Pablo Pozzi, historiador de la UBA, así se refirió a aspectos de la historia racista del Estado norteamericano, sus orígenes, el esclavismo, el rol de las fuerzas Policiales, entre otros temas, en una entrevista en Pateando El Tablero, la izquierda en radio.
Lunes 29 de junio de 2020 10:08
Vos decías en otra entrevista que hay una tradición de reclamos en EEUU mediante motines, ¿Hay algo más profundo en estas protestas que han conmovido al mundo?
En este último tiempo hay algo más profundo que eso. Hay, efectivamente, una tradición desde el siglo XIX de explosiones por diversas cosas. El racismo y la violencia policial es muy conocido pero también cuestiones como problemas salariales, cuestiones de trabajo, etc. Esta situación es bastante distinta, porque las anteriores eran bastante acotadas, es decir, estaban limitadas a un sector social o a un sector étnico-racial. Y estas últimas movilizaciones han cruzado sectores raciales y demás. De hecho, tener movilizaciones de este tipo en más de setenta ciudades norteamericanas, revela que el problema es más de fondo. Conjuntamente con eso, las demandas de las movilizaciones que inicialmente eran de juzgar a los policías, y ahora han avanzado a reducir el presupuesto de las fuerzas policiales a través de EEUU, es notable. Además porque la policía ha seguido matando. No a cualquier negro, sino a trabajadores negros. No es que amasijan a cualquier negro dando vueltas por ahí. Sino que lo hacen en barrios obreros. Y son detenidos con extrema violencia y ejecutados. Entonces esto debería llamarnos la atención en función de varias cosas. ¿Porque continúa esta violencia policial tan alta a pesar de las movilizaciones? ¿Qué significan las movilizaciones en la actualidad? De hecho hay todo un movimiento que se está dando en EEUU de no pagar impuestos hasta que no bajen el presupuesto policial, cosa que me parece importante.
Por esto que decís que no se ejecuta a cualquier negro, sino que atacan a trabajadores negros, es decir que es una cuestión de clase. ¿Qué relación vez desde la historia de los EEUU entre la opresión racial y la explotación capitalista?
Lo de que no es cualquier negro te lo cuento con una anécdota. Cuando había asumido Obama la presidencia de los EEUU un sociólogo, crítico literario, Henry Louis Gates Jr., planteaba que la sociedad norteamericana estaba entrando en una era post-racista. Que no había más racismo, que había disminuido lo suficiente. Después de 6 meses, de haber hecho esta declaración, llegando a su casa, a este mismo hombre lo detuvo un patrullero policial y lo incriminó por tratar de meterse en una casa en las afueras de Harvard y lo molió a palos. Se armo un escándalo y hasta intervino el presidente de la Nación y los policías, en ese caso, fueron rápidamente suspendidos y se le pidió perdón al señor Henry Louis Gates Jr. Lo que revela varias cosas. Que el racismo no estaba en la era post-racismo ni por las tapas. Y la segunda cuestión es que el racismo también es una cuestión de clase y que eso es sumamente importante.
Habiendo dicho eso, pensemos un poco más. ¿Porque tal nivel de racismo en una sociedad como la Norteamericana? De racismo, de discriminación, porque además la discriminación no solo por criterios de raza, sino también étnica, religiosa. Hay una inmensa cantidad de cuestiones que tienen que ver en función de esto.
Si vos pensás que estados unidos es una sociedad que emerge con una estructura política y social escasamente democrática. Pensemos que los así llamados padres fundadores como Washington, Jefferson, Monroe, etc. eran esclavistas y grandes terratenientes. El segundo presidente de EEUU era abogado de los esclavistas comerciantes. Entonces lo que emerge es un sistema político donde el voto era indirecto, es decir había colegio electoral. Esto les permite retener el poder político en las manos de estos tipos. Entonces, ¿Cómo hacer para convencer a la gran mayoría de la población de que este sistema político es de ellos y no de los poderosos contra los cuales se acaban de pelear en una guerra de independencia?
