Provincia de Buenos Aires. En la Sexta Sección, ¿"todos unidos ajustaremos"?

A tono con la principal resolución del Congreso del PJ, donde se avanzó en la idea de unificar a los diversos sectores del peronismo de cara a la campaña electoral, dirigentes de la 6ta Sección (que comprende partidos como Bahía Blanca, Coronel Rosales, Tres Arroyos, Carmen de Patagones, Coronel Suarez, etc., entre otros) firmaron un documento donde se comprometen en avanzar en la unidad electoral contra el gobierno de Cambiemos.

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En el primer párrafo del documento firmado por intendentes, concejales, senadores, diputados, dirigentes sindicales y políticos se ponen como objetivo " la unidad de todos los sectores para construir un frente electoral amplio y generoso que nos posibilite el triunfo en las próximas elecciones nacionales, provinciales y municipales."

Si hablamos de "generosidad", debemos empezar por señalar la colaboración que varios de los firmantes de este comunicado tuvieron con el gobierno de Macri y Vidal para hacer pasar el ataque sostenido contra el pueblo trabajador y sus condiciones de vida. Es que podemos encontrar, por citar un ejemplo, a la saavedrense Marisol Merquel, Vicepresidenta de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, quien jugó un destacadísimo rol en la versión bonaerense del saqueo a los jubilados de fines de 2017, dándole el quórum necesario a Vidal para que pueda arrebatar fondos de la caja de jubilaciones del Banco Provincia, apenas semanas después de haber generado una fuerte crisis hacia el interior del bloque por haberle votado el presupuesto. En su momento, el dirigente "camporista" de Bahía Blanca Gabriel Godoy, también Diputado de la Provincia, salió fuertemente al cruce de quien era considerada una "traidora". Hoy la firma de el aparece pegada a la de ella.

Otro referente del peronismo regional que alguna vez le votó un presupuesto de ajuste a Vidal es Marcelo Feliú. Antes de volver a Bahía Blanca para ser concejal, dejó un último favor a la gobernadora pronunciandose afirmativamente sobre un presupuesto de ajuste, en una de sus últimas apariciones como Diputado Provincial. El bloque que integra actualmente en el Concejo Deliberante de Bahía Blanca, CUMPLIR (¿les suena Randazzo, aquel que el kirchnerismo señalaba en 2017 de cómplice de Macri al dividir los votos peronistas?) es campeón en garantizar desde el legislativo municipal que salgan las distintas medidas antipopulares que propone Héctor Gay, el macrista intendente que siendo uno de los funcionarios mejor pagos del país viene deteriorando notablemente la calidad de vida de los trabajadores y el pueblo en Bahía Blanca. De esta rama del peronismo, mas de una vez intentaron despegarse los tres concejales de Unidad Ciudadana, que con el ex periodista Carlos Quiroga a la cabeza buscan ser una alternativa progresista con guiños a sectores de trabajadores, el movimiento de mujeres y la juventud denunciando ante las cámaras ciertas medidas del gobierno de Cambiemos. Pero sí, adivinaron, todos firmaron por la unidad con los cómplices del ajuste.

La lista es larga y podríamos detenernos en varios de sus suscriptores. Pero es necesario destacar que entre conservadores eclesiásticos y progresistas, entre sojeros obstinados y camporistas, entre cegetistas aliados a la UOCRA, cuya conducción fue descabezada y encarcelada por narcotráfico, y dirigentes tradicionales de la CTA, quienes hace un año se juntaron para poner en pie el 21F aunando esfuerzos en asegurarle la tregua a Macri conteniendo la bronca de amplios sectores del Movimiento Obrero, aparece el nombre de Dámasso Larraburu. Sí, el ex Diputado Nacional y ex presidente del Banco Provincia, armador histórico del PJ, que pasó por todas sus distintas alas en la región. Sin ir mas lejos, fue el operador que reunió a Breitenstein con el entonces presidente Néstor Kirchner, luego de la movida "destituyente" de Rodolfo Lópes (otro de los firmantes) de la intendencia de Bahía Blanca. Para luego saltar a la vereda del massismo contra Scioli y CFK en 2015. Personifica, para amplias franjas de la población de la Sexta Sección lo peor de la casta política, y no es para menos.

Pero los nombres propios no dejan de ser sólo la cara visible, la personificación, de un peronismo que promete "un futuro de trabajo, de dignidad y de alegría para los 16 millones de bonaerenses que hoy sufren las dolorosas consecuencias de la crisis económica provocada por la impericia y la falta de sensibilidad de Cambiemos" pero que gobernando varios distritos de la sección, teniendo presencia fundamental en los parlamentos y dirigiendo, en suma, casi la totalidad los sindicatos no lograron frenar uno solo de los embates del gobierno de los ricos contra los trabajadores, las mujeres y la juventud.

Mientras referentes nacionales del kirchnerismo como Kicillof se reúnen con el FMI
para ver los términos en los que continuará el saqueo de los especuladores sobre nuestro bolsillo en caso de que el peronismo vuelva al poder, en una región que produce miles millones de dólares anuales producto de las exportaciones cerealeras, ganaderas y la producción petroquímica, dólares que embolsan monopolios imperialistas como Cargill o pulpos como Dow, ninguno de todos estos referentes plantea cómo es que van a dar una salida favorable a las grandes mayorías sin afectar las ganancias capitalistas.

Por otro lado, si en algo coinciden muchos sectores de quienes firman, es en la política de militarizar los barrios populares y mantener a raya a la juventud, pues no son pocos quienes se han manifestado mas de una vez por la baja de la edad de imputabilidad y han garantizado, en sus distritos, el reforzamiento de las fuerzas represivas para que, en momentos de crisis social, avance la represión.

A su vez, mientras crece en todo el país la marea verde y se prepara para salir masivamente a las calles este 8M a exigir sus derechos, este documento es firmado por sectores ligados por mil lazos a la Iglesia Católica e incluso Evangélica, quienes mas fervientemente militaron contra el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo, como demostró la votación en el Senado el año pasado, donde la mayoría de los votos antiderechos vinieron del Partido Justicialista. La exhortación de Cristina Fernandez de Kirchner a "unir pañuelos verdes y celestes", hecha comunicado.

Desde el PTS en el Frente de Izquierda, proponemos un programa de emergencia para que la crisis la paguen los capitalistas. Entre las medidas fundamentales, se encuentran la ruptura con el FMI y el no pago de la deuda pública a los especuladores. Esa deuda, que tuvo un gran salto durante la dictadura militar, es ilegal, ilegítima y fraudulenta. Hay que destinar esos recursos, que en 2019 llegarán a $ 600.000 millones, a las necesidades de las grandes mayorías. Junto a esto, planteamos otras medidas indispensables como recuperar el salario y las jubilaciones indexados mensualmente según la inflación, el reparto de las horas de trabajo para terminar con la desocupación y las jornadas extenuantes para los que tienen trabajo, acabar con las privatizadas mediante su estatización bajo gestión de trabajadores y usuarios populares para que los servicios esenciales dejen de ser un negocio. A su vez, estamos por el derecho de las mujeres a decidir, el aborto legal, seguro y gratuito y la separación de la Iglesia y el Estado.

Creemos que es necesario, para poder llevar adelante este programa, romper con la falsa polarización que nos quieren vender entre macrismo y peronismo como únicas alternativas reales de poder. Está a la orden del día pelear en todos los lugares de trabajo y de estudio, en el movimiento de mujeres, en la juventud, en las calles, por poner en pie una alternativa de trabajadores y sectores populares para, de una buena vez, dar vuelta todo.