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Europa. Elon Musk llama a votar a la extrema derecha alemana

El empresario más rico del mundo no se conforma con la elección de Donald Trump. En un artículo de opinión en un periódico alemán, Musk acaba de respaldar al partido ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD), hacia las próximas elecciones en ese país.

Lunes 30 de diciembre de 2024 09:54

Henry Ford y Elon Musk. Imagen: Elise Swain/The Intercept

Henry Ford y Elon Musk. Imagen: Elise Swain/The Intercept

En 1922, el principal apoyo del naciente partido nazi en el sur de Alemania era un empresario capitalista de los Estados Unidos. Como informó el New York Times de esa época: "La pared junto a su escritorio en la oficina privada de Hitler está decorada con un gran retrato de Henry Ford", y el futuro dictador tenía numerosos ejemplares de un panfleto antijudío de Ford. Hoy, Ford es recordado principalmente como fabricante de automóviles, pero también fue un promotor del antisemitismo en todo el mundo.

Casi exactamente un siglo después, otro fabricante de automóviles de extrema derecha está impulsando a un partido de extrema derecha en Alemania.

Elon Musk ya había dado a conocer su opinión sobre la política alemana: "Solo la AfD puede salvar a Alemania", escribió el 20 de diciembre, compartiendo una publicación de un youtuber de extrema derecha. Ocho días después, el hombre más rico del mundo publicó un artículo de opinión en el periódico alemán Welt am Sonntag. En él, Musk describe al partido de extrema derecha Alternativa por Alemania (AfD) como "la última chispa de esperanza de Alemania". El multimillonario agrega: "La descripción de la AfD como ultraderechista es claramente falsa si tenemos en cuenta que la líder del partido, Alice Weidel, tiene una pareja del mismo sexo y que es de Sri Lanka. ¿Les suena eso a Hitler?"

La respuesta obvia es que el propio Hitler tenía un colaborador cercano, Ernst Röhm, que apenas ocultaba su homosexualidad. Eso no impidió que los nazis asesinaran a decenas de miles de personas homosexuales.

Interferencia electoral

Aunque no es un partido fascista en el sentido marxista, la AfD mantiene estrechos vínculos con grupos nazis violentos. Uno de sus líderes, Björn Höcke, ha sido condenado por utilizar lemas nazis prohibidos.

Actualmente, la AfD hace campaña por la deportación de millones de personas, lo que eufemísticamente llama "remigración". Cuando la gente conoció estos planes a fines del año pasado, millones de personas salieron a las calles conmocionadas y horrorizadas. Sin embargo, los principales partidos de Alemania respondieron tomando como propias las principales demandas de la AfD, y el canciller socialdemócrata Olaf Scholz declaró en la portada de una revista que "tenemos que deportar inmigrantes con más frecuencia y rapidez".

El artículo de Musk ha provocado indignación en todo el espectro político. El candidato conservador Friedrich Merz se opuso a la "interferencia en la campaña electoral de un país amigo". Sin embargo, nadie se opone al apoyo de Musk a las deportaciones masivas: esto se ha convertido en un consenso entre el establishment político de Alemania.

Mientras que el gobierno alemán condena a cualquiera que exprese solidaridad con los palestinos acusandolo de antisemita, extrañamente los zares de la lucha contra el antisemitismo del país han guardado un completo silencio sobre las reiteradas diatribas de Musk sobre los judíos malévolos que controlan el mundo. El alcalde conservador de Berlín, Kai Wegner, por ejemplo, que acusa a los israelíes de izquierda de antisemitismo, ha abrazado felizmente a un empresario que gastó miles de millones de dólares para asegurarse de que los agitadores fascistas tuvieran una plataforma digital. (También guardan silencio sobre las conmemoraciones públicas de Ford).

Implementación del programa de la AfD

El artículo de Musk fue publicado junto con una respuesta de Jan Philipp Burgard, el nuevo editor en jefe de Welt, quien solo expresó un desacuerdo limitado: "El diagnóstico de Musk es correcto, pero su enfoque de apoyo a la AfD es fatalmente defectuoso".

Esto es representativo de lo que todos los políticos burgueses de Alemania han estado diciendo durante el último año: admiten que la AfD ha estado en lo cierto al afirmar que el principal problema de Alemania son los "inmigrantes criminales", pero quieren que otros partidos aparte de la AfD lleven a cabo las deportaciones, porque ese partido viola ideales abstractos como la "libertad" o la "democracia".

