A las dificultades económicas y las escasas políticas culturales para los artistas se suman las restricciones municipales. Desde La Izquierda Diario conversamos con Elso Caner, protagonista de un episodio reciente.
Sábado 9 de octubre de 2021 09:16
Este viernes se hizo público un vídeo subido a instagram por Elso Caner, músico local, donde puede verse a efectivos policiales y de la municipalidad instando al artista -que se encontraba actuando en la peatonal Sarmiento- a interrumpir su presentación y abandonar el lugar. Los motivos, según puede verse en el vídeo, son que los agentes se encontraban "de operativo", que Caner no contaba con la licencia correspondiente para ejercer la actividad en la vía pública y que "es una molestia para los vecinos".
La práctica de los toques "callejeros" en escenarios concurridos (especialmente la peatonal Sarmiento, un centro turístico de la Ciudad) tiene una larga tradición y es una de las pocas maneras en la que los músicos locales pueden sostenerse económicamente mediante su oficio. En ese sentido, Caner afirmó en diálogo con este medio que "hace 10 años voy a tocar a la peatonal" y siempre hemos tenido problemas con la municipalidad".
"Cuando te ven tocar te mandan dos o tres patoteros a pedirte el permiso, y cuando uno va a gestionarlo a la municipalidad no te lo quieren dar o te mandan a otro lugar donde no vas a recaudar lo mismo, así es como funciona".
La precarización laboral y la falta de políticas públicas afecta gravemente a los artistas, algo que se vió agravado por la pandemia debido al cierre de espacios culturales. Esto viene siendo denunciado por organizaciones y colectivos artísticos como la Asamblea de Artistas Visuales de Argentina, quienes vienen organizando un relevamiento de la situación de los artistas Plásticos de la provincia, y la Asamblea de Trabajadorxs de la Literatura.
Caner destacó ademas otros procesos colectivos: "En el 2015 nos organizamos un caudal importante de artistas, sumamos el apoyo de artistas de todo el país y conseguimos poder tocar en la calle", aunque fue un acuerdo de palabra y "dependiendo del temperamento de la municipalidad ese día, te mandan a los inspectores a que te saquen".
Con respecto a las molestias que pueden generar a los vecinos, declaró: "Ya lo hemos refutado antes, no generamos más niveles de presión sonora que cualquier auto, jamás. Nos hemos sabido defender siempre de esas acusaciones de la municipalidad".
Comentó que estas cosas "pasan siempre en todos lados, el arte callejero es bastardeado por los organismos que se encargan de los espacios públicos y estamos acostumbrados."
"Realizamos un trabajo social y cuando la inflación sube, nuestros ingresos bajan porque a la gente cuando le cuesta más recorta en arte y cultura. No hay una promoción de que esas cosas son necesarias, siempre son sinónimos de distensión y no de aporte a la nutrición de la sociedad."