Trabajadorxs de la Literatura de Mendoza se manifestaron en las puertas del teatro Independencia ante el desmanejo de las políticas de cultura en la provincia. Reclaman que se tomen medidas de contención a los espacios existentes, visibilización de la tarea de lxs escritores, editores, correctores y otrxs trabajadorxs de la literatura, entre otras demandas.
Lunes 5 de julio de 2021 15:20
Anoche en el teatro Independencia se presentó “La bibilo celebra”, para celebrar el 199º aniversario de la Bibiloteca Pública General San Martín de Mendoza. Pero en la vereda del teatro lxs artistas mendocinxs no estaban precisamente de festejo; integrantes de la Asamblea de Trabajadorxs de la Literatura y artistas autoconvocadxs se dieron cita en la fría noche para manifestar su reclamo ante el desmanejo de las políticas de cultura por parte de los gobiernos municipal, provincial y nacional. Una treintena de artistas mostraban carteles para hacer conocer al público la realidad que están padeciendo los artistas locales, poniendo muy nerviosos con su reclamo a las autoridades del teatro y a los funcionarios de cultura presentes en el lugar; se pudo observar al propio Marcelo Lacerna, director del teatro que, a modo de súplica, parecía intentar acallar las voces de los artistas que se manifestaban.
El reclamo y las exigencias de lxs autoconvocadxs es profundo y deja en claro la distancia que existe entre los intereses de los gobiernos y las necesidades culturales del pueblo de Mendoza: “El Estado Provincial, el Estado Nacional, la Municipalidad, los Fondos de Cultura, cada uno de los entes que históricamente cargan con la responsabilidad de generar un espacio propicio al florecimiento de la cultura nos han dado la espalda. En esta provincia el Código Contravencional y diferentes reglamentaciones municipales ni siquiera nos prohíben, sino que eluden la instancia de Centro Cultural como posibilidad, como refugio, como centro desde donde difundir nuestro trabajo, tejer puentes, ser dignos de un lugar dentro de la sociedad. La persecución es evidente, ante la posibilidad de un micrófono abierto, una multa. Ante la posibilidad de un encuentro, un apagón de luces. Ante la posibilidad de un subsidio, la burocracia suficiente como para no recibir el dinero. Necesitamos urgente que se tomen medidas de contención a los espacios existentes, visibilización de la tarea de lxs escritores, editores, correctores y otrxs trabajadorxs de la literatura. Necesitamos que se reactiven los fondos provinciales de cultura, que se pongan a disposición instrumentos, que se nos faciliten espacios para feriar, vender, intercambiar nuestros productos. Se necesita también un programa educativo que tenga más énfasis en la lectura y escritura. Promulgar hábitos de lectura en las juventudes.”
Mientras lxs escritorxs mendocinxs reclamaban en el frío de las veredas; en la calidez de los camarines, el escritor Hernán Casciari, y el cantante “Cucuza”, llegados de Buenos Aires y alojados en cómodos hoteles mendocinos, se preparaban para entrar en escena, acompañados por la filarmónica de Mendoza y Ensamble. El espectáculo fue abierto por “Letras y Canciones Compartidas”, una formidable puesta en escena sobre escritoras latinoamericanas representada en escenario por las mendocinas Paula Neder, Carolina Cusa Nanfro, Adriana Lucía Gómez, María Belén Larroule, Gala, Cate Amezaga y Noelia Torres. Previamente, a modo de presentación, se proyectó el microdocumental “Una bibiloteca no es una isla” dirigido por Natanael Navas con guion de Gabriel Dalla Torre. La segunda mitad y cierre del espectáculo, estaba a cargo de Casciari y Cucuza, los reconocidos artistas llegados de Buenos Aires, que la organización presentaba como “el plato principal” de la noche; acompañados por la brillante ejecución de la filarmónica de Mendoza y el conjunto mendocino Ensamble.
No hubo lugar en el escenario para lxs Escritorxs mendocinxs que se manifestaban en las veredas. Ni siquiera el propio Hernán Casciari fue ajeno a lo que ocurría en la calle; el propio escritor hizo mención durante su espectáculo a la manifestación que estaba ocurriendo en las puertas del teatro; haciendo sonrojar probablemente al funcionario de Cultura Gustavo Taranubies, que observaba el escenario desde uno de los palcos.
Si bien el espectáculo contó con numerosos artistas mendocinxs, y artísticamente hablando fue una puesta en escena impecable, la apuesta fuerte del Ministerio de Cultura y Turismo para la celebración de una biblioteca de Mendoza fue traer a un escritor y un cantante de Buenos Aires. Como en repetidas oportunidades, los recursos de Cultura parecen estar disponibles a la hora de traer afamados artistas foráneos, pero se le niegan a lxs artistas locales. Para algunos el escenario, para otros la calle.
No obstante, el haber gastado recursos en traer a dos artistas de Buenos Aires en un momento en donde la crisis del sector cultural en Mendoza es casi terminal, no es el centro del problema, sino sólo pequeño reflejo de lo desviada que es la política cultural de gobiernos de turno, cuya mirada economicista deja de lado el fomento de la cultura y el desarrollo de lxs artistas locales. Y es claro; los gobiernos de la clase capitalista no representarán nunca los intereses de la clase trabajadora, que debe luchar en las calles por el beneficio de las mayorías, ya sea por recursos, ya sea por cultura.
Transcribimos aquí el manifiesto de la Asamblea de Trabajadorxs de la literatura de Mendoza; y dejamos abierto todos los canales de La Izquierda Diario para cualquier colectivo, organización o trabajador/a que desee expresarse.
¿Cuáles son nuestras necesidades? ¿Qué nos hace trabajadorxs de la literatura?