Este fue el caso del ex ministro de Finanzas caído en desgracia, Christian Lindner, del hiperneoliberal FDP, que respondió al tuit original de Musk declarando su apoyo a las ideas económicas de Musk y del presidente argentino de extrema derecha Javier Milei. Lindner admite que la AfD ha estado en lo cierto al afirmar que "el control de la migración es crucial para Alemania", pero afirma que el partido se opone a "la libertad y los negocios", sea lo que sea que eso signifique.

A pesar de esta simpatía, hay dos razones por las que la burguesía alemana todavía duda en incorporar a la AfD al gobierno. La primera es una ola de potenciales disturbios: ¿qué pasaría si millones de personas horrorizadas por el racismo de la AfD decidieran que necesitan tomar medidas más drásticas que protestar pacíficamente? La segunda es que la AfD mantiene numerosos contactos amistosos con Rusia y cuestiona la orientación "transatlántica" (pro OTAN) del imperialismo alemán, es decir, su subordinación a Washington.

Quién es el dueño de Welt

También ha habido abundantes críticas a Welt por publicar semejante apoyo a la extrema derecha, algo que, en general, ha sido un tabú en la sociedad educada de la Alemania de posguerra. En un eco del caos que se generó durante la campaña presidencial en EEUU cuando los multimillonarios propietarios del Washington Post y Los Angeles Times eliminaron el apoyo a Kamala Harris, al menos un editor de Welt renunció en protesta por la columna de Musk.

Sin embargo, no es casualidad que Welt publicara este artículo. Aunque a veces se lo presenta como un periódico "liberal", el director saliente, Ulf Poschardt, ha sido uno de los principales guerreros culturales de derecha de Alemania. Desde 1952, Welt ha sido propiedad de Axel Springer Company, que sirve como una "respetable" hoja de parra para una editorial que gana dinero con sus tabloides de extrema derecha. (Springer también es propietaria del sitio Politico en los Estados Unidos).

Mientras que periódicos de Springer como BILD denuncian constantemente a los activistas solidarios con Palestina, la empresa lleva el nombre de una figura de extrema derecha. Aunque no era miembro del partido nazi, Axel Springer militó en el Cuerpo Motorizado Nacionalsocialista (NSKK), afiliado al partido. Durante el fascismo, dirigió un periódico bajo la dirección del ministerio de propaganda de Joseph Goebbels.

Después de la guerra, Springer se casó con la hija de Werner Lorenz, general de las Waffen-SS y uno de los principales funcionarios nazis responsables de la limpieza étnica en Europa del Este. Con su suegro, un criminal de guerra nazi, Springer pudo limpiar su conciencia con un apoyo fanático a Israel: no tenía nada en contra de los judíos, siempre y cuando estuvieran lejos de Alemania.

Como informa James Jackson en The Telegraph, Matthias Döpfner, el actual multimillonario CEO de Springer, ha jugado un papel importante en la rápida deriva de Musk hacia la derecha.

Elon Musk y Henry Ford

Después de gastar cientos de millones de dólares para que Trump fuera elegido como nuevo presidente de Estados Unidos, Musk ha demostrado que no tiene intención de detenerse y que quiere ayudar a la extrema derecha a llegar al poder en todo el mundo. Los multimillonarios tienden a tener opiniones de extrema derecha y, a lo largo de la historia, los ultrarricos han respaldado al fascismo para proteger sus negocios ante las amenazas del movimiento obrero.

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Para luchar contra la extrema derecha y sus patrocinadores, los grandes capitalistas, no basta con "defender la democracia" apoyando a un partido burgués convencional. Son precisamente estos partidos los que atacan los derechos democráticos e implementan partes importantes de la agenda de la AfD, aunque de forma diluida. Por eso los socialistas revolucionarios se presentan a las elecciones alemanas del 23 de febrero con una plataforma que dice claramente que para luchar contra la extrema derecha, tenemos que luchar contra el gran capital. Tenemos que expropiar a multimillonarios como Ford, Musk y todos los demás.


Nathaniel Flakin

Periodista freelance e historiador. Escribe en Left Voice, EE. UU. y Klasse gegen Klasse, Alemania. También ha escrito bajo el seudónimo de Wladek.