Vecinos denuncian que en sus barrios falta la comida, el agua y la luz para pasar la cuarentena y cuidarse del contagio por coronavirus.
Paula Canalis Docente. Lista Marrón, Agrupación Nacional 9 de Abril
Miércoles 25 de marzo de 2020 17:35
En el transcurso de estos días han llegado a La Izquierda Diario denuncias de vecinas de Lomas de Zamora planteando que sufren cortes de luz y de agua. Asimismo, sostienen que no tienen comida producto de que trabajan en negro o haciendo “changas” y ante la crisis sanitaria y económica vieron reducidos sus ya magros ingresos.
"Nos cortaron la luz y hay falta de agua en el barrio de Villa Centenario, Banfield. Siempre es lo mismo, los cables están viejos y no hacen cambio de cableado. Cada 15 o 20 días vivimos sin luz ni agua. ¿Así cómo afrontamos esta pandemia?", fue el planteo de uno de los vecinos, en un barrio donde son mayoría de trabajadores.
También una docente comentó la situación de una una mujer de Ingeniero Budge: "Seño, ¿sabe si van a dar mercadería en la escuela? Porque tenemos harina y algunas cositas pero desde que estamos en cuarentena no quiero que mi hijo salga con el carro porque hay mucha policía. Anoche, la policía maltrató enfrente de casa a una mujer diciéndole toda clase de insultos hasta que se la llevaron detenida. Inclusive sacan a patadas a los chicos que duermen en la estación que está acá cerca, que son los trenes que van a Haedo". Y sigue "acá hay algunos comedores pero no funcionan todos los días y a veces cocinan y otras veces solo dan merienda".
Desde el Gobierno aún no han dicho cuándo entregarán nueva mercadería en las escuelas. Tampoco se han acercado desde el municipio a ofrecerles ayuda.
"Acá cuando sale agua yo lleno dos tanques y algunos bidones y tengo que usar poco para que alcance. Antes de la cuarentena compré un bidón de cloro porque hay que tener limpio. Es muy difícil. Nosotros tenemos caballos y les estamos dando pan duro que nos regalan en la panadería. Por suerte en casa ninguno tiene síntomas de nada, pero somos muchos y se complica", cuenta otro vecino.
Los ejemplos se multiplican: "Hola, necesito la mercadería" es el mensaje que llega a la página de Facebook de la Lista Marrón/Pan y Rosas Lomas de Zamora. Y sigue: "Tengo dos hijos que van a la secundaria". Si en las escuelas primarias y jardines se entregó mercadería insuficiente la semana pasada, en las escuelas secundarias con suerte se entrega merienda ¡Como si los adolescentes no comieran!
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Los docentes han expresado voluntad de colaborar solidariamente en esta situación, como se demostró en La Matanza, Tigre.
Los dichos de Sergio Berni, ministro de seguridad de la Provincia de Buenos Aires, expresando que las fuerzas de seguridad solo entran a los barrios "donde nadie entra" son falsos en dos sentidos. Primero, porque trabajadores de la educación y de la salud desempeñamos nuestra tarea en barrios donde reinan las llamadas "necesidades básicas insatisfechas" y también vivimos en ellos. Y segundo, porque estas denuncias demuestran que nadie está brindando ayuda a las familias que no tienen ingresos fijos o que los vieron reducirse con la cuarentena.
Los lazos solidarios se tejen en cada barrio, donde se ayuda al que no tiene o se canjean cosas. Las familias hacen enormes esfuerzos para sostener la cuarentena obligatoria dictada por el presidente Alberto Fernández como parte de la estrategia para enfrentar la pandemia de coronavirus.
La estrategia: cuarentena y represión
Mientras esto ocurre, la otra parte de la estrategia es poner más policías en las calles y una fuerte campaña mediática de denuncia a quienes “rompen” la cuarentena.
Además muestran al Ejército repartiendo comida en los barrios. A horas de haberse conmemorado un nuevo aniversario del golpe genocida de 1976, pretenden lavarle la cara a esta institución responsable de torturas, detenciones y desapariciones de miles de personas durante la última dictadura cívico militar.
