En el marco de las internas que vienen teniendo lugar entre el PRO y la UCR, el mendocino ratificó que esa alianza se mantiene para 2017 en todo el país.
Jueves 21 de julio de 2016
Foto: wikimedia
La interna en Cambiemos está que arde. Acusaciones cruzadas llueven de todos lados: Carrió, Vidal, Macri, los radicales bonaerenses y los santafesinos. Ante esto, el senador nacional, Ernesto Sanz salió a arbitrar entre las distintas alas que se “sublevan” contra el PRO al interior de la Unión Cívica Radical.
En el día de ayer, hizo declaraciones críticas a la Agencia DyN acerca de la “capacidad comunicativa” por parte del Gobierno nacional. Esbozó una leve crítica, incluyéndose (o sea, autocrítica), por primera vez luego de meses, a él mismo como parte del actual oficialismo.
En ese marco señaló la “necesidad de ‘rediscutir’ la manera en la cual comunica el Ejecutivo, al considerar que el gobierno "minimiza los efectos de esa comunicación" y pidió la realización de campañas publicitarias, mostrando así su apoyo a Macri respecto de los tarifazos.
El argumento es bastante pobre. El problema para quienes les llega una factura de gas con más del 400% de aumento no es de “como se lo comunicaron” sino de que semejante suba golpea brutalmente sobre su nivel de vida.
Sin embargo, a pesar de esas críticas menores, Sanz ratificó la política de ajuste, apoyando las polémicas declaraciones del presidente sobre estar en remera y en patas adentro de la propia casa. “Este es un gobierno que tiene que abordar muchos cambios culturales" afirmó, como "la cultura del esfuerzo, esto de ahorrar energía".
En pocas palabras, criticó las formas pero apoyó lo esencial de la “cultura de la meritocracia” que pregona Cambiemos.
Contrapesos
Ayer Sanz también reconoció ser parte activa e integrante de la alianza oficialista, a pesar de no ocupar ningún cargo en el Gobierno. Definió a Cambiemos como un “esquema de contrapesos, equilibrios y balance”. Claro está que, a pesar de todo eso, la balanza siempre se inclina para el lado de los intereses del gran empresariado.
El propio Sanz se encargó de aclararlo cuando, en referencia a las medidas económicas de ajuste que tomó el gobierno, como el pago a los fondos buitres, la quita de retenciones al agro o el levantamiento del cepo al dólar, afirmó que “las cosas que ha hecho el Gobierno en materia económica marcan un rumbo que tiene sí o sí que tener beneficios. Tienen que aparecer las consecuencias favorables porque son buenas medidas y el mundo de los negocios las venía reclamando para tener previsibilidad, estabilidad. El gobierno ha sacado del camino muchos obstáculos para poder crecer y creo que eso en algún momento va a empezar a florecer.”
Por supuesto que, siguiendo el termómetro de Sanz, lo que va a florecer el bolsillo de los empresarios que ya comenzaron a llevarse cifras siderales, a costa de los tarifazos que reverdecieron como en primavera pero en las boletas que paga el pueblo trabajador.
Cambiemos 2017: Sanz ratifica la alianza
También se metió en el medio de las acusaciones cruzadas entre dos de sus socios político-electorales, Macri y Miguel Lifschitz, actual gobernador de Santa Fe.
El senador nacional ratificó que la Unión Cívica Radical se mantendrá dentro de la alianza Cambiemos, en todas las categorías y en todo el país en las elecciones legislativas del próximo año.
Por lo tanto, en el terreno santafesino, competirá con el Partido Socialista, su otrora aliado. De este modo, armará su propia nómina de legisladores nacionales junto con el PRO. Cabe destacar que no es la primera vez que el radicalismo y el socialismo arman listas por separado a nivel nacional pero mantienen su alianza a nivel provincial, el Frente Progresista.
Sanz, afirmó que "pareciera una contradicción pero no lo es porque uno es un frente nacional y el otro es un frente provincial y no podemos ser incoherentes en ese sentido" y aclaró que "en lo que hace al gobierno provincial, el radicalismo forma parte del Frente Progresista, tiene al vicegobernador de la provincia (Carlos Fascendini), a varios ministros y sostiene la marcha de ese gobierno".
De la misma manera, siguiendo la “línea oficialista” dentro de Cambiemos y argumentando que el único límite para tejer alianzas electorales y “venderse al mejor postor”, es “la coherencia” (sic) dijo que no ve con malos ojos el acercamiento de determinados intendentes bonaerenses del PJ al gobierno de Macri y Vidal.
Agregó “creo que en el peronismo hoy hay dirigentes que han dado muestra de una enorme madurez, dispuestos a votar cosas que no sé si en otro momento votarían, pero lo hacen por la gobernabilidad y creo que no van a aprovecharse de ninguna nivel de conflictividad social”. En ese marco disparó -en clara alusión al titular del PJ Fernando Espinoza - que “hay otros que están esperando con el babero puesto que haya conflictividad para voltearlo a Macri. Hay mucha gente dentro del peronismo que quiere esto, algunos están desaforados y dicen a cara descubierta que quieren que a Macri le vaya mal”.
Así, en medio de las tensiones que recorren a la coalición gobernante, sobre todo en la provincia de Buenos Aires, Sanz salió a ratificar que es un buen soldado de Macri.