En el marco de la pandemia mundial por coronavirus, las contradicciones más acuciantes del capitalismo salen a relucir, una de ellas son las condiciones actuales de los sistemas de salud que vienen enfrentando los planes neoliberales de saqueo y privatización en la región.
Viernes 10 de abril de 2020
La Izquierda Diario Costa Rica conversa con Antonieta Fernández, coordinadora del Frente Nacional por la Seguridad Social para conocer la situación que enfrenta la Caja Costarricense del Seguro Social (C.C.S.S.)
La Izquierda Diario: En el 2017, la OCDE realizó una evaluación del sistema de salud en Costa Rica y emitió una serie de recomendaciones, dentro de las cuales se incluye el aumento de “cargas” ¿??labores por trabajador/a y así disminuir la cantidad de contratos laborales por tiempo completo, bloqueo de aumentos salariales y la apertura de proveedores privados para servicios médicos pagados con fondos nacionales. Desde Frenass vienen haciendo una alerta sobre estos intentos y presiones de privatización de la C.C.S.S. ¿Cuáles son estos intentos? ¿Cómo se está gestando?
Antonieta: Desde 1989 el Consenso de Washington enunciaban una serie de medidas de estabilización y ajuste de las economías. En consonancia, ese mismo año el Dr. Miguel Ángel Rodríguez, proponía para la C.C.S.S. que: “A la par del derecho de atención mínima, debe existir un sistema complementario fundamentalmente privado y financiado por particulares, así como la privatización de los centros de salud”.
Actualmente, con solo ver el artículo de Página 15 de la Nación llamado “Si hay patadas hay pa´todos” se puede ver con claridad la estrategia neoliberal de conjunto, para en medio de la crisis por el cononavirus, sacar el mejor provecho. Ahí se reúnen los principales economistas de la derecha a solicitar solidaridad del Estado y el “perdón de las obligaciones” para las empresas y el capital privado. Ya a la Caja se pasaron la factura, con la disminución de la base contributiva, le han quitado 22 mil millones de colones.
Por otro lado, actualmente, se promueve una reforma a la contratación de servicios de salud con terceros (tercerización, externalización, privatización). Con la normativa que hoy rige esta materia, para acudir a servicios de salud por terceros (externos a la Caja), se debe realizar un estudio riguroso para justificar que la Caja es INVIABLE para asumir el servicio que su busca tercerizar. La reforma propuesta y la que rechazamos, propone cambiar el REQUISITO de INVIABILIDAD DEMOSTRADA, por la CONVENIENCIA, es decir, cambiar el requisito por un término impreciso, ambiguo y sin parámetros de legalidad. Nos preguntamos, ¿conveniencia para quién? Ya que elimina la obligación de los jerarcas de justificar científica y técnicamente la posibilidad de optar por tercerización de los servicios de salud. Es a todas luces abrir el portillo que necesitan aquellos que tienen intereses en la privatización de la Caja.
LID: ¿Cuál es esa estrategia neoliberal que se tiene para la C.C.S.S?
Antonietta: La estrategia es privatizar poco a poco. Primero tienen que cambiar las reglas del juego, que es la etapa actual, es decir pasar del estudio riguroso de inviabilidad a la conveniencia. Luego vendrá la licitación para adjudicar esos servicios, abriendo el portillo para que las empresas privadas, nacionales y transnacionales compitan en “igualdad de condiciones”. Como consecuencia, los servicios básicos de salud, que pagamos todos, pasarán a ser administrados por manos privadas nacionales o extranjeras. Acá el problema se agudiza porque sabemos que empezarán con los servicios básicos de salud del nivel 1, pero no sabemos dónde van a terminar.
LID: ¿Cómo se viviría este proceso? ¿Es decir, cuál es la principal afectación para los y las trabajadoras?
