Se desarrolló en la dependencia de ATE Nacional del barrio porteño de Balvanera. Delegaciones de las asambleas barriales de la Ciudad y el conurbano, activistas feministas, LGBTI, de DDHH, estudiantiles, antirracistas, de movimientos sociales, referentes sindicales y políticas del peronismo y la izquierda se hicieron presentes.
Jueves 15 de febrero de 2024 22:10
La asamblea fue convocada por el colectivo Ni Una Menos y la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto para organizar la jornada del próximo 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres.
Se hicieron presentes delegaciones docentes de Ademys, Suteba, Sipreba (sindicato de prensa), Ate (Asociación de Trabajadores del Estado), Orgullo Disca, referentes de comedores populares, Pierina, lesbiana procesada por exigir la aparición con vida de Tehuel, familiares de víctimas de femicidios. También estuvieron presentes las obreras de Madygraf gráfica bajo gestión obrera, y las asambleas barriales de Almagro, Córdoba y Juan B. Justo, de Moreno y Merlo de la zona oeste, de la zona norte y sur de la provincia de Buenos Aires, como la comisión de género y diversidad de la asamblea de Labus, junto a mujeres de AGTSyP y de la Agrupación Violeta de FOETRA sindicato de telecomunicaciones. Asistieron también referentes feministas como Nina Brugo de la Campaña por el Aborto, Dora Barrancos y Andrea D’Atri.
Abrieron la asamblea desde el colectivo Ni Una Menos, la Campaña Nacional y ATE que dieron la bienvenida y prestaron el espacio. Hubo una fuerte denuncia que hizo la delegada y secretaria de Géneros de SiPreBA, Micaela Polak que planteo la represión en particular hacia les trabajadores de prensa durante las movilizaciones contra la Ley Ómnibus en la plaza del Congreso: “No querían que contemos lo que estaba pasando en el congreso, lo que se estaba discutiendo a espaldas del pueblo (...) No somos 40.000 como mintió el gobierno, somos millones, hay que estar el 8 reventando las calles y contra el protocolo”.
La denuncia al ajuste y el hambre recorrió la asamblea: Desde el colectivo Orgullo Disca denunciaron la baja de pensiones, prestaciones y despidos en el estado, al igual que la denuncia del recorte de comida en los comedores de los barrios populares como denunciaron referentes de comedores del Polo Obrero, la UTEP, la CCC, Barrios de Pie, entre otras. No hay duda que el plan motosierra ataca a los bolsillos populares donde las mujeres son las primeras en pagar los platos rotos: horas antes se conocieron las cifras escabrosas del INDEC: $600.000 para no ser pobre, con 20,4% de inflación sólo en diciembre.
La necesidad de la masividad en las calles el próximo 8M, la defensa de los derechos conquistados como el aborto, el rechazo al DNU y el protocolo represivo de Patricia Bullrich, fueron ejes transversales al debate y puntos de coincidencia entre los diferentes sectores que participaron.
Gio de la Campaña regional CABA, remarcó la necesidad de ser miles en las calles, de impulsar el paro general e invitó a todas y todes les presentes a acompañar una iniciativa que impulsan desde el espacio el 19 de febrero, un pañuelazo con motivo del aniversario del primero que hubo cuando comenzó la enorme marea verde que más tarde conquistó la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.
El 8 de marzo tendrá como marco el inicio de clases en las escuelas que probablemente sea con conflicto en la comunidad educativa como denunciaron las docentes, ya que el gobierno no quiere pagar los incentivos y empieza el año con crisis y ajuste también sobre las familias. Una docente de SUTEBA remarcó hacer un paro masivo donde “los sindicatos convoquen al paro y poner esa legalidad que tienen al servicio de la lucha” denunciando los descuentos del gobierno de Fernández y los gobernadores provinciales ante los 14 paros docentes que hubo durante el 2023.
