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El Talón de Hierro. [Entrevista a Fernanda Beigel] José Carlos Mariátegui y el origen de la sociología latinoamerica

Conversamos con la Dra. Fernanda Beigel sobre la obra y la figura de José Carlos Mariátegui, pensamiento latinoamericano y marxismo a nivel internacional. Amauta, Siete ensayos para interpretar la realidad peruana, y el cambio en la sociología sudamericana. Su noción de raza, nación y clase; y su relevancia en el presente. El problema indígena del Perú, las elites burguesas y las características del proletariado peruano, con su planteo sobre la necesidad de una revolución socialista y lo que él llamaba un socialismo indoamericano. Los delegados peruanos a la conferencia comunista 1929 en Buenos Aires y los últimos meses de José Carlos con vida. El combate stalinista contra el legado de Mariátegui y el ostracismo. Samuel Glusberg, la Cuarta Internacional y la lectura de Mariátegui. El valor de su obra para nuestros tiempos.

Jueves 7 de noviembre de 2024 20:07

María Fernanda Beigel es Socióloga y Doctora en Ciencias Políticas y Sociales por la Universidad Nacional de Cuyo, especializada en historia y política económica en la Universidad de Buenos Aires. Ha publicado numerosos trabajos sobre la obra de José Carlos Mariategui, la Sociología Latinoamericana, la heterogeneidad estructural del campo científico universitario argentino, los circuitos segmentales de publicación y las culturas evaluativas enfrentadas en los centros académicos periféricos. Y ha recibido diferentes premios y reconocimientos nacionales e internacionales. Representó a la Argentina en el Comité Consultivo de Ciencia Abierta de la UNESCO y recibió la mención de honor al valor científico por parte del Senado de la Nación. Actualmente es profesora en la cátedra de Sociología Latinoamericana y Argentina en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo, y se desempeña también como investigadora y directora de proyectos en el Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales del Conicet.

-Hoy hablaremos del rol que tuvo la obra del gran marxista peruano, José Carlos Mariátegui en el surgimiento de la Sociología Latinoamericana y para ello tenemos un invitada de lujo, María Fernanda Beigel, doctora en Ciencias Sociales y especialista en Sociología de la Ciencia. Bienvenida Fernanda, ¿cómo estás?

-Bien, muy bien, gracias por la invitación.

-¿Cómo llegó a tu vida la pasión por las Ciencias Sociales, por la investigación? ¿Cómo fue que decidiste dedicarte a esto?

-Mira, normalmente podrías decir que las Ciencias Sociales aparecen como una vocación, en el caso mío, desde que estaba en la escuela secundaria, como militante estudiantil siempre me interesó la historia y la sociología. Y me decidí muy pronto por la sociología. Y después, a lo largo de la carrera, cada vez más lo que quería era investigar. Así que también, en una transición que tenía que ver con el tipo de marxismo al que yo fui adhiriendo y del que me fui desprendiendo. En ese marxismo crítico creo que la investigación para mi era clave ¿no?

Foto: Daniela Higa
Foto: Daniela Higa

-¿Ya en ese momento te encontraste con las obras de José Carlos Mariátegui?

-No, no, porque al comienzo de la carrera, prácticamente mi principal interés dentro de los marxistas latinoamericanos estuvo puesto en Agustín Cueva. Que es un ecuatoriano, un marxista bastante heterodoxo, ecuatoriano. Y ya prácticamente al momento de recibirme con Arturo Roig como director de mi tesina, que fue sobre Agustín Cueva, él me propuso trabajar sobre Mariátegui.

-¿Podrías contarnos quién fue Carlos Mariátegui? ¿Cómo llega a convertirse en una figura tan importante para el marxismo en Latinoamérica?

-Mira, la respuesta no es fácil porque si vos me preguntás a mí hoy quién fue José Carlos Mariátegui, fue un sociólogo. Es de las cosas que en los últimos años, cuando volví a Mariátegui fue para tratar de mostrar eso, que es el padre de la Sociología Latinoamericana. Pero claro, un sociólogo totalmente autodidacta, que prácticamente empezó y no pudo terminar la secundaria. En realidad, si vos me preguntás quién fue en cuanto a sus prácticas cotidianas, un periodista, un crítico de arte y un militante y es polifacético Mariátegui. Pero sobre todo, es creo yo la materialización de los inicios del marxismo latinoamericano, un marxismo enraizado. Entonces, realmente representa muchas cosas y fue fundamentalmente un indigenista. Así que sería muy polifacética la definición. Pero si vos te preguntás ¿qué hacía? era un periodista básicamente.