Bueno lo primero que haces es simple, reprimís. O sea, hay una cantidad de levantamientos e insurrecciones en EEUU, antes de 1800, que fueron salvajemente reprimidos por el ejército de Washington. Ahora la represión no alcanza para mantener la constitución, porque eventualmente te acostumbras a la represión y se vuelve algo normal y no un elemento disuasorio. La represión es algo a ser utilizado en ciertos momentos y en instancias en donde querés infundir miedo. Y a partir de ahí tenés que desarrollar un discurso de convencimiento, una narrativa, o sea una hegemónica. Lo que hace EEUU es que desde la educación, los diarios, el discurso religioso, etc. Se plantea que EEUU es una sociedad excepcional, libre. Si revisas los libros de textos con la independencia llega la libertad de todo el mundo en EEUU, menos de los negros. Ni de las mujeres que no podían votar, ni de los inmigrantes católicos.
Entonces estás hablando de un discurso donde están convencidos y logran convencer a un sector amplio de la población de que EEUU es el mejor de los países posibles. Cuando esto choca con la realidad lo que hay es protesta social. Entonces, ¿Cómo haces para controlar la protesta social de las amplias mayorías a las cuales no pensás entregarles nada? Apuntas a dividirlos. Aplicas una cantidad de criterios básicos, desde la cooptación de sus líderes, es decir, compras a los Obama, a los Will Smith, a los Denzel Washington y compañía que se integran a la clase dominante. Y al mismo tiempo les planteas a un sector de la población que los negros son inferiores, son salvajes, son niños, son inhumanos, o musulmanes, o católicos o judíos, o bueno, el que te guste en tono a eso. Los que se integran de repente no son más negros, porque el único color que en Estados Unidos es el verde, el color del dólar. Entonces vos combinas un discurso hegemónico de dividir con niveles importantes de represión, en esto te colabora parte de ese sector que supuestamente está “oprimido”. O sea, ¿Quién es el que negocia con los negros? Son aquellos negros pero que se han integrado a estratos superiores de la sociedad, son los tipos predicadores, empresarios, comerciantes, policías.
Todos los políticos negros en estas movilizaciones han llamado a la paz y a la no violencia, esto es por lo menos notable. ¿Cuántos de ellos han llamado a reformar, cambiar y modificar a la policía? Ninguno. Ahora bien, dividiendo eso, significa una cosa muy puntual que el racismo se convierte en el elemento de dominación fundamental en la sociedad, si a eso lo combinas con el desarrollo del neoliberalismo, entonces te encontrás con que la problemática es aun más aguda porque el neoliberalismo hace una cosa muy puntual: transparenta las relaciones de dominación y de explotación, vos ya las ves. Donde antes vos podías pretender en 1960, vos obrero que, trabajando duramente en una fábrica podías aspirar a tener tu casita, a tener tu coche y mandar a tu nene a una universidad berreta, pero universidad y que por ahí llegara a ser un profesional, ahora ya no. Entonces tenés con el neoliberalismo el 25%, 23% dicen algunos, 27% otros de la población norteamericana a nivel de pobreza, si a eso le agregas la crisis de 2008 donde muchísimos trabajadores pierden sus casas y si encimas le agregas la pandemia en donde los niveles de pobreza y desempleo se vuelven atroces, mientras los empresarios hacen cada vez mas plata, lo que hay es una contradicción terrible en términos de dominación y control social.