Mientras estaba reunida la asamblea feminista, las y los trabajadores del CONICET estaban al mismo tiempo haciendo una toma pacífica del edificio, en reclamo por sus puestos del trabajo y contra el recorte presupuestario del gobierno en ciencia en investigación.
Contrapuntos durante el debate
Dos posturas claras fueron tomadas en la asamblea: la exigencia de paro a las centrales sindicales, a la CGT y las dos CTAs, demanda que tomó fuerza cada vez que se tomaron las calles y dejó como conclusión en distintos sectores cuando vimos sólo una demostración de la potencialidad de les que hacen mover los resortes de la economía el pasado 24 de enero. Esta propuesta fue impulsada por Ademys, Suteba, la Posta de Salud y Cuidados, y las asambleas barriales. Y otro sector que con distintas respuestas y argumentos no tomaron esa reivindicación o la igualaron a otro tipo de expresiones de lucha como las compañeras de AMMAR, de la UTEP, y algunas organizaciones políticas referenciadas en Unión por la Patria.
Si la primer derrota política del gobierno de Milei estuvo en manos de la movilización en las calles y tuvo como protagonistas a valientes contingentes de autoconvocadas que llegaban con sus cacerolas al Congreso de distintos puntos del AMBA y CABA, Unidos Por la Cultura con su coordinación y asambleas numerosas, sectores del sindicalismo combativo y la izquierda, ¿qué hubiese pasado si toda la oposición al gobierno hubiese salido en unidad y en las calles a enfrentar la ley, con convocatorias en todos los lugares de trabajo, hasta tirar abajo la Ley Ómnibus y el DNU?
La asamblea de Almagro desplegó su bandera al frente y Jésica y Helena tomaron la palabra contando su experiencia. Pusieron en pie una comisión de Género en su espacio asambleario barrial y llevaron a la asamblea feminista sus propuestas y conclusiones como parte de poner el cuerpo en la pelea contra la Ley Ómnibus. “Que sean parte las asambleas, que son actor político nuevo hoy, que podamos tener lugar importante en las cabeceras para que se nos vea el 8M, mostrar lo que está surgiendo desde abajo en diferentes lugares porque somos las mujeres enfrentando el ajuste, el hambre, los cortes de luz. Ayer votamos seguir exigiendo un paro de la CGT y nos parece importante que el 8 se transforme en paro general y con plan de lucha hasta bajar el Decreto y el protocolo de Bullrich”.
A pocos días de haber derrotado la Ley ómnibus, fue llamativo que fueran muy pocas voces las que mencionaron a las mujeres de las asambleas barriales, muchas de ellas allí presentes.
Brenda Hamilton, referente de Pan y Rosas y de la Juventud del PTS comenzó su intervención pidiendo un fuerte aplauso a las valientes mujeres de las asambleas barriales y del sindicalismo combativo que pusieron el cuerpo al protocolo de Bullrich y varias votaron participar de la marcha del 8: “Esta pelea recién empieza, logramos marcarle la cancha al gobierno, no pudo pasar la Ley Ómnibus tenemos que seguir enfrentando el Decreto, el plan de ajuste de Milei, la casta empresaria y el FMI que quieren ajustar al pueblo trabajador y en particular a las mujeres que somos la mayoría en el mismo.” En referencia al debate de la masividad y a tono con la mención al paro de varios sectores sindicales presentes dijo: “Que este 8 de marzo haya un paro efectivo de todas las centrales sindicales, empezando por la CGT y todas las que se llaman opositoras que no estuvieron movilizando en las últimas jornadas, empezando por ATE, CTA necesitamos que hagan un paro efectivo para que el 8 sea masiva con la fuerza de las pibas de la marea verde y de todos y todas que salimos a enfrentar este gobierno reaccionario y misógino”.