-Contaste que llegaste a él a través de la investigación sobre Amauta, está revista emblemática de toda su época y su trabajo durante muchos años. También has escrito que Amauta no era solo una revista, sino que tenía una ramificación editorial en diversos países de América Latina ¿como ves hoy el impacto o el trabajo que tuvo esa revista en esa formación o esa concatenación de un pensamiento tan polifacético como que venías contando?

-Mira, tuvo un papel fundamental, más allá de la Sociología latinoamericana, en el campo intelectual latinoamericano. Porque cuando nace Amauta, que es 1926, están en pleno desarrollo las vanguardias estético-políticas en América Latina. Son vanguardias que tienen tanto de estéticas, como de política, o sea realmente aparecen en un momento donde el campo intelectual empieza a diferenciarse. Entonces, Amauta, primero construye una red intelectual en toda América Latina. Por primera vez hay entre los distintos grupos de vanguardistas mexicanos, de Chile, de distintos países, un contacto epistolario y un contacto editorial. Porque la red editorial hacía que la revista Amauta llegara, lento, porque iba mayormente todas estas cosas por barco, aunque ya empezaron a haber correos aéreos. Y obviamente el intercambio hacía que esas personas escribieran en la revista y pudieran tener representación de toda la región. Entonces, consolida el campo intelectual y va consolidando distintos elementos de ese campo artístico también. A nivel de las vanguardias del muralismo, o sea que tiene un papel realmente fundamental en cuanto al salto que se da del modernismo hispanoamericano a la vanguardia.

Y yo agregaría que ahí en esa revista se produce el famoso debate de 1928, que es el de Madrid Meridiano Intelectual de Hispanoamérica, que se produce en la revista, y que corta completamente con la tradición más hispanista. Es desde ahí cuando probablemente podemos empezar a hablar del Latinoamericanismo a nivel cultural-intelectual.

Antes el modernismo hispanoamericano como lo dice el nombre todavía tenía el referente a España muy fuerte, ¿no? Entonces cumplió un papel de consolidación del campo latenoamericano.

-¿Eso tenía algún tipo de correlato en la propia teoría marxista de Mariátegui y los debates de la época, en relación a los hilos que tenía precedentes? ¿Lo que era, a lo mejor no sé, Juan B. Justo, estoy pensando en algunos, o en los orígenes del socialismo latinoamericano y cómo pueden cambiar a partir de esos años?

-Y la pregunta es interesante porque en realidad parece que con Mariátegui vos tuvieras una faceta más política de desarrollo del marxismo, de un partido y de la organización que también estaba reflejada en un diario, que era Labor. Y por el otro lado, una faceta de él de crítico de arte, de dinamizador cultural, de la red editorial. En seguida te diría porque veo que siempre había alguna vinculación entre ambos. Pero este papel de él en el campo cultural y en la revista y las redes editoriales latinoamericanas, también lo vinculaban con redes. Bueno, el propio Samuel Glusberg, sobre el que trabajó mucho Horacio Tarcus, con redes que son, no solo críticas dentro del marxismo, sino que en una línea de estudios artísticos y culturales. De hecho su visión sobre Trotsky, es la visión del Trotsky crítico de arte también. O sea, sus comentarios sobre Trotsky más importantes tienen que ver con los escritos artísticos de Trotsky. Es decir que él se vincula con el movimiento comunista internacional en los grandes temas de discusión, la raza, la clase, todo lo que estaba en discusión, pero también en el campo cultural. Y como siempre, más que un heterodoxo, Mariátegui, era un hombre que no tenía una ortodoxia enfrente, entonces él respondía a la realidad que querían analizar sin ataduras, ni a la ortodoxia, ni a oponerse a través de un heterodoxo, sino simplemente a través de lo que él veía con su lente social, político y cultural. Entonces a nivel cultural y a nivel político, él podés encontrar muchas congruencias, pero al mismo tiempo, por su misma posición respecto a la autonomía del arte, su vida amautiana iba por un lado y su vida política circulaba por otro, a pesar de que había vasos comunicantes, pero eran dos caminos que él seguía diferenciados.

