El sector alineado con la conducción partidaria lanzó Cambiemos en Santa Fe, pero se cuida de no romper aún el Frente Progresista. El vicegobernador, también radical, los llamó “banda”.
Miércoles 17 de agosto de 2016
De a poco la sangre llegó al río. Y el río, de repente, se tiño de rojo carmesí. El radicalismo santafesino, quizá inspirado por el espíritu olímpico, sacó sus espadas y comenzó una esperable, inevitable pero no por ello menos sorprendente lucha intestina que amenaza al frente de gobierno provincial.
De un lado, el sector alineado con la conducción nacional de José Corral, intendente de Santa Fe, y la conducción provincial de Julián Galdeano, vienen acercando posiciones al gobierno nacional de Mauricio Macri. Lo que hasta ahora eran meros flirteos, hace algunas semanas pasó a la acción directa: en una reunión consagrada en presencia de los ministros Rogelio Frigerio y Marcos Peña, la UCR y el PRO de Santa Fe constituyeron la mesa provincial de Cambiemos. Jaque.
Aunque el referente radical, también alineado con este espacio, Mario Barletta, salió a poner paños fríos y explicó que esto no significaba la ruptura del Frente Progresista (Partido Socialista-UCR) que gobierna Santa Fe desde el 2007, lo cierto es que la constitución de esa mesa hace crujir los cimientos de la alianza santafesina, claramente.
De hecho, el macrismo no tomó la reunión de la mesa de Cambiemos como un punto de llegada, sino como el disparo de lanzamiento de una política para que los radicales abandonen definitivamente a los socialistas, y el oficialismo nacional pueda ganar Santa Fe en el 2017, parada complicada.
Faccendini dijo que son “una banda”
El vicegobernador radical, Carlos Faccendini, Carlos Fascendini, referente del llamado Nuevo Espacio Organizado (NEO), una de las corrientes internas de la UCR, no se anduvo con diplomacia a la hora de responder. "Toda la banda de Corral y Barletta debería dejar los lugares que ocupa en el gobierno provincial, antes que los echemos", arremetió.
Así, dejó a las claras que el sector radical que puja por permanecer dentro del Frente Progresista, también apelará a golpes certeros para defender su posición. Aún a riesgo de que, como todo indica, el radicalismo “no se doble sino que se parta”.
En la otra orilla, el concejal rosarino Jorge Boasso, radical independiente, el primero que cruzó el charco para sumarse como candidato a vicegobernador de Miguel Del Sel en el 2015, acicateaba a sus correligionarios (a los que otrora defenestró también él) para que respondan el golpe de Faccendini.
La “batalla del radicalismo santafesino”, todo indica, recién empieza y pinta tormentosa. Para alquilar balcones.