×
×
Red Internacional
lid bot

TRABAJADORAS DE LA SALUD. Enfermera del Argerich denuncia maltrato y persecución de las autoridades

A través de una carta pública, Gladys Nartalo, quien forma parte de Enfermeros Autoconvocados, denuncia persecución, intimidación y amedrentamiento a ella y a quienes están obligados a luchar por ser reconocidos como profesionales y por sus salarios.

Martes 8 de diciembre de 2020 14:50

Gladys Nartalo es enfermera del Hospital Argerich y forma parte de Enfermeros Autoconvocados. Escribió una carta pública para denunciar la situación que atraviesan las y los trabajadores de la salud.

La enfermería está en las calles desde hace más de 3 meses. El reclamo de salud crece cada día más en las calles. El gobierno no da ninguna respuesta a quienes pusieron sus vidas y su salud en esta pandemia. En los hospitales empezó una verdadera cacería por parte de las autoridades a quienes se organizan. La situación que describe Gladys, se repite en testimonios de otros hospitales, como el Fernández.

En la unidad está la fuerza, dice el famoso refrán. Por eso la solidaridad, y la unidad por parte de todes les que defendemos la lucha de los trabajadores esenciales y la salud pública hoy es muy importante. Y también la respuesta de las organizaciones y funcionarios a las que ella apela.

A continuación reproducimos la carta. Desde este diario invitamos a difundirla y nos ponemos a disposición de todos los trabajadores que necesiten hacer visible su denuncia.

“¿Se dieron cuenta? Enfermería está en las calles. Enfermeres marchan, acampan en Plaza de Mayo, en el Congreso, realizan marchas, actividades, asambleas, medidas de fuerza. Todo en pos de un justo y genuino reclamo, en un contexto social que vivimos en CABA. El reclamo es el pase a la carrera profesional, ley 6035. Cabe aclarar que es una parte de nuestra lucha, porque la otra parte es por todos los colegas del país, que al igual que nosotros están con vergonzosas y precarias condiciones laborales. El no reconocimiento de nuestra profesión, asi como de bioimágenes e instrumentación quirúrgica, logra la desvalorización y desjerarquización.

La Organización Mundial de la Salud declaró el año 2020 como año para la jerarquización de la enfermería. El 2020 nos trae una situación dolorosa y difícil como una pandemia para toda la sociedad. El 2020 trae además, al colectivo profesional, a este elefante blanco herido que camina y esgrime lamentos que como dice la fábula se ha adaptado y se ha acostumbrado a sus cadenas y grilletes colocados por el dueño del circo. Permítanme decir, y gritar que adaptarse no es resignarse.

Este hospital, Cosme Argerich, es un Hospital de servicios de salud del sistema público, y parte del sistema hospitalario de la ciudad de Buenos Aires. Como todo hospital tiene una estructura organizacional, que es como un gran iceberg. En la punta, en lo que se ve, en lo que se observa está el hospital, la gestión de los servicios al paciente y la población y la gestión del recurso humano. ¿Qué es lo que no vemos? Es la cultura organizacional por debajo de esa línea. Eso no lo vemos. Pero lo vivimos y lo sentimos. Y la cultura organizacional, es la forma en la que una organización se ve a sí misma y su contexto. Son sus elementos, los comportamientos diarios observables, las reglas y normas relativas a los grupos y su comportamiento, los valores dominantes que definen a una organización como ética y el respeto a las personas que en ella trabajan. La filosofía administrativa orienta las políticas respecto a los manejos internos de los trabajadores. Las reglas de juego, la manera en la que funcionan las cosas. Donde los trabajadores debemos aprender para salir bien librados y ser aceptados o por lo menos no ser violentados. El clima de la organización, es referible a los sentimientos de las personas que forman e interactúan entre si. Es obligación de la organización brindar un ambiente laboral saludable.

Estamos enmarcados en un escalafón general y un sindicato que está a cargo de este y la estructura jerárquica dentro de este escalafón. Es el Gobierno de la Ciudad, el ministerio de salud, el sindicato, la Asociación de Médicos Municipales, las subgerencias operativas, las que forman esta estructura. Y son las autoridades las que generan el círculo de violencia para con nosotros, para con enfermería. Círculo de violencia que está caracterizado por miedo, que es el factor más importante, ya que en la gestión de recursos humanos se implementa en forma sistemática y continua un modus operandi perverso y perjudicial, sistemático contra los trabajadores de la salud. Este modus operandi implica amedrentamiento, destratos, amenazas, hostigamientos, acoso. Las subgerencias operativas tienen un gran manejo de la ilegalidad. No respetan la ley de procesos administrativos, ley 1510. Con lo que logran todo lo anteriormente mencionado: amedrentar, atemorizar, perseguir.

Solicito tomar esta carta como una denuncia pública, a las organizaciones de Derechos Humanos, a los organismos de derechos laborales, a las autoridades legítimas de cada hospital, a los dirigentes, legisladores y diputados. Donde decimos que nuestro violento y verdugo y opresor, generador de todo tipo de violencia, son los que hoy gestionan el recurso humano en cada hospital. En el escalafón en el que nos han encasillado. Esta denuncia es colectiva y para todos los hospitales. Los profesionales de la salud, hacen descargos y denuncias individuales (me incluyo). Los cuales se acumulan en despachos y expedientes. Otros callan y soportan por temor a represalias y a perder el trabajo. Y esa es la mas vil y oscura de las amenazas. Están violentando un colectivo profesional de manera perversa y muy lejos de crear un ambiente laboral saludable en todos los hospitales de CABA.

Yo tengo esta voz, mi matrícula y en mi mano esta carta. Quiero aclarar que no tengo un arma de fuego en mi cintura.

¡Basta de violencia laboral! ¡Basta de persecución! ¡Basta de desjerarquizar a los profesionales de la salud!

Muchas gracias".