-Bueno, en estos caminos y vasos comunicantes también has trabajado mucho en el último tiempo, la hipótesis de que justamente también allí surgió un pensamiento sociológico latinoamericano, vinculado a Amauta y la publicación también de lo que va a ser uno de sus primeros libros, los Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana ¿cómo crees que se concatena con lo que venimos charlando? Pero ¿por qué a la vez le das un valor? No quiero poner palabras que vos no hayas dicho, pero de alguna forma no sé si como una suerte de génesis o fundacional de la Sociología latinoamericana, ¿por qué lo ves en ese sentido?

-Mira, la Sociología latinoamericana como tal, ni siquiera estudios sobre la región latinoamericana, pero cátedras de sociología, las primeras, la emergencia de las primeras cátedras, cuando no había Institutos, ni escuelas de sociología, desde 1890 hasta por lo menos, 1940-45 no tenés Institutos formales de investigación sociológica. Rondaba en torno a una serie de discusiones con las que Mariátegui se involucra, por ejemplo, con García Calderón, que sería el sociólogo peruano por excelencia, el discute a través de sus Siete ensayos, esta idea de cómo se define la realidad nacional ¿Qué es la realidad nacional? Una pregunta completamente sociológica. Frente a esa pregunta aparece lo latinoamericano como necesario, porque claro, todo el proceso de conquista y colonización definen las estructuras de dominación que tenemos. Entonces recurre a los estudios coloniales, ese sería el primer trazo, que es el origen de lo que bastante tiempo después va a ser el método histórico estructural. A nivel que Quijano de hecho, toma a Mariátegui para desarrollar el método histórico estructural. Y después, si vos vas a los años sesenta y decís ¿qué hacía la sociología crítica, típica de los sesenta? A esa realidad nacional la trabajo con la categoría de formación social o modo producción y/o con la idea de heterogeneidad estructural, es como de los hallazgos más importantes de la sociología de la época. Y ¿qué hizo Mariátegui? Aunque no lo llamó heterogeneidad estructural, el dijo, el Perú tiene una estructura que contiene cuatro modos de producción y que conviven conflictivamente y que son distintas temporalidades incluso. La comunidad indígena; todo lo que es las empresas transnacionales, que había en el ámbito de la minería y la servidumbre que se desarrollaba en esos ambientes de los campamentos mineros. Después el gamonalismo, que era la expresión regional de los terratenientes y de un tipo de dominación más rural. Y la burguesía costera que generaba el incipiente capitalismo peruano. Y eso lo mismo que en los años sesenta se llamó heterogeneidad estructural. Entonces tanto por el análisis económico, político y social como por el método histórico estructural, Mariátegui presagia lo que va a ser después la sociología de los años sesenta.

Foto: Daniela Higa
Foto: Daniela Higa

-Dentro de esos estudios que hace, la revalorización del indigenismo, los debates que va a tener en la época, una particularidad de Mariátegui va a ser la formulación y el planteo de que un cambio social está indisolublemente ligado a una revolución socialista, el surgimiento de un socialismo indoamericano ¿Cómo ves vos ese aspecto, esa vinculación entre su pensamiento político, sociológico, si se quiere, y esos debate más estratégicos hacia el movimiento comunista internacional en su época?

-Sí, justamente el indigenismo es ese articulador de su proyecto político, cultural y de su sociología también. Porque cuando él vuelve de Italia, Mariátegui estuvo exiliado, sale en 1919 y vuelve en el 23. Y si vos me preguntas qué Mariátegui vuelve de Italia, vuelve un Mariátegui ordinovista, un Mariátegui no digamos gramsciano, por muchas razones sería el largo de hablar de eso, pero son dos figuras contemporáneas, que no hay una influencia de uno sobre el otro, pero sí son muy análogas.

-Ordinovista sería por el Ordine Nuovo

-Que es el periodico que Gramsci forma parte del equipo de la dirección, pero que fue como la expresión máxima de todas las tomas de fábricas en Turín, entre el 19 y el 21 que Mariátegui. El vuelve como con esa mentalidad, que es un marxismo bastante movimientista, ¿no? Vuelve con esa idea, pero es un marxismo bastante europeo.

