado el régimen expulsivo y elitista de las autoridades, que aprueban los recortes de presupuesto que trae consigo la falta de docentes para garantizar bandas horarias, el recorte en las becas y las incontables materias filtro.
Toman el programa, toman el modelo
Hay un correlato en las universidades con lo desarrollado respecto al Gobierno al comienzo de esta nota. Así como a nivel nacional se toma el programa de la derecha, las agrupaciones oficialistas como Patria Grande, el MILES, el PCR y La Cámpora, que conducen la Federación Universitaria de La Plata, vienen tomando la decisión de no hablar del ajuste ni de la represión.
En este proceso, reducen el debate de qué modelo de centro necesitamos, a la mera gestión de los servicios y de la miseria de lo que hay.
La deserción fue un dato inalterable, y las propuestas fueron dirigidas sólo al sector que hoy puede continuar estudiando. Dime qué callas y te diré a quién beneficias.
Así, le siguen abriendo paso a los aparatos con mayores recursos para ofrecerse como gerentes de los centros de estudiantes y como apéndices de las autoridades. La Franja Morada jugó con cancha inclinada.
Parte de esta foto también es la caída de Patria Grande, que perdió su lugar en el consejo de Periodismo, sostuvo por poco el centro de Trabajo Social, y sufrió una dura derrota en Humanidades después de 10 años de ser la conducción, ante la Juventud Universitaria Peronista, ligada al Partido Justicialista.
En esa misma facultad, la Franja Morada hizo pie, con una suma de votos considerable, por primera vez desde el 2001.
El recorrido de La Mella, que pasó de autodenominarse “izquierda popular” e “independiente” a integrarse al kirchnerismo y a las oficinas de rectorado, demostrando que la tibieza solo trae derrotas y el abandono de todas las banderas de lucha que tiene la juventud.
Hay un juventud que no se resigna
En este marco las agrupaciones del PTS en el Frente de Izquierda Unidad lograron plantarse como una verdadera alternativa con una gran fuerza militante de más de 200 compañeros en 14 de las 17 facultades.
En algunas de ellas donde hay otras agrupaciones de la izquierda, fuimos en frentes comunes. Así constituimos un frente en Psicología con Izquierda Socialista y con el Partido Obrero en Artes, Humanidades y Arquitectura.
La conocida y lamentable reticencia del Nuevo MAS-Ya Basta! a dar una pelea común con la izquierda, llevó a que obtengan un magro resultado electoral. Lejos de denunciar el ajuste en curso que lleva adelante el gobierno de Massa, Fernández y Cristina, su campaña estuvo más centrada en atacar a la izquierda y denunciar la avanzada de la derecha y la obvia necesidad de enfrentarla. ¿Pero cómo enfrentar a la derecha sin denunciar la política de derecha que viene teniendo el Gobierno?
En el caso delas agrupaciones de la Juventud del PTS, se logró mantener y ampliar nuestra influencia en toda la UNLP.
Con la militancia a puro pulmón alcanzamos ser tercera fuerza en las facultades de Artes, Humanidades, Psicología, Trabajo Social, Informática y Arquitectura.
Contra las conducciones de gestión, aliadas a las autoridades y al Frente de Todos o al macrismo, se contrapone una corriente opuesta en sus valores y política.
Este lugar conquistado sienta las bases para superar a las corrientes kirchneristas y peronistas que bailan al compás de la Franja Morada, y para la construcción de una gran corriente que pelee por la independencia política del gobierno, por darle otra orientación política al movimiento estudiantil. Basado en una identidad pro obrera y combativa que se ligue a la lucha de los trabajadores y que politice al movimiento estudiantil contra el ajuste del gobierno y la ofensiva de la derecha.
Así, en esta elección con cientos de militantes y nuevos colaboradores, contra los paladines del "recíbase quien pueda" y del “no da la relación de fuerzas”, levantamos las banderas de una juventud comprometida con la realidad social.
Ejemplo de esto son los lazos de solidaridad entre las familias del Barrio Cabezas y lxs estudiantes de Psicología; o los espacios compartidos entre lxs trabajadores del Astillero Río Santiago y lxs estudiantes de Humanidades. También el apoyo a la lucha de los trabajadores del neumático, ejemplo de que con lucha y organización se puede ganar. O las luchas contra el extractivismo y daño ambiental de la región, donde participamos activamente junto a la agrupación Alerta Roja y la Coordinadora Basta de Falsas Soluciones.
Mientras los que se dicen progresistas se vuelven oficinistas y apéndices del rectorado, se escuchó una voz independiente de las autoridades, esas que buscan instalar un modelo de universidad al servicio del mercado. Fueron miles lxs estudiantes que eligieron la alternativa que rechaza las auditorías contra los planes sociales; que enfrenta los convenios de la UNLP con grandes empresas como Techint, Shell y La Nación.
Está planteada como horizonte la pelea por cuestionar nuestra formación y los planes de estudio en un contexto de crisis, para poner los conocimientos y la universidad verdaderamente al servicio de las necesidades sociales, de la clase trabajadora, de las peleas del movimiento de mujeres y el movimiento ambientalista.
La lucha continúa
Cada pelea y cada voto ganado son un valioso punto de apoyo para organizar en las facultades una gran fuerza de estudiantes que enfrenten el avance de la franja morada y cuestionen de fondo el modelo de centros de gestión.
Hay que levantar una verdadera oposición a la derecha, que recupere nuestros espacios de debate y organización para enfrentar el ajuste del Gobierno, y romper con el modelo de universidad que reproducen hace años entre peronistas y radicales junto a las autoridades.
La próxima parada se acerca y genera entusiasmo: las 100 asambleas del PTS en todo el país, donde miles de trabajadores, mujeres y jóvenes nos encontraremos para compartir experiencias y fortalecer un partido que crece desde abajo.
En nuestra región será parte de esta jornada la asamblea en Rebelión el viernes 11 junto a Nicolás del Caño y Luana Simioni. También las asambleas de Ensenada, Berisso, Villa Elvira, Zona Oeste y Los Hornos.
El desafío es transformar en una gran fuerza social el apoyo de cada uno de los miles de estudiantes que, en un contexto difícil, acompañaron una alternativa independiente y de izquierda que busca recuperar los centros de estudiantes para enfrentar al gobierno ajustador y la derecha envalentonada.
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En las históricas lecciones del movimiento estudiantil junto a la clase obrera está el horizonte para cuestionar la universidad de clase y esta sociedad desigual que solo ofrece crisis, ajuste y miseria
¡La lucha continúa!