EXCUSAS EMPRESARIAS. Empresas alimenticias dicen que no pueden pagar el bono de fin de año

Daniel Funes de Rioja, titular de la Coordinadora de las industrias de Productos Alimenticios (Copal) adelantó ayer que sus empresas asociadas "no pueden afrontar" el costo de un bono de fin de año para los trabajadores.

El titular de la Copal señaló que "cualquier alternativa de bono no puede llegar impuesta al sector privado, desde el punto de vista de alterar lo convenido en paritarias, porque significaría mayores costos".

Mientras la CGT le sigue dando tiempo al Gobierno rogando por un bono de fin de año para los trabajadores públicos como para los privados, tras el deterioro de los salarios reales, los empresarios aprovechan la tregua de los dirigentes sindicales para justificar que sus costos suben, o directamente suspender y despedir trabajadores.

La Copal agrupa a empresas con fuerte peso como Arcor, Molinos, KraftFood, Nestlé, Pepsi y La Serenísima.

Las empresas que protege Funes de Rioja como Arcor, recientemente adelantó las vacaciones para 400 trabajadores. Además, cerró el año pasado con ganancias de $ 1.349 millones, contra $ 917 millones de 2014.

Por su parte, la empresa de la familia PerezCompanc (Molinos Río de la Plata) embolsó $ 1.095 millones en 2015.

Este año las medidas que implementó el gobierno como la devaluación, la quita de retenciones, lo que derivó en una escalada de la inflación representó una transferencia de recursos del Estado y la población de U$S 19.383 millones hacia compañías agroexportadoras, financieras, grandes empresas de alimentos y grupos industriales según los cálculos del Centro de Estudios para el Cambio Social (CECS).

Lejos de los lamentos de Funes de Rioja, para evitar pagar el bono de fin de año a los trabajadores, las empresas alimenticias ganaron en los últimos años y fueron beneficiadas además por las medidas del macrismo.