Al llegar en el 23, empieza un proceso de observación de las comunidades indígenas y de la rebelión del campesinado indígena del Perú. Y de esa observación que se ve perfectamente, porque todas sus obras son pequeños escritos periodísticos, que se ve en una columna que se llama Peruanicemos al Perú, empieza a observar que el sujeto de la revolución era el indígena. Y él no se pregunta mucho, ni tiene muchos problemas en reconocerlo, simplemente dice, nosotros no tenemos muchos proletariado, esto es lo que tenemos nosotros, tres cuartas partes de la población es indígena. Entonces empieza a observar ese sujeto y lo empieza a concebir como el sujeto de una revolución, que es además una revolución a largo plazo, no era una toma del poder tipo leninista, se la imaginaba como una revolución espiritual también. Entonces, frente a eso empieza a armar ese proyecto de socialismo indoamericano, que es un socialismo primero con un sujeto bastante diferencial, que no era solo los indígenas, era siempre un frente unido. Y por el otro lado, ese sujeto que era el indígena, que tenía que ser el sujeto de la revolución, era además un sujeto que tenía como una doble subalternidad, de raza y de clase y él la ve. Entonces, eso permite un desarrollo de su marxismo, de sus Tésis sobre la raza y eso se vincula totalmente con esa sociología que está tratando de desarrollar. Por eso dentro de los Siete ensayos hay siete ensayos. El más grande es el de la literatura, que te demuestra que era básicamente un crítico literario, artístico. Pero el principal, es el problema del indio, el problema del Perú para él.

-Las interpretaciones posteriores, de la segunda mitad del siglo XX, se retoma por un lado la lectura de Mariátegui, pero también se a tomado mucho el indigenismo, separándolo completamente, como, si se quiere, un reflejo inverso de lo que pasaba antes, casi negando su condición de clase o el enfoque, si se quiere, más económico que tenía Mariátegui sobre el problema indígena. ¿Cómo ves hoy en el presente? ¿Qué hilos de continuidad se pueden trazar en esa problemática que observó Mariátegui de la opresión de nuestros pueblos originarios y demás y los debates que atravesaron el siglo XX? ¿Qué se puede revalorizar de Mariátegui hoy?

-Siempre que me han preguntado ese punto para mí la respuesta es bastante simple. Mariátegui, en los años 20, es yo diría el único, que se da cuenta que es un indigenista, que no es indígena. Él era mestizo igual, era propiamente mestizo, hijo de Amalia La Chira que era indígena y un hijo de inmigrantes españoles. Así que no era un cholo él, era un mestizo de madre indígena. Ahora él se da cuenta como muy pocos que él no es indígena. Por eso dice en ese ensayo, que la literatura no es indígena, es indigenista y solo será indígena cuando sean los indígenas los que esten escribiendo esa literatura. Y entonces no es poco porque él advierte la externalidad que tiene. El indigenismo es un movimiento estético, cultural, literario, teórico, pero que por definición está fuera del movimiento indígena mismo. O sea son intelectuales, son mestizos, criollos, urbano, que hablan sobre el indígena, lo tratan de representar, de redimir inclusive, pueden ser muy sacrificados pero no dejan de ser mestizo, blanco o urbanos. Él detecta eso y esa toma distancia está vigente hoy todavía, porque sigue siendo hoy necesario diferenciar y necesario romper con toda forma de representación del indígena desde fuera del movimiento. Y esa es la ruptura de los años 70. Yo diría incluso un poco más tarde cuando, porque hay inicios, el katarismo boliviano, pero en los 90 es bien evidente lo que pasa. A una tradición de izquierda, muy clasista, todo lo que provenía de las tradiciones indigenistas, más orientadas a la demanda étnica o racial, incluso en Estados Unidos también con las demandas de los derechos civiles. En América Latina, hay un momento donde se divorcia un poco esto. Entonces la demanda es más étnica, pero cuando en Ecuador en los años 90, masivamente aparecen las comunidades indígenas en la ciudad de Quito, sorpresivamente además y generan el Pachacuti, que es un partido que claramente se identifica como étnico, vos ahí ves que Mariátegui si diferenciaba con claridad la opresión racial y la opresión de clase nada más que las consideraba interrelacionadas. En un momento, esto se divorcia realmente en la acción política misma, en los movimientos sociales y quizás con Evo Morales desde el 2005 para acá, empieza a retomarse la idea de… Y que no es otra cosa que la definición de interseccionalidad también, de que las desigualdades están vinculadas. Siempre cuando en clase doy ejemplo de la relación entre la negritud y la subalternidad de clase, es como el huevo de la gallina, sos negro porque sos pobre, o sos pobre porque sos negro o es la misma cosa, porque históricamente se dieron juntas. Entonces creo que en los últimos años su visión de esa interrelación entre la dominación de clase, de nación y de raza realmente tiene vigencia.