Antonieta: Aquí hay varios problemas, en primer lugar, la mayor consecuencia es acabar con un sistema de salud público, solidario y universal que hoy por hoy ha demostrado su calidad y su vigencia para bien de toda la población.
Por otro lado, por la vía de la tercerización, la calidad de la atención médica está completamente amarrada por un contrato, la población no puede exigir más que lo que el contrato establezca, aunque sea una necesidad de las comunidades usuarias, o sea, el servicio de calidad se ve limitado. Los recursos con que todos y todas financiamos la seguridad social, van a parar a manos privadas como lucro, en lugar de ser invertidos en el seguro social. También a nivel interno se han observado bajos salarios para los trabajadores y una evidente rotación, ocasionando un alto grado de inestabilidad laboral para el personal de salud. Y por último, no es cierto que servicio tercerizado sea más barato y mejor que el que ofrece la C.C.S.S.
Por ejemplo, de los Ebais administrados por UNIBE, dejaron una presa de 14.000 citas en Laboratorio, más de 3000 pacientes con tratamientos de enfermedades crónicas sin cita. Todas estas citas y pacientes fueron asumidos por la Caja, cuyos trabajadores y trabajadoras laboraron incansablemente, incluso los fines de semana y más allá de la jornada ordinaria, para atender las listas de espera que dejó la UNIBE.
Hoy más que nunca se evidencia que la empresa privada nunca va a garantizar el servicio que la C.C.S.S podría estar dando, además de que son las luchas continuas las que logran el mantenimiento y mejoramiento de sistema de salud en este país.
LID: ¿Qué rol ha tenido el gobierno de Carlos Alvarado en este proceso?
Antonietta: Justo después de que Carlos Alvarado fuese electo, aseveró públicamente la necesidad de la participación de la empresa privada en los servicios públicos de salud. Pero también se ha dicho en público que la privatización no es la intensión, no obstante, eso es lo que está pasando. El Gobierno viene sosteniendo esta estrategia neoliberal, en todas sus acciones, antes y durante esta época de crisis y el PAC de Gobierno guarda en estos temas silencio sepulcral.
El gobierno de Carlos Alvarado, tiene tres votos en la Junta Directiva de la C.C.S.S. que decidirá sobre la propuesta del cambio del reglamento que abre el portillo a la privatización. En Frenass, venimos exigiéndoles y exhortándoles a que voten en contra, pero no me extrañaría que lo voten a favor. No obstante, hemos observado que la población no está por permitirlo, hemos hecho una campaña de firmas que va muy avanzada y percibimos que hoy más que nunca la ciudadanía se ha dado cuenta del valor de la C.C.S.S. y costo de poner en riesgo la salud.
LID: Justo ahora lo mencionaba ¿Qué relación ve usted entre la crisis por el coronavirus y la presión por empezar a privatizar la C.C.S.S?
Antonietta: Este proceso de reformas a la reglamentación vigente, viene desde antes del 2018, pero es claro que se han aprovechan de la crisis para tomar medidas, que no solo afectan directamente las condiciones de vida de los trabajadores y trabajadoras, sino claramente a la misma seguridad social. Los despidos, la disminución del salario, de las jornadas laborales completas, el perdón de las deudas a los grandes empresarios, que además algunos de ellos son los mayores deudores, la aprobación de la disminución de la base contributiva, lo que le cuesta ya a la C.C.S.S alrededor de 22.000 millones de colones, los golpes dados a los trabajadores del estado, a los empleados públicos, todo ello debilita financieramente a la Caja, para posteriormente justificar su “ineficiencia” y promover su privatización.
Sí, en concreto están aprovechando la crisis para imponer su agenda neoliberal y el debilitamiento que le imponen a la Caja para justificar su privatización.
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Adjuntamos formulario para firmar en contra de la aprobación del cambio de reglamento:
https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSeCGaF13JQ3C69lytPtrEmQQWQsvOfwhGwZCY-r8nf-I1H_OA/viewform