Lucila Hernández García, una de las voceras recibió agresiones en su casa y 14 jornaleros permanecen detenidos desde marzo. Mientras que la patronal niega aumentos superiores al 15% y la CROM afirma que peleará por quedarse con los contratos de los trabajadores.
Sábado 23 de mayo de 2015
El 16 de mayo los empresarios de San Quintín desconocieron el aumento salarial cercano a 200 pesos que prometió el gobernador de Baja California Francisco Vega de Lamadrid durante la última reunión oficial con los jornaleros en Ensenada. Lo único que están dispuestos a dar es un 15%.
Actualmente los jornaleros ganan entre 100 y 120 pesos diarios. Eso significaría que el máximo de aumento dispuestos a otorgar es de 18 pesos, muy lejanos a los 200 que exigen los jornaleros como un salario justo para cubrir las necesidades más básicas, propias y de sus familias. Cabe recordar que los primeros días de la lucha, los jornaleros exigían un aumento salarial que llegara a 300 pesos.
En la mesa de negociación, los representantes del gobierno propusieron cabildear con la patronal –cuyas ventas se contabilizan en dólares– por un aumento salarial cercano a 200, “y lo que faltara para llegar a esa cantidad lo pondría el gobierno”. Hasta el momento “no se conoce un mecanismo por el cual el gobierno aportará los recursos adicionales para cubrir el diferencial y responder con el salario señalado”
La CROM al acecho de las conquistas de los jornaleros
En la mesa de negociación no estuvo el esperado subsecretario de gobernación que volvió a dejar a los jornaleros plantados. Pero en su lugar llegó más comitiva a la reunión. Acompañando a los representantes del gobierno federal y local llegaron los representantes de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM).
Esta presencia se debe a que una de las conquistas de los jornaleros de San Quintín fue el reconocimiento sindical de la Alianza de Organizaciones Nacional, Estatal y Municipal por la justicia social del Valle de San Quintín. Este fue un acuerdo firmado con el gobierno.
Con esta conquista, una organización de los trabajadores agrícolas podrá tener el derecho de obligar a la patronal a sentarse a negociar los salarios y las condiciones de trabajo de las y los jornaleros.
Cuando una organización sindical es organizada democráticamente por los trabajadores de base para que representen sus intereses como clase trabajadora, es una herramienta muy poderosa.
Conscientes de ello es que el gobierno llevó a sus aliados sindicales charros a la reunión. La CROM, han anunciado oficialmente ya, está interesada en usar todos sus recursos materiales, económicos y legales para quedarse con los contratos de los trabajadores de San Quintín. Estos charros son un peligro para el movimiento, frente al cual los valientes y combativos jornaleros de San Quintín no deben descuidarse para poder doblegarlo.
14 jornaleros siguen detenidos y una vocera es agredida
Mientras tanto, después de la reunión, 4 jornaleros que fueron detenidos unos días antes fueron liberados. Sin embargo, los 14 que fueron detenidos en los primeros días de las movilizaciones continúan presos en las cárceles del estado.
Además, el 19 de mayo fue atacada durante la madrugada la casa de Lucila Hernández García, una de las voceras del movimiento en la región. Desconocidos lanzaron piedras y rompieron las ventanas del domicilio donde vive la vocera y su familia. Los agresores lograron huir sin ser detenidos ni identificados, aunque Lucila Hernández señala como probables responsables a los empresarios agrícolas de la región.
San Quintín, la otra cara de la súper explotación agrícola
San Quintín es el más crudo reflejo del capitalismo en el campo. Las jornaleras y los jornaleros son campesinos, muchos de ellos jóvenes, convertidos en trabajadores asalariados en tierras ajenas, después de haber migrado miles de kilómetros de sus hogares. Las tierras que trabajan son grandes latifundios muy productivos que cuentan con tecnología de riego, fertilizantes y otros tipos de tecnología agrícola.
La patronal no va a ceder nada de sus ganancias millonarias mientras tenga al gobierno y a sus fuerzas represivas velando por sus intereses. La mejora en las condiciones de vida de los jornaleros se va a conseguir por la lucha y con la solidaridad de todos los sectores de trabajadores, y eso lo saben muy bien los trabajadores agrícolas y no agrícolas de Estados Unidos que han apoyado a San Quintín, y los sindicatos integrantes de la Nueva Central de Trabajadores (NCT) que se han sumado activamente a la solidaridad con San Quintín.
Mientras la tierra no sea de quien la trabaja, en el mundo seguirán existiendo cruentas condiciones de semiesclavitud para los trabajadores del campo y los campesinos pobres.
.