-Lo que si has escrito también de que Mariátegui tenía una estrategia, de alguna forma, tenía un posicionamiento estratégico que va a llevar, ya si se quiere en los últimos años, incluso al Congreso de Buenos Aires en 1929, una idea de cómo se podía articular esa idea entre clase obrera, pueblos originarios, revolución socialista ¿Por qué has rescatado ese debate estratégico y qué importancia tiene para el desarrollo de su pensamiento también sociológico, cultural, en él todo se interconecta? ¿no? Pero me interesa que desarrolles un poco ese debate estratégico.

-Lo que pasa es que esas Tesis sobre la raza son lo que hoy tiene vigencia en toda esta discusión. Primero porque, en muchos aspectos pero bueno, en esa Conferencia del año 29, que es la Conferencia Comunista de Buenos Aires, esas Tesis sobre la raza es cuando emerge la cabecita de Mariátegui en el mundo el movimiento comunista internacional. Él no puede viajar, porque está enfermo, así que va una delegación en su nombre. Pero esa delegación, que lo que hace es defender la Tesis escritas por Mariátegui, el planteo se oponía a la posición oficial de la Tercera Internacional, que venían con sus representantes a plantear el autonomismo indígena. Y fíjate, yo te hablo de cosas que están en debate hoy. Pero en el año 29, en un periodo donde todavía el desarrollo del estalinismo, hay que esperar unos años más para que sofoque algunas de las posiciones, que para mí fueron claras en Lenin que por eso se llamaba Unión de República Socialista Soviética y así lo veía Mariátegui. Decían, bueno, se supone que respetamos la autonomía de esas repúblicas y venía la Tercera Internacional planteando la autonomía de las repúblicas indígenas latinoamericanas. Y Mariátegui dice: lo único que vamos a lograr con eso, si no hay una revolución en lo económico y una redistribución de las tierras, es como si estuviéramos otorgando una república ficticia, digamos. O sea, una serie de derechos que no van a existir, porque no le vamos a dar la tierra, porque no se resuelve, digamos, la problemática de clase. Entonces la Tercera Internacional venía con ese planteo, Mariátegui, antepone la necesidad de un cambio estructural y de clase, pero a su vez en ese texto es donde él dice que no es que la dinámica racial o la discriminación, digamos, que el indigena sufre, sea una cosa secundaria y que por eso no hay que darles la autonomía indígena. Si no que están muy vinculadas, pero no pueden escindirse. Entonces, aparte en esas tesis plantea que el indigena en el medio, sobre todo rural y en el medio de la sierra, en esa época, además, hablaban todavía en quechua, el 35% de la población no hablaba español en esas zonas. Él decía, hasta es un tema de acción política y de construcción de un partido, porque sin militantes que hablen el idioma no hay posibilidad de generar líderes indígenas. Entonces creo que realmente ese planteo es el que hoy está más vigente que nunca cuando se discute desde cualquier comunidad indígena en América Latina.

-Es muy interesante. Después se va a cortar con la muerte de Mariátegui, ese debate va a haber un giro, recién lo mencionaste, el Stalinismo va a aprender años, pocos años después realmente un combate muy fuerte contra su influencia, contra su legado, cambio de nombre del partido, creo que vos lo has llamado un cerco sanitario. Y bueno, las obras de José Carlos van a pasar muchos años en el ostracismo, hasta poder ser publicadas muchos años después por sus hijos. Dos cosas quería preguntarte en relación a eso. Primero, ¿por qué consideras que la posición oficial de los partidos comunistas vio tan peligroso, el pensamiento de Mariátegui? ¿Por qué fue tan dura la respuesta a sus planteos? Y en segundo lugar, un comentario, recién mencionaste lo de Samuel Glusberg, y estaba recordando que en el medio de esos años tan sombríos, que no se hablaba de Mariátegui, él escribe con el seudónimo de Enrique Spinosa, en la revista Claves, que dirigía a Trotsky, en México, pocos meses antes del atentado que va a terminar con la vida de Trotsky, un homenaje a los 10 años de la muerte de Mariátegui. Un texto muy lindo que escribió Samuel Glusberg, quizás no sé, no tengo el conocimiento para hacerlo, habría que investigarlo, pero probablemente Trotsky haya conocido también a Mariátegui, que veía esa revista a través de Samuel, muy interesante. ¡Así que si podrías contarnos un poco esos dos mundos, la reacción estalinista por un lado, y si nos podrías dar algunas notas más sobre la reacción con Glusberg?

