Universidad y coronavirus. Estudiantes UBA y la pandemia de la precarización laboral

¿A qué te podes acostumbrar?

Muchos estudiantes de la UBA llevan la carrera adelante con trabajos precarios, y sin ninguna seguridad de conseguir un mejor trabajo si es que logran recibirse (en tiempos “normales”, 3 de cada 4 abandonan). Nuestra generación vive en un mundo arrasado por la ofensiva que llevaron a cabo los grandes empresarios, multinacionales y países imperialistas durante el neoliberalismo. La crisis del COVID19 dejó al descubierto el desfinanciamiento sistemático de la salud que ya se llevó la vida de 165.939 personas.

En Argentina, según datos del CIPPEC, 6 de cada 10 jóvenes que trabajan lo hacen de forma precaria. Es en este contexto que se impone la cuarentena en Argentina.

A la FUBA, hoy dirigida por la Franja Morada, y a la “oposición” peronista que dirige los centros de estudiantes de Filo, Exactas y Sociales parece que la realidad de los estudiantes les pasa por un costado. La batuta la dirige el Rector Barbieri y los radicales desde el rectorado de la UBA, y así todos juntos en plena crisis económica y humanitaria bajan una una política de “normalización” de la situación. La cosa es más o menos así, mientras las empresas despiden y rebajan salarios, mientras miles de monotributistas no tienen laburo, las agrupaciones kirchneristas-peronistas y radicales, incentivan las modalidades de clases virtuales invisibilizando la realidad de todos esos sectores e instalando el sentido común que dice que lxs estudiantes solo pueden preocuparse por su cursada y nada más. Quieren un movimiento estudiantil individualista, ajeno a la realidad. Desde la juventud del PTS rechazamos esta modalidad que no solo pretende normalizar sino que además es excluyente para estudiantes y docentes que no están pasando la cuarentena en las mejores condiciones.

Te puede interesar: Clases virtuales: las autoridades de la UBA quieren elitizar y precarizar más la universidad

Precarizadxs pero organizadxs

En las últimas semanas, las empresas multinacionales de comidas rápidas como Mc Donald´s y Burger King fueron noticia por despidos y rebajas salariales masivas (en todo el mundo). Son mega empresas, Arcos Dorados tiene 227 locales en Argentina, cotiza en dolares más de 3 mil millones por año, y encima reciben subsidios millonarios por parte del Estado argentino. Aún así, en tiempos normales precarizan, y en tiempos de cuarentena aprovechan esas condiciones para despedir y rebajar salarios.
Desde que el gobierno anunció el decreto anti despidos las empresas empezaron a despedir, suspender y rebajar salarios masivamente. No hay que olvidarse de la letra chica, mientras Fernandez hace demagogia en sus discursos, el Estado le transfiere 380 mil millones a las grandes empresas (y no a las pequeñas pymes). Por las ganancias del último año es imposible considerar que esas mega empresas estén en “crisis” y no puedan pagar salarios durante la cuarentena. Estas son las prioridades del gobierno mientras ofrece la misera suma de 10 mil pesos por única vez a los trabajadores precarios y desocupados, siendo la canasta familiar para no entrar en la pobreza hoy es de 41.000 pesos.

Apenas empezaron estos ataques, los laburantes de comidas rápidas salieron con toda en las redes, organizadxs tras las consignas #McEstafa y #PandemiaSonLosEmpresarios. Laburantes de McDonalds, Burger King y KFC, al ver que la patronal los descartaba y el sindicato pastelero les daba la espalda, se autorganizaron eligiendo a sus propios delegados. Exigen el cobro del 100% de su salario, ningún despido.