El Estado Provincial, el Estado Nacional, la Municipalidad, los Fondos de Cultura, cada uno de los entes que históricamente cargan con la responsabilidad de generar un espacio propicio al florecimiento de la cultura nos han dado la espalda. En esta provincia el Código Contravencional y diferentes reglamentaciones municipales ni siquiera nos prohíben, sino que eliden la instancia de Centro Cultural como posibilidad, como refugio, como centro desde donde difundir nuestro trabajo, tejer puentes, ser dignos de un lugar dentro de la sociedad. La persecución es evidente, ante la posibilidad de un micrófono abierto, una multa. Ante la posibilidad de un encuentro, un apagón de luces. Ante la posibilidad de un subsidio, la burocracia suficiente como para no recibir el dinero. La vida de lxs artistas, más puntualmente, de lxs escritorxs, se ve disminuida a la errancia, la itinerancia en cafés, bares, en la calle, en los museos, en las casas. Siempre por cortos periodos de tiempo, siempre nucleados pero sin un lugar en donde hacer pie para visibilizar nuestra tarea.
Necesitamos urgente que se tomen medidas de contención a los espacios existentes,
visibilización de la tarea de lxs escritores, editores, correctores y otrxs trabajadorxs de la literatura. Necesitamos que se reactiven los fondos provinciales de cultura, que se pongan a disposición instrumentos, que se nos faciliten espacios para feriar, vender, intercambiar nuestros productos.
Se necesita también un programa educativo que tenga más énfasis en la lectura y escritura. Promulgar hábitos de lectura en las juventudes.
Años de intervenciones, de lecturas, de reuniones, de grupos literarios, de cafés para combatir el frío compartidos entre palabras. Años de edición de libros, de publicación, de corrección y recolección de textos. Años de lucha, de consciencia, de reunión y de logística nos respaldan como trabajadorxs de la literatura.
Necesitamos lugar, espacio donde romper la voz y abrir el mundo. Parece que escribimos en soledad, esa imagen ermitaña y absurda, escribimos también con otres a nuestro lado, escribimos en un mundo, en un contexto, en un patio, en un cuarto, en una cocina, en una plaza. Escribimos y es trabajo. Cada letra es trabajo y tiene que ser reconocido.. Detrás de cada escrito hay cuerpos que la alimentan, y ahora somos muchos los cuerpos que venimos a decir esto.
Trabajamos con la palabra, con la voz, con la carne, con la cabeza, la imaginación, el deseo, la crítica, el sueño, la utopía y el malestar. Escribimos, editamos, corregimos, publicamos como podemos. Trabajar en literatura es marcar la cronología, dejar una marca en la historia, registrar y fabular, ficcionar y hablar de unx y de todxs. Trabajar bajo el prejuicio: esto NO ES UN HOBBIE. Trabajamos buscándole palabras al mundo y ficcionando mundos posibles.
El Estado provincial debe tener políticas públicas que confirmen que la literatura no es un lujo, que sólo pueden escribir quienes viven de otra cosa, quienes comen de otros banquetes, que sólo leen las personas que pueden comprar libros, estando guardados miles de ejemplares publicados por el Fondo de Cultura de la provincia en un sótano lleno de humedad.
Escribimos para decir y decirnos
Escribimos para sostener la memoria
Escribimos para construir la utopía
Escribimos para escupir el frío de los funcionarios
funcionales
Escribir es trabajo es insomnio es intemperie
No es un hobiee
Escribir es trabajar con la materialidad de la palabra
no es un hobbie
Escribir es resistencia
no es un hobiee
La literatura es trabajo no reconocido
no remunerado
Comemos, bebemos, dormimos, nos enfermamos
No somos héroxs.
Escribimos Editamos Difundimos Feriamos Vendemos
Somos trabajadorxs
Literatura es arte y arte es trabajo
Queremos garantías para poder ejercerlo con seguridad y con respaldo económico
Queremos que se genere un circuito con respaldo
Las agujas del reloj
acompañan las palabras
que se suman:
quieren desbordar el papel
Y a esas horas,
y a esas palabras,
y a esos papeles
convoco,
para salir de los bordes a los que nos empujan
la falta,
la ausencia
de un estado,
de políticas culturales
Hay cuerpos
en esas horas,
en esas letras,
en esos papeles que desbordan de hartazgo
de invisibilización
Queremos desbordar, salir, dejar atrás
la vulnerabilidad del trabajo de escritorx.
Comparto un poco de realidad
Un poco de borrosidad
Lo subjetivo se vuelve intersubjetivo
Lo silencioso toma una forma
Que muta con cada palabra.
Mostrar otros ángulos
Cambiar el enfoque
La frecuencia
Lo silencioso toma una forma
De plastilina
Con la que se puede seguir jugando
Si estamos desentendido
Si todo es caótico
Viciado
Abrimos los vínculos
Es una labor importante
La de construir puentes.
Nos conformamos en una resistencia que pretende unir cada rincón de la provincia en donde cada une realiza su trabajo. Impulsamos unidad para que la diversidad de expresiones no se olvide. Retomamos los discursos artísticos convencionales y también esos otros que se silencian, se censuran, mal consideran pero que son parte innegable de nuestra realidad.
quien va a registrar los cuerpos mientras caen?
quien teje las psiquis perdidas aisladas?
no hay discurso de aguante ni paciencia que aune vacios de sentido, ni discursos de progreso que se respalden en uniones mercantiles para el hambre identitaria, de cultura, de nexo, de punto de encuentro que se entienda, se construya, se palpe, sea lenguaje, y por ende territorio. es por eso que exigimos que se oiga y se edifique nuestro reclamo, que no nace de vago trazo en papel, que nace de una necesidad. donde hay necesidades deberian de brotar politicas de estado, no parches de turismo.