El vicepresidente de la AETAT repite que los empresarios están al borde del quebranto, mientras mantienen cautivos a 600.000 usuarios afectados por la reducción del horario de circulación.
Maximiliano Olivera @maxiolivera77
Martes 30 de marzo de 2021 13:30
¿Empresarios "en quiebra"? Lo que no dice Berreta - YouTube
En su recorrido mediático, Jorge Berreta repite que los empresarios del transporte están al borde de la quiebra y que el servicio no está garantizado para el mes que viene. Ahora el vicepresidente de la AETAT recorre los medios defendiendo la reducción del horario de circulación de los colectivos, que afecta a unos 600.000 usuarios.
Lo que Berreta no cuenta es que él, junto a su hermano Hernán José, es accionista directo en 8 empresas que manejan 14 líneas urbanas e interurbanas. Se trata de las empresas La Nueva Fournier SRL (líneas 118, 121, 122, 131), Tandilense SRL (123, 125, 129, 141, 214), Leagas SRL (10, 110, 142), El Portezuelo UTE (118), Rayo Bus UTE (131), Autobuses Santa Fe SRL (10, 110), El Bicentenario SRL (campo) y Los Porteños SRL, sociedad que tiene por objeto el transporte y la venta de repuestos automotores. Además, es accionista en la empresa Metropolitana S.A, que maneja una de las tarjetas usadas por los pasajeros.
Mes a mes, los empresarios reciben $146 millones de subsidios por parte de la Nación y $81 millones por parte de la Provincia. Durante 2020, a nivel nacional recibieron $1824 millones ($152 millones por mes) y por la provincia $972 millones ($81 millones por mes), sumando un total de $2796 millones en el año. Sin embargo, ahora pujan por un aumento de subsidios y un nuevo tarifazo: lo expresó Berreta, para los empresarios el boleto debería rondar los $100.
Los empresarios no rinden cuentas por los millones que reciben, y algunos como Berreta acaparan gran parte de lo que se reparte de subsidios. Con un transporte sostenido por subsidios y por el pago del boleto, los empresarios presionan por sostener sus negocios. Los gobiernos -nacional, provincial y municipal- miran para otro lado mientras miles de trabajadores quedan a pie, varados o tienen que gastar lo que ganan en el día en un taxi para volver a sus casas. Un puñado de empresarios se impone sobre 600.000 usuarios.
Como plantea el Frente de Izquierda, queda más en evidencia la necesidad de estatizar el transporte público, bajo control de los trabajadores y usuarios, los únicos interesados en que este servicio esencial sea garantizado de manera barata y eficaz.