¿Y qué haces en función de eso? Y lo primero es que la policía se hace cada vez más fuerte y cada vez más elemento represor, entonces ahí hacen reformas notables en la policía. Una reforma puntual es la militarización de la policía a partir del gobierno, otra reforma es la reforma legal, donde si el policía alega que estuvo actuando de buena fe, o sea te mató pensando que ibas a sacar un arma, el policía es impune, o sea no puede ser juzgado. La doctrina de la buena fe es una doctrina aprobada por la corte suprema norteamericana, primer fallo en el 84 el último en el 2009. Esto implica que los policías que ejercen una represión despiadada, no son culpables, o sea no tienen límites, a eso agrégale un tercer elemento: en los últimos veinte años muchos de los policías que se incorporan a las fuerzas policiales norteamericanas son veteranos del ejército, o sea tipos que viene de Afganistán, de Irak, eso implica cosas muy puntuales: una cosa es evidente, esto tipos vienen de una experiencia de varios años de estar en países ocupados, donde tenían mano libre de hacer cualquier cosa y donde consideraban básicamente a esa población como “animales y salvajes”; y está lleno de cuestiones de violaciones, de torturas, asesinatos y barbaridades que han hecho en todos estos países ocupados.
La segunda cuestión es que estos tipos tiene capacidades militares, o sea, entrenamiento, armamento, etc., pero que además están muy locos, o sea lo digo poco académicamente, pero regresan de una situaciones terribles donde además de hacer cualquier cosa, son obviados y los quiere mandar a enfrentarse a una población norteamericana, en este caso en zonas pobres, a muchos les recuerda a lo que vivieron en el ejército, sino que además la doctrina policial, esta doctrina militarizada les enfatiza que tiene que actuar en las barriadas obreras como en “territorio ocupado”. Entonces si combinás militares, militarización de la policía e impunidad, vos lo que tenés es un cóctel terrible en términos de represión, que lo que hace es una problemática más aguda en términos de lo que se dice que es Estados Unidos y lo que realmente es y esto lo que revela son un par de cosas: una crisis bastante profunda, por ahora de legitimidad, veremos si es una crisis orgánica el día de mañana. O sea, todas las encuestas te dan que la mayoría de la población norteamericana, aun la de derecha, no cree en las instituciones (¿parece la Argentina, no? Pero bueno). Los tipos con menos popularidad en Estados Unidos son diputados y sindicalistas. Claro, unos se dedican lo que quieren hacer Wall Street y otros también. Entonces ¿Qué haces si las instituciones están desprestigiadas para canalizar el descontento de la gente? El descontento de la gente de canaliza en las calles, pero vos ahí aplicas represión, después apuntas discurso pacifista, prácticas “gandhianas”, etc y le agregas una tercera cuestión: hay que ver cómo coptas a la dirigencia, a los nuevos líderes de esas protestas, y eso es lo que vamos a estar viendo.
Muy interesante lo que acabas de contar Pablo, sobre todo muy claro. ¿Algo más
que nos quieras contar para cerrar esta entrevista?
Para ir terminando, una cosa que a mí me preocupa en particular que es la situación internacional que se destapa a partir de la pandemia. Ya antes se venía de una competencia aguda con China y con Rusia de Estados Unidos, la pandemia y todas esta protestas lo que transparentan es la decadencia norteamericana, las contradicciones internas, los problemas etc., en un contexto donde el poderío militar ruso sigue siendo muy fuerte y su alianza con el poderío económico chino, que además también tiene poderío militar es importante. China parece estar emergiendo de la pandemia en mejores condiciones por lo menos que Estados Unidos. Entonces,
¿Qué van a hacer los norteamericanos frente a esto? La respuesta normal,
históricamente ha sido “nos metemos en una guerra y salimos de la crisis”. Ahora, ésta no ha sido una guerra. Entonces lo que podemos esperar es una agudización y profundización de la conflictividad con China y con Rusia (eso creo yo) y conjuntamente con eso unas consecuencias bilaterales. Porque la guerra fría anterior contra la URSS, las relaciones económicas entre Estados Unidos y la URSS no eran muy grandes. El día de hoy las relaciones económicas con China y con Rusia son inmensas. Una guerra comercial, una guerra fría con estas potencias puede generar consecuencias imprevista en la economía norteamericana, con solo decirte que la mayor parte de los bonos norteamericanos los tienen los chinos y los japoneses pero ¿Qué pasa si baja el valor de esos bonos? ¿Qué pasa si los chinos los venden? Esto en un contexto en donde las protestas no parecen ablandar y donde cada vez parecen politizarse más.