El hashtag #EsElMismoEjércitoAyerYHoy estuvo entre las tendencias en Twitter este martes con miles de personas denunciando a esta institución, que en lugares como Haití donde hacen "misiones humanitarias" multiplica las violaciones a los derechos humanos.
¿Qué puede esperarse de esta fuerza repartiendo alimentos en barrios donde cientos de niñas se encuentran desesperadas por un plato de comida? No paran de circular videos de la policía maltratando jóvenes como en Rosario, patrulleros amenazando a la gente con altoparlantes reproduciendo el mensaje de la película "La Purga" o queriendo detener a los trabajadores de Pedidos Ya por encontrarse obligados a trabajar.
Inclusive videos como el de una trabajadora de la salud que cuenta cómo fue insultada por vecinos durante las cuatro cuadras que caminaba hasta la parada del colectivo para ir a su trabajo.
"En casa somos nueve. Mi marido y yo, mi yerno y mis seis hijos. Una de mis hijas está embarazada y no podemos cobrar por ventanilla en el banco para comprarle pañales al bebé que está por nacer porque todavía no le dieron la tarjeta. Mis hijos toman mucha leche y no estamos pudiendo comprarla. Yo cocino una vez al día y a la noche les hago una taza de té". Denuncias como esta son botones de muestra de las situaciones en las que miles de personas afrontan el "Yo me quedo en casa". Para muchos no es tan fácil.
Las mujeres al frente
La mayoría de las denuncias que llegan a este medio son de mujeres que sostienen o administran la economía de sus familias. Ellas son las que históricamente se ocupan de las llamadas "tareas de cuidado" y son doblemente explotadas, primero en su trabajo y luego en su hogar haciendo las tareas domésticas por la que no perciben ningún salario.
Desde alimentar una familia, mantener la higiene de una casa hasta cuidar de la salud de la población como las trabajadoras de un hospital o llevando adelante la tarea de educar.
Ante la crisis sanitaria y económica nos hacen llegar la situación en sus hogares y barrios, y también los modos en los que tratan de llevar un plato de comida a sus casas todos los días.
Están hartas y no quieren que la salud de sus seres queridos esté en peligro.
La delicada situación que se expresa con crudeza producto de la pandemia no es la excepción.
Los gobiernos son responsables
Los gobiernos nacional, provincial y municipal son plenamente conscientes de esta situación, pero aún así los alimentos que llegan a los barrios y escuelas son absolutamente insuficientes, y ni hablar de los elementos de higiene necesarios para el cuidado y prevención.
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Hace unos días plantearon un subsidio por única vez de ¡10.000 pesos! para trabajadores informales, que recién se cobrará a mediados del mes de Abril, pero la urgencia existe hoy. No hay que ser un experto en economía para saber que con ese dinero no se puede vivir y menos aún afrontar las exigencias sanitarias de una pandemia.
Alberto Fernandez, Axel Kicillof, Martín Insaurralde y el resto de los intendentes son responsables por la vida de las millones de personas que habitan la Provincia de Buenos Aires y que por acción o por omisión hoy se encuentran en una situación de alta vulnerabilidad.
La Izquierda Diario, una herramienta para organizarse
Ponemos nuevamente este diario a disposición de trabajadores y trabajadoras, así como de jóvenes para que hagan sus denuncias y así se difunda su situación.
Les invitamos a que nos envíen fotos de sus barrios, videos, audios, testimonios.
Queremos además de difundir, ser un medio para la organización de los trabajadores, de las mujeres y de los jóvenes.
Hay ejemplos como el de los trabajadores del aeropuerto de Ezeiza, las docentes en La Matanza y Tigre, las enfermeras del Hospital Lucio Meléndez que demuestran que los lazos solidarios y organizados de los trabajadores son los que pueden lograr que atravesemos en las mejores condiciones posibles esta pandemia y salgamos de ella luchando por una vida que merezca ser vivida.