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RACISMO Y VIOLENCIA POLICIAL. Entrevista a Maria Emilia Tijoux: "debería disolverse la institución de Carabineros de Chile"

A raíz de hechos como las protestas en EEUU, el racismo y la violencia policial –que se han convertido en debates candentes-, entrevistamos a la académica de la Universidad de Chile, Coordinadora de la Cátedra Racismos y Migraciones Contemporáneas, María Emilia Tijoux, para contribuir en un análisis desde la realidad que actualmente vive nuestro país.

Javiera Márquez

Javiera Márquez Santiago de Chile

Sábado 11 de julio de 2020

Las protestas en EEUU contra el racismo y la violencia policial han generado intensos debates desde distintas áreas de la sociedad, generando enardecidas respuestas masivas que han trascendido también a nivel internacional. Países como Australia, Alemania, Reino Unido, Francia, Japón, Corea del Sur, Australia, entre otros, han salido a manifestarse en contra de este tema: es que el racismo y el abuso policial son problemas estructurales del sistema capitalista a nivel mundial.

Esto explica en parte lo que hace algunos meses vimos recorrer en las portadas de los medios de comunicación de diversos puntos del globo: la imagen del 25 de octubre en Chile con miles de personas en las calles y con la bandera Mapuche ondeando sobre la estatua del General Baquedano. Una imagen que condensa estas problemáticas y que fue una de las tantas figuras icónicas de las movilizaciones que se abrieron en octubre. Posteriormente, las protestas por el hambre en el contexto de la pandemia han expuesto la aguda violencia que viven migrantes y el pueblo Mapuche, donde la principal respuesta del gobierno ha sido, una vez más, la represión.

Para analizar el fenómeno, La Izquierda Diario conversó con la coordinadora de la Cátedra de Racismo y Migraciones Contemporáneas de la Universidad de Chile, María Emilia Tijoux, quien, a partir del asesinato de George Floyd en Estados Unidos, ha denunciado la situación que se vive en Chile, señalando que "no puedo dejar de pensar en Joane Florvil, no puedo dejar de pensar en Camilo Catrillanca. Eso también es racismo".

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1) Usted ha afirmado que existe una “producción espectacular de racismo y xenofobia” en las políticas implementadas por el gobierno chileno en contexto de la crisis sanitaria, ¿nos podría explicar a qué se refiere?

R: Por ejemplo, cuando se focaliza a un sector, a una población, a un campamento, un cité, un espacio específico donde viven las personas en condiciones infrahumanas, muchas veces a causa del abandono del Estado, de la indiferencia o el maltrato de las instituciones; y cuando allí ocurre algún hecho (sea cual sea ese hecho, como sucedió hace algunos meses con la pandemia), se produce una reacción por parte de los medios de comunicación, sobre todo los medios oficiales y, principalmente, la televisión. Ellos se valen de sus cámaras para ir a filmar y transmitir en directo el sufrimiento de la gente, sin tener idea si es que en esos lugares solo habitan personas migrantes o si también habitan personas chilenas en las mismas condiciones. El racismo implica un maltrato repetitivo a las personas migrantes.

El espectáculo es muy útil, porque produce sentido común, no solamente porque se dicen cosas, sino porque se muestran cosas y lo que se muestra es: a las personas en sus casas, en sus habitaciones, en sus dormitorios, incluso en sus cocinas, en sus baños, para que exista todo un mundo que está mirando en ese momento y observando esa pantalla. El espectador se hace una idea sobre algo que ya tenía de cierto modo en la cabeza respecto de las personas migrantes. Esa producción espectacular, es una producción política y, por supuesto, tiene un efecto muy específico en una producción de sentido en las personas, en una construcción de imaginario que consiguen que -además de todo lo que se ha hecho, lo que se ha dicho, escrito desde la antropología del siglo XIX hacia adelante de manera racializada - hoy día opere, por ejemplo, en un cité de la región Metropolitana contra la comunidad haitiana.

