El incendio no cesa y los medios técnicos y humanos de los que el Estado dispone no aparecen. Detrás de la rosca política que deslinda responsabilidades, comienzan a surgir elementos de organización desde abajo para enfrentarla. Es necesario exigir todos los recursos necesarios y prepararnos para pelear por recuperar lo perdido a causa de la negligencia de la casta política.
Domingo 7 de febrero de 2021 00:46
Este sábado a la noche el fuego, luego de ser contenido en inmediaciones de la comunidad mapuche Nahuelpan por personal del SPLIF y voluntarios de la propia comunidad, se intensificó y cruzó entre el cerro Nahuelpan y el Huemul en dirección a la zona de chacras al norte de El Bolsón.
Mientras el Ministerio de Ambiente que dirige Juan Cabandié anunciaba el envío de 40 brigadistas del norte del país y un avión más del SNMF, brigadistas de Parques Nacionales sofocaron el fuego en el área de El Mirador, donde tuvo inicio el pasado 24 de enero.
Luego de que el viceministro de Ambiente declarara “inoportuno” el pedido de refuerzos del intendente Pogliano, el Ministerio cambió su postura tibiamente y envió refuerzos que llegan tarde. El Bloque de concejales de Juntos Somos Río Negro (JSRN) de El Bolsón, en una muestra de cinismo político respaldó el pedido de Pogliano con una declaración de repudio a las declaraciones del viceministro.
El senador Alberto Weretilneck salió a respaldar el pedido del intendente miembro de su propio partido. Pero si el SPLIF no tiene ingresos de personal hace dos años y medio es por decisión de él mismo cuando aún era gobernador. De hecho hace dos años la provincia tampoco incorpora personal temporario durante el verano.
Respecto a los medios aéreos, fuentes del Servicio nacional de Manejo del Fuego confirmaron que los mismos son alquilados y que no se cuentan con medios propios pese a que en 2012, la entonces presidenta y hoy vice Cristina Fernández, anunció la compra de 26 aeronaves para tal fin.
A esta altura, luego de un año atravesado por los incendios en todo el país, Juan Cabandié no tiene nada que mostrar para superar la fácilmente superable actividad del ex ministro cambiemita Sergio Bergman. Del “ministro planta” pasamos a “reposera” Cabandié.
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El avance del fuego es imparable luego de 14 días, ayudado por temperatura superiores a los 30° durante toda la semana y sin lluvias a la vista, y por la precarización, desinversión y falta de equipamiento de las brigadas nacionales y provinciales.
Ante esto, un sector de la población de El Bolsón tomó la inciativa de impulsar la organización de la solidaridad con familias afectadas y brigadistas, e incluso de cuadrillas de voluntarios para combatir el incendio. Esta loable decisión, sin embargo, choca con la falta de experiencia y equipamiento que pone en riesgo la integridad de los mismos. Al mismo tiempo desde el SPLIF y otros organismos, que por ley tienen prohibido incorporar personal “enganchado” al combate de incendios, informaron que puede ser incluso un entorpecimiento al desarrollo de sus tareas.
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La solidaridad es importante y hasta fundamental ante el tamaño de la tragedia, pero no puede suplir el volumen de recursos que maneja el Estado en sus tres estamentos para combatir el incendio. Sin ir más lejos, el viernes la Rinconada Nahuelpan se encontraba sin agua debido a que el arroyo del que toman la misma bajaba sucio por el incendio. Ante esto se organizó una colecta para comprar agua, pero el municipio local posee camiones hidrantes con los que podría resolver esta situación rápidamente ¿no debieran los recursos del Estado estar en función de resolver algo tan elemental?
Otro tanto podría decirse respecto a los medios aéreos para apoyar el trabajo de los brigadistas sobre el terreno. Pero incluso más. Luego de apagado este incendio ¿Cómo será el proceso de recuperación de lo perdido? Desde el financiamiento a las familias que lo perdieron todo en el área rural de Cuesta del Ternero, hasta la situación de los y las trabajadoras del SPLIF; desde los medios aéreos disponibles, hasta la falta de acceso al agua en los barrios periféricas; desde el control y mantenimiento preventivo de las forestaciones de coníferas, hasta la reforestación de nativas ¿estarán en manos de la misma casta política incompetente que dejó desarrollar este incendio?
Es momento de empezar una lucha desde abajo para que los recursos aparezcan y que el Estado garantice los medios necesarios, pero también para discutir como saldremos de esta verdadera tragedia socio ambiental, si dejando que las condiciones de precariedad del conjunto de nuestra vida y ambiente sigan en manos de los responsables políticos de este desastre, o con una sociedad movilizada en torno a resolver los problemas estructurales a los que este sistema y la casta política gobernante son incapaces de dar respuesta.
No se trata de prescindir de, o alternativizar al Estado, sino de construir las instituciones y organismos de auto organización social capaces de reemplazar tendencialmente al Estado de la clase capitalista, mientras le arrancamos las conquistas necesarias para el cuidado del ambiente y la vida de quienes movemos al mundo, las y los trabajadores .