Los aplausos coparon la asamblea cuando tomó el micrófono Bárbara, enfermera del Garrahan, de Pan y Rosas e impulsora desde la agrupación político sindical La Marrón de la Posta de Salud y Cuidado junto a jóvenes estudiantes de Medicina de la UBA y diferentes disciplinas vinculadas a la salud. Denunció la precarización laboral en esa rama de trabajo y las tareas de cuidado. Señaló: “Vamos a la Plaza Congreso no sólo a asistir sino a dar un mensaje político, no vamos a hacer como otros a cuidar la plata del FMI o de los capitalistas imperialistas, no vamos a cuidar como otros hacen los intereses de los empresarios provinciales, nosotras vamos a defender a las niñeces e infancias que vienen sin comer, a los abuelos y abuelas gaseadas en las plazas con total cobardía, a defender a las estatales, no nos resignamos al ajuste brutal de Milei, vamos a ir por más”.
En referencia a la unidad y fuerza que la mayoría de las intervenciones plantearon durante el debate que es necesario construir, aseguró: “Tenemos enormes puntos de apoyo, pusimos en pie un taller de primeros auxilios con 200 personas, tenemos hermandad con las asambleas barriales que creemos fundamental a la hora de exigir paro. Porque en nuestros hospitales nos dividen no sólo por orientación sexual, de género, sino por tramo, categoría, los trabajadores de salud vamos a la par sin divisiones y por todos nuestros derechos fundamentales. Hay que decirlo, en los hospitales no se están haciendo asambleas, cuando decimos paro y plan de lucha nacional, hay que ir a los hospitales a hacer asambleas, votarlo, garantizarlo y llevarlo por fuera de las puertas de las instituciones”.
Construyamos un 8M masivo y callejero de verdad
Decenas de compañeras y compañeres quedaron anotados para continuar el debate el próximo miércoles a las 18 h en el mismo lugar. Una de las tareas hacia el 8M es construir desde abajo la movilización, llevando estos debates a cada asamblea barrial, a cada lugar de trabajo, y a cada sindicato exigiéndoles paro y movilización para que volvamos a mostrar todas nuestras fuerzas en las calles de manera masiva. También a los lugares de estudio donde comenzaron los cursos de verano y próximamente en las escuelas con el inicio de clases.
La masividad de construye, por eso la pelea por un paro general con movilización que impulse los reclamos de todas, de las que tienen derechos laborales, de las tercerizadas, de las informales que viven de changas. La heterogeneidad en las formas de precariedad laboral (y de la vida) que hace años se profundizan en la Argentina y el mundo tiene de responsables a las políticas de ajuste del FMI y que vienen aplicando los últimos gobiernos y que La Libertad Avanza quiere aún profundizar como con la reforma laboral que incluye el DNU. Esa división que imponen los empresarios con sus políticos es a la que se subordinan las conducciones sindicales y organizaciones sociales que discursivamente pueden mencionar las problemáticas pero que no organizan la lucha para unificar los reclamos. Lo opuesto a esa división también muestran, como un proceso incipiente pero novedoso, todas las asambleas barriales que empezaron a surgir en diciembre en el AMBA y otras provincias del país, ya que las trabajadoras y trabajadores que asisten allí encuentran un espacio de organización, de reflexión, de cuidado, y de lucha, que no encuentran en las organizaciones tradicionales. Sin embargo, en esas instancias se ve la necesidad de que la fuerza de la mayoría del pueblo trabajador se exprese con sus métodos: paro y movilización, como se votó para derribar la Ley Ómnibus y se debate actualmente contra el DNU y el protocolo antipiquetes. Como dijo nuestra compañera Myriam Bregman, siempre que luchamos estamos mejor.
Por lo dicho anteriormente, es que las feministas socialistas peleamos por la unidad del movimiento de mujeres y la diversidad sexual con toda la clase trabajadora, levantando la reducción de la jornada laboral y el reparto de las horas de trabajo, para acabar con las divisiones que nos imponen los capitalistas y sus gobiernos y que las burocracias sindicales siempre están dispuestas a respetar.