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Red Internacional
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Coronavirus. Escuela de Salta sin agua continúa con el dictado de clases presenciales

Se trata de la escuela N° 4316 "Juana Azurduy de Padilla", ubicada en la capital provincial. Un problema de la presión del agua persiste hace años y el Ministerio sigue sin dar respuestas, en plena pandemia cuando el acceso al agua es elemental.

Viernes 12 de marzo de 2021 09:07

En el día de ayer, una mamá y una docente de la escuela Juana Azurduy de Padilla, ubicada en las intersecciones de Santa Fe y Corrientes, denunciaron la situación en la que se encuentra la escuela de Villa Soledad. A dos semanas de haber comenzado las clases, el problema del agua persiste. Largas jornadas, en plena pandemia, con escuelas que no responden a las necesidades mínimas y exponen nuestra salud.

Por la mañana, una de las mamás del turno tarde de la escuela comentó por FM Capital su preocupación por el tema y denunció que autoridades no les permitían ingresar a la escuela para supervisar la situación.

Por la tarde, una maestra mostró baños de docentes y niñas sin agua, con la misma preocupación ante el avance de los casos de coronavirus en la provincia que superan los 100 diarios y la ocupación de camas UTI en la capital al tope. Según explican los especialistas, nos encontramos en una situación similar a la de agosto del año pasado, antes del desborde y la explosión de la crisis sanitaria.

Lo que se conoce como el protocolo provincial sostiene que "frente a alguna de las condiciones que se detallan y en función del número de personas que
asisten, los establecimientos educativos no retomarán y/o suspenderán las actividades presenciales: falta de provisión de agua para la limpieza del establecimiento e higiene personal; falta de servicios sanitarios insuficientes, falta de Personal de maestranza, falta de Insumos de higiene y limpieza Covid-19". Letra muerta tras la presión de supervisores y directivos para que abren las escuelas a cómo dé lugar.

"¿Y ahora cómo nos lavamos las manos?"

Esta pregunta se escucha en cada uno de los mini recreos que se realizan por grados en la institución, para garantizar el distanciamiento. No es para menos, las niñas y niños tienen claro que una forma universal de cuidado es con jabón y agua.

Pero no es la realidad única de la escuela Padilla, si no que se extiende a lo ancho y largo de la provincia. Antes esto, el desafío en cada escuela y colegio es desarrollar la coordinación entre docentes, ordenanzas, estudiantes y familias para poder controlar los protocolos que se imponen desde el Ministerio. Y para garantizar que, en caso de que las escuelas no cumplan las condiciones mínimas sanitarias, se cierren a la presencialidad.