Los representantes del sindicato de metalúrgicos del ABC paulista se reunieron este viernes (4) con la dirección de Volkswagen de São Bernardo do Campo para dar inicio a las negociaciones referentes a la adhesión de la automotriz al Programa de Protección al Empleo (PPE).
Miércoles 9 de septiembre de 2015
FOTOGRAFIA: Planta de Volkswagen ubicada en la Rodovia Anchieta en São Bernardo do Campo, ABC Paulista.
El plan, que impulsa el gobierno de Dilma Rousseff, implica la reducción de la jornada laboral con reducción salarial y con aportes de dinero público para el pago de los salarios.
En enero de este año, la automotriz anunció el despido de 800 empleados de la planta de São Bernardo, que desencadenó una huelga que duró 10 días. Luego de ese período, empresa retrocedió y no hubo despidos.
La planta de São Bernardo tiene cerca de 12 mil empleados, de los cuales 8 mil trabajan en la producción y el resto en las areas administrativas, por lo tanto la empresa justifica que para adecuar la caída en la producción al efectivo de trabajadores, alejó a 2.237 metalúrgicos a través de suspensiones (lay-off) del 1 de junio hasta octubre de este año. La pretensión del sindicato es que luego de la vuelta de los trabajadores suspendidos, la empresa adopte el PPE, evitando así los despidos.
El programa del gobierno no garantiza estabilidad laboral a los metalúrgicos y reduce la jornada con reducción salarial. Entonces, los trabajadores siguen de esa forma pagando por la crisis. El sindicato, que debería organizar la lucha de los trabajadores para revertir los despidos, la reducción de la jornada sin reducción salarial, cierra con la patronal propuestas de ataque a los trabajadores, como hizo en la Mercedes-Benz levantando la huelga, adhiriendo al PPE y congelando los salarios.
Según el diario regional ABCD MAIOR, la automotriz alemana está entre las fabricantes de vehículos que presentaron caída en las ventas este año. Los datos de la Asociación Naconal de los Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea) revelan que entre enero y julio de 2015, el volumen de patentamento de automóviles de la marca fue 32,8% menor que el del mismo período del año pasado y el de comerciales livianos 18,8% abajo en la misma comparación. Sin embargo, la producción no para y la ganancia de los patrones tampoco. La crisis económica solo se siente en la mesa del trabajador brasilero. Los obreros no tienen acceso a los libros de contabilidad de la empresa, pero si lo tuviesen verían que hay recursos para garantizar el salario de todos.
El sindicato no debe ser un amortiguador de los golpes de las patronales contra los trabajadores, sino mostrar que la masa obrera, unida, puede combatir en forma contundente a todos los ataques de la burguesía imperialista. Sin embargo, con el rumbo que siguen los sindicatos dirigidos por la CUT, los trabajadores tienden cada vez más a bajar la cabeza frente a las imposiciones del patrón.