Te puede interesar: Lo esencial de una generación precaria

Dime que empresas gobiernan el país y te diré quienes gobiernan la UBA

Arcor, Acindar, Bayer, Roemmers, JP Morgan, Techint, también están en la UBA: mediante convenios o incidiendo directamente en los contenidos, como los laboratorios, las empresas del agronegocio, etc, o a través de pasantías precarizadoras.
Estos convenios además tienen una implicancia política, las autoridades de la facultad prefieren atarse de pies y manos a los intereses de las grandes empresas que precarizan a la juventud y la desechan como basura en momentos de crisis más aguda. Antes que exigirle al Estado que haya presupuesto para la educación pública y trabajo en buenas condiciones para todo el estudiantado.
Por ejemplo la Facultad de Derecho UBA, la cuna de abogados, jueces y fiscales no se ha pronunciado aún en esta crisis por la defensa elemental de los derechos laborales.

Los centros de investigación por ejemplo de la facultad de ciencias sociales podrían relevar la realidad de los despidos y situación laboral de los precarizadxs como venimos haciendo ya desde el Observatorio de Despidos de La Izquierda Diario.

Te podría interesar: Qué lugar podría ocupar la UBA para enfrentar el COVID-19

No es casual que estas instituciones permanezcan ajenas a la realidad de les trabajadores, siendo sus autoridades aliadas al gobierno nacional que hoy está dejando pasar los despidos, cuando no garantizándolos (como en Penta).

Muchos de los jóvenes que hoy se están empezando a organizar, también estudian en las facultades. Si sus sindicatos, como en el caso del sindicato pastelero, transan por atrás con las patronales y otros, como los laburantes de aplicaciones, los de call center tercerizados, no tienen sindicatos que los agrupe ¿Porque los centros de estudiantes no son la vías de organización de toda esa bronca? Imagínense por un minuto si los centros y federaciones organizaran los más de 300 mil estudiantes de la UBA con una gran campaña contra la precarización. Si en vez de callar, mientras una gran parte del estudiantado no puede acceder a los 10 mil pesos del IFE porque no cumplen con las condiciones, exigieran que el Estado garantice salario de cuarentena de 30mil pesos en base a impuestos.... Y que la plata la pongan las grandes empresas.

Estamos en las puertas de lo que todos los economistas denominan como una de las crisis más grandes de los últimos 100 años. Hay que retomar las lecciones de la historia, como la del Cordobazo que mostró la importancia estratégica de la acción estudiantil.

Son las agrupaciones peronistas que dirigen los centros de estudiantes, las que se cansan de repetir el slogan de “inclusión y permanencia”, pero no se entiende ¿la “universidad del pueblo” será solo con los que puedan sobrevivir a esta crisis pandémica? ¿Por qué no están defendiendo hoy los derechos de los estudiantes? exigiendo por ejemplo al Ministerio de Trabajo reconozca a los delegados que eligieron los jóvenes de comidas rápidas para su representación.
Desde la Juventud del PTS en cada lugar de trabajo impulsamos además comisiones de seguridad e higiene para que sean les trabajadores quienes decidan sobre el cuidado de sus vidas y las de su familias.

Dado vuelta están ellos

La pandemia deja algo a la vista de todes, el capitalismo y sus gobiernos, siempre pusieron las ganancias de las grandes empresas por encima de la vida de millones de laburantes. Si les jóvenes somos el futuro ¿qué futuro queremos? Sus prioridades nos llevaron a esta situación, ahora es el momento de que les jovenes, estudiantes y trabajadores, digamos basta: nuestras vidas primero.

Desde la juventud del PTS creemos que pelear contra los sentidos comunes individualistas y meritocráticos es una tarea militante. Al “sálvese quien pueda” le oponemos la organización y solidaridad entre estudiantes y trabajadores. Como muestran los pibes y pibas de la UNSAM y de la UNLP que pusieron su conocimiento para reorganizar la producción de MadyGraf, y así producir los elementos de protección que necesitan urgentemente los hospitales.

Acompañamos y difundimos las luchas en curso desde La Izquierda Diario Multimedia y desde la banca de Nicolás Del Caño (que aunque hoy el Congreso esté cerrado de forma antidemocrática) es un referente de la lucha de esta juventud, rebelde y precarizada. Y llamamos desde el Frente de Izquierda Unidad al estudiantado a organizarse junto con les trabajadores para plantear una real salida a esta crisis a favor de las grandes mayorías.