-Si, o con Trotsky que también me han preguntado. En realidad yo creo que todo ese cerco sanitario tiene muchos niveles, por una parte nivel peruano y explicaciones, y a nivel internacional. A nivel internacional vos tenés dos o tres evidencias, porque el resto circulaba mucho dentro del movimiento comunista internacional, seguramente a través de los informes internos. Públicamente, digamos, de la Tercera Internacional surgen dos o tres escritos que se publican, en donde lo acusan por una parte de espiritualista y por otra parte de populista. ¿Por qué? Porque él cuestionaba una cosa tan básica para los partidos comunistas como era, tenemos que hacer una revolución, primero democrático burguesa, después iremos al socialismo con el proletariado, ese es el esquema. Y en ese esquema Mariátegui estaba en una posición totalmente crítica. Y segundo, a nivel internacional sigo, ya estamos desde el año 26, desde el Secretariado Sudamericano no recuerdo exactamente el año, con la imposición de las 21 condición de los partidos. se tienen que llamar Partido de Comunista, tienen que llevar la organización del centralismo democrático y Mariátegui era todo lo contrario a su planteo. Primero, nunca aceptó el cambio de nombre, para él siempre fue el Partido Socialista Peruano, a pesar de que se lo plantearon. En la Conferencia Comunista, planteó claramente que no iba a cambiar, y otros partidos ya estaban cambiando el nombre. Y por otro lado, no imaginaba un partido con ese centralismo democrático, entre comillas democráticos, que nunca fue. Él imaginaba un partido en capas de cebolla, y lo que estaba afuera era el movimiento. Por eso digo que hay algo del ordinovismo que siempre estuvo en él. Pero todo era muy heterodoxo para una etapa en donde realmente se intentó imponer una forma de organizar los partidos, un nombre. Lo que pasa es que hay un momento, que es lo que le da libertad a Mariátegui, en el 27 entre el Secretario Sudamericano que tiene su revista, la correspondencia de Sudamericana, y el 32 en donde hay cinco, seis años de poca actividad del Secretario Sudamericano. Y la Conferencia Comunista es bastante libre, la del 29. O sea, hay una discusión muy abierta, muy interesante, como que afloja un poco lo que al principio parecía ser una imposición muy dura. Entonces por eso Mariátegui participa, se hace la discusión. Después claro, después del 32 que a nivel internacional puede ser tomado como la bisagra, ya cuando están las purgas, cuando empiezan. Por ejemplo, Mariátegui nunca vio la cancelación del futurismo ruso, que es el movimiento vanguardista, que él más admiraba, a nivel pictórico, poético también. Nunca lo vio a eso, del 32 al 34 empieza una campaña muy fuerte, y es donde ahí sí, el estalinismo ya empieza a sofocar toda organización vinculada con el comunismo que no cumpliera con esas condiciones. Él eso no lo alcanza a vivir. Y cuando me preguntan por Trotsky yo siempre recuerdo los textos que él ha escrito, además de los que le interesó siempre sobre el arte. Porque él alcanza a leer los artículos en el exilio de Trotsky, en el New York Time. El dice: estoy de acuerdo con algunas cosas pero al mismo tiempo es Stalin el que expresa el alma rusa de hoy, lo que Rusia hoy necesita. Porque él no ve de ninguna manera el efecto del estalinismo en Rusia todavía. Entonces claro dice: Si Trotsky es internacionalista pero Stalin se da cuenta que hoy Rusia necesita una visión más nacional. Y pasa de largo, no es un tema que sea central para él en ese artículo. Pero sí era un gran conocedor de todos los escritos estéticos de Trotsky.

Ahora, Glusberg sí como editor y como partícipe de la Cuarta Internacional y mucho más involucrado en los procesos, pos muerte de Mariátegui es como una voz que va rescatando a este Mariátegui, con la honestidad de no hacer lo mismo que habían hecho con él en el Perú, de no convertirlo en un Mariátegui trotskista. Sino realmente de tratar de rescatar la riqueza del pensamiento de él en todo momento y contribuir a la difusión de su pensamiento.

