×
×
Red Internacional
lid bot

Caravana Migrante. Enseñemos la solidaridad de clase a las nuevas generaciones

En tiempos de racismo y xenofobia sensacionalista, las maestras y maestros de Nuestra Clase procuramos que las nuevas generaciones actúen, de manera informada, desde la solidaridad con los migrantes y entre trabajadores.

Martes 20 de noviembre de 2018

El éxodo centroamericano continúa su tránsito por tierras mexicanas.
Día a día llegan nuevos grupos con cientos de personas provenientes de
El Salvador, Honduras y Guatemala, principalmente. Huyen de la
violencia y la miseria, movidos por el anhelo de un futuro mejor para
ellos y sus familias.

A pesar de la tragedia que se vive en Centroamérica (cuyo origen es el
mismo que en México: la subordinación al imperialismo estadounidense),
el sentimiento que impera hoy en las redes sociales y en el sentido
común es el racismo, exacerbado por el amarillismo periodístico
contra personas de clase social baja, así como el fomento de la división entre los
propios trabajadores.

En este contexto, las niñas, niños, jóvenes y adolescentes no son
ajenos a las campañas ideológicas del Estado y los medios de "comunicación". Como la mayoría de los adultos, nuestros alumnos y alumnas tienden a reproducir los mensajes de odio que ven en las casas, escuchan en la televisión o leen en las
redes sociales.

Es ahí donde el papel de las y los docentes puede marcar la
diferencia
. A la enseñanza en las aulas, debemos fomentar también el
pensamiento crítico y social desde la historia de lucha y resistencia
que une a todos los pueblos latinoamericanos.

La empatía y, principalmente, la solidaridad de clase más allá de las
razas, géneros o nacionalidades, son los valores que podemos inculcar
en las nuevas generaciones a manera de antídoto frente a las perversas
ideologías que se ordenan desde la Casa Blanca con el objetivo de
dividir las filas y fuerzas de la clase obrera internacional.

Las niñas, niños, adolescentes y jóvenes de las nuevas generaciones
pueden ser solidarios, conscientes, sensibles e informados ante las
tragedias de los pueblos del mundo. Si los dotamos de herramientas
para que puedan entender fenómenos complejos -como la migración o el
racismo-, entonces, en un futuro no muy lejano, también podremos
esperar que sean ellas y ellos quienes nos muestren el camino para
transformar esta realidad cada vez más aplastante.