Conversamos con el director de la Revista y editorial Topía y referente del campo de la Salud Mental sobre la propuesta de Unidad de la Izquierda que realizaron Nicolás del Caño y Myriam Bregman a otras fuerzas políticas desde el FIT Unidad.
Jueves 1ro de julio de 2021 19:51
Enrique, desde el inicio y en diferentes instancias, apoyaste al FIT y su programa, ¿por qué te parece importante la unidad en estas elecciones de toda la izquierda que lucha por una salida propia de lxs trabajadorxs?
En primer lugar, tenemos que caracterizar esta etapa actual donde se realiza un tremendo ajuste, el cual no se explica solamente por la pandemia, que es un dato sino, acá hubo previamente 12 años de kirchnerismo, cuatro años de macrismo y el nivel de desocupación, el nivel de pobreza en todos esos años no varió... aún más, aumentó relativamente. Y hoy, lo que generalmente se olvida es que estamos con casi el 50 por ciento del nivel de pobreza, con una gran desocupación y donde encontramos situaciones que, si nos referimos geográficamente lo que se conoce como el AMBA, debemos decir que tanto Kicilloff como Larreta son las dos caras de la misma moneda.
Por un lado, tenemos a Larreta, que la juega de la derecha buena con Vidal frente a la derecha mala que sería Macri, Bullrich, etc. etc., el objetivo de la derecha es claro, como se plantearon en esos cuatro años del macrismo. Y por otro lado tenemos a Kicilloff que supuestamente y digo supuestamente por que lo podríamos definir de "progresistas" pero no hay ningún progresismo, todo lo contrario: lo que hay en su gobierno es un deterioro tremendo de la relaciones sociales y económicas, un deterioro permanente y que si bien todo el tema de las vacunas es una problemática a nivel mundial, ya que no solamente en nuestro país faltan vacunas, etc., hay que reconocer que para que la gente esté en su casa cuidada tiene que haber subsidios que no existen, porque ese dinero, se gira para otros intereses, que son FMI y el pago de la deuda externa, etc.
Si vemos está problemática a nivel mundial no damos cuenta que no es una particularidad de acá, porque parece que los argentinos inventamos el dulce, tenemos la avenida más ancha, la más larga... No, esto es una situación que es así en diferentes partes del mundo, la pandemia cruzó y afectó a los sectores más pobres. En EEUU los más afectados son la población negra o afroamericana, como le dicen ellos –y no acá, como dijo Alberto Fernández-, y los hispanoparlantes. En todos los lugares los más afectados son los sectores más pobres. Esto aparece en nuestro país con claridad.
Dentro de este contexto el planteo de una unidad de la izquierda es importante. ¿Por qué es importante? Creo que el programa del FIT Unidad es un programa que plantea una serie de cuestiones necesarias para la clase obrera y el resto de los sectores populares, de allí creo que la posibilidad de una unidad puede llevar no solamente a una cuestión de que vote más gente a sus candidatos, sino a que se puedan plantear ciertas cuestiones, lo que implica poder generar espacios de denuncias, espacios de lucha, hoy absolutamente necesarios, que si no van a quedar en el aire o van a ser ganados por otros sectores de la burguesía, como fue en su momento el 2001, con Néstor Kirchner, que terminó con la hegemonía de todo un proceso popular y que, bueno, llevó a lo que llevó.
Creo que este es el gran desafío que tiene la izquierda en Argentina, pero que, si uno mira un poco alrededor del mundo, es en todo el mundo, es el gran desafío de cómo poder entrar en los sectores populares y crear espacios de poder. Me parece que este es el punto central. Y cuando digo espacio de poder no estoy hablando de un espacio para tomar el poder, que sería en otro momento, sino espacios que generen un poder y que permita una discusión política de igual a igual con el poder hegemónico de los sectores dominantes.
¿Y en relación a la Salud Mental?