2) El manejo político de la pandemia ha desencadenado cientos de miles de personas sin trabajo o suspendidas que han agudizado la precarización de la vida de amplios sectores de la población. Las protestas por hambre han sido respondidas con represión ¿cree que en Chile se criminaliza la pobreza?

R: El manejo político de la pandemia, más que el manejo de la salud de las personas, más que una organización del Estado y de sus instituciones para salvar la vida de las personas, ha estado organizado desde la economía, desde el lugar que tiene el capital en la preocupación del gobierno chileno actual y también de los partidos políticos que representan, así como de otros y otras que, sin estar en esos mismos partidos políticos, han estado de acuerdo con aquello que han llevado a cabo. Una de las consecuencias que ha tenido este manejo terrible tiene que ver con la precarización, con esta condición que ya existía en la vida de gran parte de la población chilena, pero en otras tonalidades, es decir, existía la precarización del endeudamiento, con una suerte de premio siempre al final, que era otro crédito, para otro crédito, para otro crédito y así tener a la gente como en las pulperías antiguas, siempre sujetas a una deuda.

Hoy, ni siquiera eso es posible. La precarización ya tuvo que ver ahora con la cesantía, con la reducción de los salarios y yo también diría que con la persecución, porque no solamente se trata de que la gente haya quedado sin trabajo (como le ha pasado a mucha gente de nuestras familias en distintos sectores sociales), sino que también una suerte de castigo a quienes ya se ha castigado, al negarles, por ejemplo, poder buscar formas de sobrevivir para inventar la vida, para arreglárselas de alguna forma y vender en las casas, para salir en un comercio más callejero, para conseguir dinero para sobrevivir.

Yo la veo como una persecución a la clase trabajadora chilena en general en los distintos sectores sociales y obviamente un castigo mucho mayor a los sectores poblacionales, que ya son históricamente quienes protestan, porque hay organización y hay trabajo colectivo allí. Una vez más se criminaliza la pobreza, como lo fue en los años 80, como fue durante la dictadura, como ha sido antes de la dictadura y antes del gobierno de Allende. Ya la pobreza era criminalizada y, por eso mismo, que si uno rasguña un poco en la Historia, va ver que las ollas comunes no son un invento del período de la Dictadura o posterior, sino que tiene que ver con las luchas de los trabajadores desde hace muchísimo tiempo atrás. O sea, si no hay trabajo, no hay pan; y, sin embargo, muchas veces a pesar de no tener trabajo y muchas veces ni techo ni pan. Las luchas están en torno de la dignidad de las personas: podemos ser pobres, podemos no tener nada, pero, sin embargo, la dignidad es una cuestión que no se transa, me parece que ante la criminalización de la pobreza, la dignidad está allí, ahora se criminaliza no solo con una persecución directa, sino con servicios de inteligencia, con persecusión a sus dirigentes, con tecnología, con drones que vigilan siempre las poblaciones por arriba, con militarización, con securitización y con el hecho de tenernos en un estado de excepción.

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3) Actualmente hay miles de presos de la revuelta popular y presos mapuche en huelga de hambre ¿Qué opinión tiene usted con respecto del accionar del gobierno y su aparato policial al momento de reprimir el descontento popular? ¿Cree usted que se debería disolver la institución de Carabineros de Chile?

R: El racismo no solamente opera contra los migrantes, sino obviamente e históricamente contra los pueblos indígenas. La brutalidad policial y el modo de tratar a las familias mapuche, a mujeres, niños, hombres, a trabajadores, trabajadoras, al negarle los derechos, en realidad estamos frente a actos racistas de carácter fascista también y es evidente el castigo contra el pueblo Mapuche, puntualmente, que sigue luchando por sus derechos hace tantísimo tiempo.

