Más de cien personas participaron de una asamblea en la Escuela de Teatro después de que un trabajador auxiliar recibiera una descarga eléctrica mientras hacía su trabajo. Los docentes, no docentes, y estudiantes votaron clases públicas, coordinación con otros terciarios y presupuesto para educación, no para la deuda y el FMI.
Martes 4 de septiembre de 2018 15:31
"Agarré una silla de plástico para cerrar la llave de agua, si agarraba la escalera de metal estaría muerto", expresó Fernando, el auxiliar afectado a raíz de una descarga eléctrica en la Escuela de Teatro de Morón ante una asamblea de más de 100 personas este lunes. Las consecuencias del saqueo en curso son muy gráficas en el sistema educativo. Quedó expuesto en el crimen social de Sandra y Ruben, producto de un desfinanciamiento que se profundiza al ritmo en que los empresarios y especuladores se fugan millones. En todo el país, las escuelas se empiezan a organizar frente a estos atropellos. ¡La vida de los trabajadores valen, esto no puede seguir pasando!
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El Gobierno no quiere poner un peso para la educación. Al mismo tiempo, decide destinar millones en pagar una deuda ilegal y fraudulenta. Veámoslo en nuestros números:Lo que se paga en deuda pública es equivalente a 23 presupuestos universitarios. Y en los terciarios los números se multiplican, va un dólar a nuestras instituciones, cada 390 que se van en deuda.
Esta es la realidad en que estamos, baños clausurados y paredes electrificadas. Por eso, en la asamblea de la Escuela de Teatro se votó hacer clases públicas para visibilizar la situación y marchar el viernes hacia el Consejo Escolar de Morón. Además, se impulsarán diferentes acciones en conjunto con otros profesorados. Necesitamos las obras de infraestructura ya, y no pueden quedar en manos de los mismos responsables del deterioro de la educación pública, que además mantienen enormes negociados con las empresas de construcción. Tienen que ser los trabajadores, estudiantes y familiares, los únicos con las manos limpias, quienes sigan el desarrollo de las obras.
La juventud que no quiere que le roben el futuro irrumpió como protagonista e masivas movilizaciones: fueron las jóvenes las que pusieron en pie la ola verde, y también fueron los estudiantes los que coparon las calles junto a los docentes en la enorme marcha educativa del 30 de agosto.
En cada una de esas acciones fuimos parte con las agrupaciones que impulsamos en todo el país: No Pasarán y La Marrón docente (PTS con compañerxs independientes) levantando un programa de conjunto para que la crisis la paguen los capitalistas y no los trabajadores y la juventud. En estos momentos no se puede defender la educación pública, sin derrotar al Gobierno de Macri y su plan de ajuste impulsado por el FMI, con la complicidad del PJ y las dirigencias sindicales. Es necesario dar un salto en nuestras acciones, a la altura de este ataque, uniéndonos a los trabajadores en lucha como en el Astillero Río Santiago o el Hospital Posadas para que la crisis la paguen los empresarios que la generaron.