En relación a la Salud Mental hay varias cuestiones. Yo en su momento fui uno de los defensores de la Ley Nacional de Salud Mental, que, como toda ley, es posible modificar ciertas cuestiones, pero tiene ciertos planteos básicos que, vuelvo a insistir, no se llevaron adelante ni en los 12 años de kirchnerismo, ni en los 4 años de macrismo obviamente. Y hoy, aún más, hay una ofensiva de los sectores psiquiátricos, de los sectores médicos monopólicos, en contra de la Ley de Salud Mental en tanto corre el eje, no de la medicación, sino de la medicalización, que es completamente diferente. Una cosa es la medicación necesaria, que hoy nosotros contamos como terapeutas para poder atender determinados síntomas de pacientes, y otra cosa es la medicalización, que es utilizar y vender el medicamento como una forma de sometimiento, para poder sostener la opresión y explotación que nos plantea la cultura dominante. Podemos seguir con el tema ya que es para largo... pero bueno, el presupuesto en salud no es el suficiente; la precarización del personal de salud es una de las cuestiones básicas que aparece en todo el país, pero es muy claro en la Capital Federal y en el Gran Buenos Aires: en CABA han querido anular todas las concurrencias de los profesionales en los hospitales. En la Provincia de Buenos Aires el nivel de precarización del trabajo es tremendo, se trabajan horas y horas con el mismo tipo de sueldo… esto lo lleva a que todo el proceso que se planteaba supuestamente para este año de la lucha antimanicomial sigue estando de la misma manera o, inclusive peor.
Hoy, aún más, hay una ofensiva de los sectores psiquiátricos, de los sectores médicos monopólicos, en contra de la Ley de Salud Mental en tanto corre el eje, no de la medicación, sino de la medicalización, que es completamente diferente.
El más claro ejemplo fue lo que pasó el año pasado, donde un paciente del Hospital Borda fue mordido y muerto por una jauría de perros dentro del Hospital. Es el ejemplo claro de lo que es la barbarie dentro de los manicomios, porque ahí están encerrados, como nosotros venimos diciendo siempre, no solamente por locos sino por pobres: los están abandonando, de alguna u otra manera, y lo que se les hace es un tratamiento para sostenerlos... Entonces, en este sentido, hay que plantear un tipo de trabajo dentro del campo de la Salud Mental y de la Salud, que implique llevar adelante una socialización...
Y acá hay otro punto: si hablamos de la salud la derecha está enloquecida con cierta supuesta propuesta que planteó Cristina Kirchner (nunca lo dijo claramente) en relación a la estatización de la salud. ¿Qué quiere decir esto? Porque nosotros no planteamos la “estatización de la salud”, nosotros lo que planteamos es la socialización de la salud, que es otra cosa completamente diferente. No que un Estado se haga cargo -porque el Estado no es neutral, responde a sectores sociales- de una salud donde va a haber negocios de aquellos que manejan el Estado, proponemos una salud que esté en manos, de los trabajadores de los usuarios, y también del Estado con un presupuesto acorde a sus necesidades.
Porque acá hay una política de este supuesto progresismo… y creo que es ahí donde tiene que polemizar la izquierda, porque si la derecha diría "bueno, el Estado tiene que desaparecer, todo es privado", y los progresistas dicen "no, el Estado tiene que intervenir", el asunto es para qué tiene que intervenir el Estado. ¿El Estado interviene para hacer negocios de un determinado sector del poder, que es la supuesta, "burguesía nacional" que no existe, o el Estado interviene para poder garantizar procesos de socialización, para poder garantizar procesos de democratización en todos los espacios, ya sea empleos, fábricas, salud, cultura, etc.? Me parece que este es un punto central. No todo lo que tenga que ver con la estatización es bueno, sino que lo importante es un Estado que intervenga para llevar adelante un proceso de socialización en beneficio de los sectores obreros y populares. Creo que en este sentido obviamente la unidad de una izquierda que pueda aportar en este debate, que pueda plantear este tipo de cuestiones para que se lleven adelante, hoy se hace absolutamente necesario. Y es un desafío particular, porque es una cuestión que hoy se hace necesaria no solamente aquí sino en todo del mundo.
Juan Duarte
Psicólogo y docente universitario en la UBA. Militante del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS). Editó y prologó Genes, células y cerebros (Hilary y Steven Rose), La biología en cuestión (Richard Lewontin y Richard Levins), La ecología de Marx (John Bellamy Foster), El significado histórico de la crisis de la psicología y Lecciones de paidología (Lev Vigotski), La naturaleza contra el capital (Kohei Saito) y León Trotsky y el arte de la insurrección (1905-1917), de Harold Nelson (2017), en Ediciones IPS.