En el Perú pasó lo contrario que te digo, es el cerco sanitario local. Agarraron, yo los encontré en los archivos, armaban libelos de inventos, de un fragmento, otro fragmento, otro fragmento inventaba un artículo, un libro donde Mariátegui era marxista leninista, estalinista, una cosa desagradable, además por supuesto de que eso es una falsificación. Y por el otro lado, la imposibilidad de que circulara su obras, hasta que los hijos, que tenía cuatro hijos varones, en el año 59 editan esa colección y ahí empieza a circular su pensamiento. Pero prácticamente del 32 o del 30, pero yo diría del 32 al 59 es ese cerco sanitario local e internacional, ¿no?

-¿Qué le dirías a las jóvenes, a los jóvenes que hoy están atravesando estas coyunturas políticas tán vertiginosas en Argentina y en América Latina? ¿Qué pueden llegar a encontrar de valioso, en la obra, en el pensamiento, en la vida de José Carlos Mariátegui?

-Mira, por una parte, todo lo que estamos hablando hoy, estamos hablando de alguien que murió hace, estamos en el 24, que murió hace casi un siglo, digamos atrás. Se van a cumplir en el 30 los cien años de su muerte y que sin embargo hoy, por eso te decía que incluso hicimos una traducción al inglés de las Tésis sobre la raza porque es realmente de parte de la discusión internacional, de la interseccionalidad, de los grandes temas, hoy de la sociología, incluso de la política. Así que en ese punto todos los chicos, chicas que tengan interés en la cuestión indígena o en las desigualdades sociales, Mariátegui es una lectura maravillosa. Además una lectura muy rápida, pues todos sus textos son cortos como un periodista que era, tiene solo dos libros completos. Pero me parece que los más interesante es que es una trayectoria totalmente agónica, o sea, es una persona que murió a los 36 años, porque nació en el 94, murió en el 30. Que a los 12 años se le declaró una poliomielitis, en el año 24 él tenía 28, no perdón, mira, en el 24 tenía 30 años, le tienen que cortar una pierna. Y queda desde el año 24 hasta el 30 que muere, finalmente producto de esta propia enfermedad, en un sillón, un hermoso sillón de mimbre, de inválidos digamos, desde donde él condujo una red internacional, nacional, donde hizo todo esto a aportes, sin poder moverse de Lima, de hecho, él había querido viajar a Buenos Aires para ser operado, y pocos meses antes de ese viaje muere. Y él sin embargo, desde esa condición fíjate, en ningún momento renunció a la universalidad, tenía las tertulias de su casa, que era Washington Izquierda, que era la calle donde estaba su casa, permanentemente tertulia, o sea, no perder, a pesar de los contextos físicos y personales que tenía, dinamismo. Y tuvo que vivir, que lo encarcelaran, que fue antes de la creación de la revista Amauta, ese peso también de la crítica que venía de distintos lugares, porque a él no le interesaba tanto la crítica del movimiento comunista, pero sí la de los indigenistas peruanos, con los que tenía un enfrentamiento muy grande. Así que en un contexto donde desde el 19 estaba Augusto Leguía, una dictadura, y bueno, pensar que no solamente enfrentaba el contexto tan duro como el que tenemos nosotros hoy, sino esa condición física, así que me parece que es realmente para leer a alguien que te demuestra, que hay que tener una visión agonística de la vida.

-Muchísimas gracias Fernanda. Nosotros queremos hacerte un regalo de parte de las Ediciones del Instituto del Pensamiento Socialista, un libro de nuestro compañero Juan Dal Maso, que ha escrito recientemente, un libro que tiene dos años, Mariátegui. Teoría y revolución y es nuestro agradecimiento por esta conversación tan hermosa que hemos tenido.

-Muchas gracias, gracias, es hermosa y gracias por el regalo.

-Nos vemos en un próximo capítulo del Talón de Hierro.

Te invitamos a leer el artículo “En el 10º aniversario de la muerte de José Mariátegui”, de Samuel Glusberg (son el pseudónimo de Enrique Espinoza) publicado en Clave Nro. 8/9, segunda época, pág. 249, abril-mayo de 1940 y disponible en la página del CEIP León Trotksy.