Ahora, en este contexto, los presos de la revuelta popular, los presos políticos en huelga de hambre, tienen un lazo muy fuerte, porque efectivamente a los jóvenes sobre todo que salieron a la calle, que enfrentaron a estas fuerzas policiales a nivel nacional desde octubre hacia adelante, se les ha perseguido, se les ha condenado, se les ha encarcelado, se les ha aplicado leyes que no tiene ningún parangón con respecto a lo que ellos supuestamente ven como delito, porque no ha habido nada más que enfrentamientos con las fuerzas policiales, que tienen todo en sus manos, todo en su poder y toda una ley que les permite actuar impunemente.

Yo creo que, en ese sentido, la cuestión de la impunidad tiene que ser tratada y abordada porque es una herencia brutal de la dictadura, ahora obviamente, es mi punto de vista, yo soy una persona común y corriente, pero el accionar del gobierno ha sido criminal, como el de los aparatos policiales y también jurídicos que permiten esas acciones para reprimir el descontento de todo un pueblo, por lo que sí, debería disolverse la institución de Carabineros de Chile, pero también, deberían haber acusaciones constitucionales contra el modo en que han actuado los mandatarios, los personeros de gobierno y eso es también extremadamente grave.

4) Usted ha señalado que es necesaria una ley de migraciones basada en derechos humanos integrales para garantizar igualdad de condiciones en el acceso a derechos ¿cómo cree que se podría avanzar en ese sentido?

R: Pienso que somos muchos y muchas organizaciones, intelectuales, artistas, grupos, individuos que estamos hoy día exigiendo una ley de migraciones basada en derechos humanos integrales. Tal vez, yo le agrego la palabra “integrales”, porque a veces hablar de “derechos humanos” no es suficiente en un concepto que queda muy vinculado a lo liberal.

Esos derechos humanos integrales tienen que garantizar igualdad de condiciones en el acceso a derechos. Avanzar en ese sentido, creo que es una de las tareas más complicadas, sobre todo en este gobierno. Y quizás nos ha pasado en todos los gobiernos, donde, lamentablemente, la persona, la mujer, el niño, el hombre proveniente de la migración no han sido considerados como iguales. Esto implica todo nivel; no solamente en los derechos sociales, sino en los encuentros cotidianos a nivel del reconocimiento de su cultura, a nivel de también colocarlos en un plano de igualdad ante nosotres, porque ¿cuál es el interés de pensar en que hay “diferencias” cuando se trata de diversidades? (Que es muy distinto).

Entonces efectivamente la lucha por una ley, va ser una constante de aquí a muchas generaciones más, porque la actual denominada “ley de migraciones” no tiene esa base de derechos humanos integral, hay muchos derechos que quedan fuera de esa ley, porque no se hizo o no se pensó o al menos no se cauteló haberla pensado junto a las organizaciones migrantes (que eso es lo primero), junto a las comunidades migrantes que están en Chile, para que ellos y ellas pudiesen decir y señalar desde su misma voz sus preocupaciones, haciendo presencia en Chile de aquellas cuestiones que les parecen fundamentales. Porque en las comunidades migrantes hay profesionales (al igual que hay en Chile), hay abogados, médicos, profesores, sociólogos, psicólogos, trabajadores sociales y también hay organizaciones sociales que deberían haber sido escuchadas. Por lo tanto, no se les consideró ni tampoco se consideró a las organizaciones pro migrantes, donde también nos encontramos nosotras y nosotros en el mundo académico, el mundo sindical, el mundo artístico, donde teníamos muchísimas cosas que decir al respecto. Entonces, una ley supuestamente sobre migraciones no consideró la voz de los sujetos y sujetas que son los primeros involucrados en dicha ley.

Sobre esa ley agrego algo que tal vez parece curioso, pues cuando se habla de “ley de migraciones”, no se trata solamente de aquellas que atañen a las personas que llegan a Chile, sino a personas que son expulsadas de Chile o se han ido de Chile por razones muy similares a quienes han llegado. Porque para los chilenos y chilenas que en condiciones de migración están en el extranjero, no hay ni una sola palabra, ni una sola frase que pueda interesarles para saber si hay una política de retorno o si hay alguna política que acoja a los jubilados, etc.

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Javiera Márquez

Periodista

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