En la Facultad de Derecho de la UNR, los jóvenes se vieron reflejados en la campaña del Frente de Izquierda, en la importancia de visibilizar a los trabajadores en las aulas. Silenciar es la regla, ni siquiera se habla del 2 x 1 a los genocidas.
Lunes 22 de mayo de 2017 09:16
En los pasillos y aulas de la facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario se habló de la propuesta que encabeza el precandidato a diputado nacional, Octavio Crivaro, en la provincia y la precandidata a concejal, Virginia Grisolía, en la ciudad. Se trata de trabajar seis horas, cinco días a la semana para repartir el trabajo y acabar con la desocupación con un salario igual a la canasta familiar. Además el Frente de Izquierda propone becas de 10 mil pesos para que todos puedan terminar la carrera universitaria.
Muchos estudiantes se sintieron identificados con la propuesta que nacionalmente están llevando adelante Nicolas Del Caño y Myriam Bregman. Así lo expresó Nicolás conversando con el CeProDH en el Frente de Izquierda, la agrupación de la facultad. “Es mi primer experiencia universitaria, y al mismo tiempo tengo que trabajar porque tiene todo un costo la carrera, intento llevarla al día pero es verdaderamente complicado cuando tengo que trabajar ocho horas al día y con sólo un franco semanal”, contó el estudiante de primer año.
Trabajar para vivir, o vivir para trabajar, es a lo que se enfrentan muchos cada día para sustentar su vida en la ciudad, los apuntes y el cursado. “No tengo tiempo para estudiar, y cuando puedo tenerlo es difícil concentrarme, ya que acumulo cansancio y estrés. Salgo de trabajar los sábados a las 7 de la mañana y entro a cursar a las 9, y me cuesta llegar en buenas condiciones para adquirir los conocimientos que me gustaría. Es difícil ser estudiante y trabajar paralelamente, especialmente en una facultad tan elitista como esta, pero es necesario para muchos de nosotros”, prosiguió.
Como muchos otros, sabe que tiene que hacer un esfuerzo mayor para estudiar luego de salir del trabajo con la “cabeza quemada” y las pocas horas de sueño. Muchos otros también ayudan a sus familias, tienen que pagar un alquiler, tienen hijos, etc. “Por eso la propuesta que están lanzando me parece totalmente novedosa, en cuanto a ser amparados los trabajadores que estudiamos. Nos da no solo más tiempo para estudiar, sino para poder vivir”, expresó el joven.
Esta realidad pocas veces es contemplada por la Facultad, muchos docentes que son jueces o funcionarios que cobran fortunas opinan que van a la dar clase para “hacerte un favor” y lejos están de comprender la realidad de miles que día a día dejan de cursar por no aguantar más. La respuesta a ello, muchas veces, es la meritocracia, historias de abogados que se “hicieron desde abajo trabajando de lo que sea”. En ese sentido, Brenda Cáceres, estudiante de abogacía, trabajadora y candidata del Frente de Izquierda planteó: “Nosotros queremos que todos los jóvenes que quieran estudiar puedan hacerlo, esta es una carrera donde se prioriza a sectores de mejor posición económica, y no a los hijos de los trabajadores que viajamos horas en colectivo para llegar y que no nos alcanza ni para los apuntes.” Contó también que en la UNR se recibe menos de la mitad de los estudiantes que ingresan y esto se silencia no solo desde las autoridades sino también desde las agrupaciones, como DNI, corriente estudiantil del gobierno provincial del PS, y mientras tanto la deserción estudiantil crece.
La “Corte de la vergüenza” y silencio en las aulas
El “mirar para otro lado” cuando un estudiante se queda dormido mientras cursa, no se reduce solo a la problemática de los trabajadores y las miserias que se viven. “Como estudiante de Derecho y ciudadano me hubiese encantado escuchar que un juez repudie el criterio que se tomó en este caso, porque alega el olvido, nos hace involucionar. Son los mismos jueces que después en la materia laboral siguen los mismos criterios empresariales que atacan a los trabajadores que luchan por sus derechos”, expresó Nicolás con indignación.
El repudio a la “Corte de la vergüenza”, como la llamó Myriam Bregman luego del escandaloso fallo del 2x1 a favor de los genocidas y la bronca que se demostró en las calles con miles marchando contra la impunidad, no tuvo su expresión en la facultad, justamente, de derecho. “Queremos formarnos como abogados que defiendan a los trabajadores y que levantemos las banderas contra la impunidad, al contrario de lo que sucede donde hay docentes que son defensores de genocidas y gozan de buen prestigio en esta institución", manifestó Brenda Cáceres, quien tiene esta perspectiva para el ejercicio de su profesión.