Ante la cuarta ola de Covid-19 en México, vinculada a la variante Ómicron, gobiernos de 12 entidades pospusieron el regreso a clases presenciales, desoyendo las indicaciones de la SEP que, sin importar los riesgos, determinó la vuelta a las escuelas a partir del 3 de enero.
Lunes 10 de enero de 2022
En el resto de los estados y la Ciudad de México sí volvimos a clases presenciales luego de las vacaciones aunque, como ha sido desde el inicio del ciclo escolar, sin condiciones seguras:
- A las y los trabajadores de la educación no se nos ha aplicado el refuerzo de la vacuna, cuyo inicio se pospuso para el 12 de enero.
- Menores de 15 años siguen sin estar contemplados para vacunación, a pesar de que la falta de vacuna significa mayor riesgo de agravamiento ante un contagio.
- En las escuelas no se garantizan por parte de la SEP insumos de protección, que corren a cargo de madres, padres y personal escolar; en algunos casos ni siquiera se garantizan servicios básicos, como el agua, y muchos menos se cuenta con personal médico, de enfermería y psicología.
Minimizando los riesgos y a pesar de que se ha roto el récord de contagios, por encima de la salud el gobierno federal y gobiernos como el de la CDMX priorizan la economía, es decir, las ganancias empresariales, para lo cual la movilidad masiva que implica la presencialidad en las escuelas juega un papel importante.
Te puede interesar:
Avanza “cuarta ola” de covid-19 en México
Te puede interesar:
Avanza “cuarta ola” de covid-19 en México
En todo esto, la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) ha sido cómplice, avalando la vuelta a las aulas y ahora jactándose del anuncio del refuerzo de la vacuna para los docentes, personal administrativo y de apoyo a la educación, como si hubiera sido gracias a su gestión, cuando el mismo tuvo que haberse aplicado desde octubre y noviembre del año pasado.
Por su parte, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), aunque en estados como Oaxaca ha determinado no regresar a clases presenciales, ha carecido de una política para impulsar la organización del magisterio nacional, junto a madres y padres de familia, para exigir condiciones seguras para el retorno a las escuelas.
¿Cómo conquistar condiciones seguras?
Frente a las políticas gubernamentales ante la pandemia y los intereses empresariales que representan, las trabajadoras y trabajadores de la educación de la agrupación Nuestra Clase planteamos la necesidad de la vacunación para toda la población menor de 15 años y hasta los 5 años, como se viene haciendo en muchos otros países; pruebas de diagnóstico periódicas y gratuitas a toda la comunidad escolar; servicios de agua, electricidad e internet en todas las escuelas; cubrebocas adecuados, jabón y gel antibacterial para alumnas, alumnos y personal escolar; medidores de CO2 en cada salón de clases; personal médico, de enfermería, psicología y orientación en cada escuela; todo garantizado por la SEP.
En tanto no contemos con condiciones realmente seguras y mientras la cuarta ola se mantenga en ascenso, opinamos que hay que suspender las clases presenciales y el gobierno federal, junto a los estatales, deben garantizar conectividad gratuita a internet, así como equipos de cómputo para todos los docentes y alumnos para la educación a distancia.
Para conquistar dichas condiciones es fundamental organizarnos desde las escuelas, exigiendo a los delegados sindicales que convoquen a asambleas para deliberar democráticamente qué podemos hacer ante la situación actual; también impulsar la unidad con madres y padres de familia, así como la coordinación entre escuelas, zonas, regiones y a nivel nacional, para la movilización en defensa de la salud y la educación pública.
Nuevamente llamamos a la CNTE a romper la tregua con el gobierno de la 4T y a ponerse al frente de impulsar esta perspectiva.
Te puede interesar:
¿Qué desafíos tenemos las y los docentes en el 2022?
Te puede interesar:
¿Qué desafíos tenemos las y los docentes en el 2022?