A finales de esta semana el gobierno de Piñera, consiguió los votos necesarios en Diputados/as y Senadores/as para extender el Estado de Catástrofe. Es decir, se mantendrán las Fuerzas Armadas en las calles para combatir, con fusil en mano, al COVID.
Sábado 26 de junio de 2021
Por 90 días más se extenderá el actual Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe, o sea se mantendrá la presencia militar y el toque de queda hasta el 30 de septiembre.
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El Estado de Excepción Constitucional mantiene a las Fuerzas Armadas como Jefes de Defensa Nacional, lo que implica que sean estas las encargadas de mantener el resguardo del orden público en cada región del país. Además, mantiene las restricciones a la movilidad, que en lo concreto implica decretar toques de queda, cerrar fronteras, parques nacionales, cines, centros comerciales, instalar cordones sanitarios, cuarentenas comunales y aduanas sanitarias. A la vez que permite la licencia médica parental, mantiene la ley de protección al empleo, teletrabajo, teletrabajo a embarazadas, entre otras medidas.
Si a la extensión del Estado de Catástrofe se le suma la extensión de la alerta sanitaria, que se mantendrá hasta el 30 de septiembre, nos encontramos sometidos a estrategias que no han logrado contener, en todo este tiempo, la propagación del COVID 19.
Ambas medidas buscan fortalecer la inspección sanitaria para controlar la movilidad de población y reducir las actividades masivas. Pero este accionar no se hace cargo ni de la voz de expertos como el Colegio Médico ni de las necesidades inmediatas que tiene la gran mayoría de la población en Chile, como la de alimentarse, recibir un sueldo que permita cubrir sus cuentas básicas y deudas, una vivienda y acceso a salud. Por lo que, mientras esto no sea cubierto, es prácticamente imposible contener la movilidad de personas por las ciudades o las aglomeraciones en los distintos medios de transporte.
No pasa por alto, la mantención de las fuerzas armadas en el espacio público, quienes con fusil en mano, sostienen un toque de queda completamente innecesario para combatir un virus; su intención es seguir controlando el espacio reivindicado para la protesta social, contra el gobierno y todo el sistema que lo sostiene.
A días de que la Convención Constitucional sesione, sus integrantes no pueden permitirse escribir una nueva constitución bajo un toque de queda y con presxs politicxs desde el estallido social y Mapuche.