Los días 19, 20 y 21 de septiembre se desarrollarán las elecciones en el sindicato de obreros metalúrgicos (UOM) seccional Córdoba. Hay dos listas, pero ninguna habla de estos cinco problemas.
Sábado 17 de septiembre de 2016 11:45
A finales de septiembre, en una elección que durará tres días, los obreros metalúrgicos elegiremos luego de cuatro largos años a la “nueva” conducción del sindicato.
Sin embargo es una formalidad decir que la próxima conducción será “nueva”, ya que en una de las listas (Agrupación Eva Perón) el candidato a Secretario General es Rubén Urbano, quien es actual secretario. En la otra lista (Agrupación Augusto Timoteo Vandor) el candidato principal es quien durante estos últimos cuatro años viene siendo su Secretario Adjunto, Héctor Saavedra, además de tener en su lista a ciertos personajes de la vieja guardia de Varas, quien fuera anterior Secretario General del gremio antes de ser destronado por Urbano.
Lo cierto es que ninguna lista pone al trabajador como sujeto y eje de un sindicato que se prepare verdaderamente para luchar. Por este motivo, estas son las cinco cosas que ambos volantes evitan decir:
Despidos. Basta de despidos: ninguna familia más en la calle. Defensa de todos los puestos de trabajo. Unidad de efectivos y contratados. La Cámara de Empresarios Metalúrgicos dice que sobra el 25% del personal en las Plantas donde trabajamos. Mentira, no sobra nadie. Nos quieren hacer producir lo mismo con menos compañeros y con menos salario. Ni la Vandor ni la Eva Perón se pronuncian contra esta declaración de guerra de las patronales a nuestro trabajo y nuestras familias.
Más allá que solo sería una cínica propuesta (ya que muchos despidos ya pasaron por omisión de ambas alas del sindicato), ninguno de los dos volantes plantea la problemática de los despidos en el sector metalúrgico, una rama de la economía “débil” y duramente golpeada por la crisis, una crisis que los patrones quieren que paguemos nosotros los trabajadores, despidiéndonos.
No ha aparecido ninguna propuesta que diga que el sindicato “nuevo” vaya a defender los puestos de cada compañero y compañera. Nada nuevo bajo el sol.
Derecho a tener asambleas y que se respete lo que vota la mayoría: Sobre quién va a tomar las decisiones con respecto a las cuestiones tanto de obra social, como de cuidado de los puestos de trabajo o discusión salarial; ninguna de las listas plantea que el método sea de base, con asambleas fabriles en las que el mandato de esta sea la decisión máxima a llevar adelante por la conducción.
Contratados: Otro punto muy importante y totalmente invisibilizado en las propuestas es la cuestión de los compañeros contratados, un sector dentro de las fábricas totalmente vulnerable. Los compañeros realizan las mismas tareas y son pares nuestros, no queremos que los usen como forros y sean los primeros en ser despedidos; al contrario, queremos que su relación laboral sea la misma que la del resto y sean pasados a planta permanente. Parece, que una vez más, este reclamo es desoído por ambas listas.
Basta de dirigentes ricos y obreros pobres: Que todo dirigente gane lo mismo que un obrero calificado. Mientras Urbano ni menciona nada sobre su sueldo, en el volante de la lista verde plantea “disminuir a un 50%” los ingresos de los miembros de la comisión directiva, una propuesta un tanto tibia ¿No seguiría siendo un privilegio igual un “sueldo a la mitad” cuando los ingresos de los miembros de la comisión directiva rondan los $80000 mensuales? ¿Por qué no proponer que ganen lo mismo que un obrero calificado o será que con esa miseria apenas se puede vivir?
Nadie responde esas preguntas. Promesas electorales que quienes llevan años lucrando con la caja del gremio no quieren cumplir.
Los “rotos”: Por comisiones de Seguridad e Higiene en cada planta. Elegidas en asambleas y con plenos poderes para supervisar y evitar que nos sigamos “rompiendo” y enfermando. Otro punto importante y ninguneado, es el de los compañeros que, por los duros y extendidos ritmos de trabajo, están “rotos” y son considerados “carpeteros improductivos” para las patronales.
Es un silencio atroz el hecho de no plantear mejoras en las condiciones laborales a propuestas de los propios compañeros en las fabricas, para que directamente ese desgaste y esos accidentes producto de los ritmos y presiones laborales no sucedan. Se ve que no alcanzaba la tinta verde ni azul para hablar de cómo defender y cuidar a estos compañeros, y a quienes pudiéramos “rompernos”.
Entendemos la urgencia de encontrar una salida rápida a los problemas de los metalúrgicos, pero no compartimos que la solución sea tomando atajos de viejas experiencias y con viejo personal de otras conducciones.
Los trabajadores de la UOM vamos dando pasos y aprendiendo que solo nuestra organización independiente de las distintas variantes de la misma directiva nos puede garantizar avanzar en la defensa de todos nuestros derechos y conquistas. Uniendo a nuestros compañeros sin distinción alguna para enfrentar decididamente a las patronales, defendiendo nuestros derechos, sobre todo en este difícil momento.
Por esto, yo voto luchar y organizarme por estos reclamos.