Cristian Bulacio vive en El Molino, a 11 kilómetros de Concepción, frente a una plantación de arándanos. El desborde del río Gastona provocó que pierda todo: “en momentos así sólo te preocupa la familia y luego esperar y ver como el agua te lleva todo”.
Martes 24 de marzo de 2015
La Izquierda Diario junto al trabajador rural insultado por la Senadora Rojkés - YouTube
Fotografía: Mariana Romero
El miércoles 18 de marzo los pobladores de El Molino recibieron la visita de la primera dama provincial y senadora nacional, Beatriz Rojkés. El video donde la Senadora le dice -en referencia al río – “¡y que te lleve!", para luego tratarlo de "animal" y "vago" tuvo trascendencia nacional. Cristian jamás pensó que su imagen iba a ser tan conocida, pero lamenta que fuera por haberlo perdido todo.
En una entrevista con Dady Brieva, "La Betty" explica que actuó como una "tarada" y que su respuesta fue primitiva. Pero también llega a afirmar que Cristian no era lugareño y que es común que en sus recorridas "les manden gente a provocar".
La Izquierda Diario visitó a Cristian en El Molino y conversó con él. Trabaja desde los 12 años en el campo, "siempre en el campo". Arranca la temporada en el citrus, luego en el azúcar, el arándano y en noviembre y diciembre termina el año con la cosecha de la papa. “Enero y febrero son duros". Cristian es lugareño y de toda la vida, o la sobrevida como dice él. Él sólo pidió a la senadora que vayan las maquinas a reencauzar el río. Y por eso lo trato como animal.
Beatriz Rojkés mintió y sabía que lo hacía. Antes del incidente había visitado la casa de Cristian, pero quería irse sin dar respuesta a los pobladores. Porque es cierto que la primera dama recorrió zonas inundadas, pero sólo en busca de fotos y "buena prensa". Lo sucedido en El Molino no es la excepción: la excepción es que ahí filmaron lo sucedido. No fue un exabrupto de Beatriz Rojkés, fue la reacción de quien se crió como patrona y no soporta el cuestionamiento de un subalterno.
Mientras el Gobierno sigue sin dar soluciones básicas, miles de habitantes de Alpachiri y El Molino tomaron tierras a la vera de la Ruta 38 Nueva antes de llegar a Concepción para tener un lugar para reconstruir sus vidas.