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Red Internacional
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África. Estudiantes argelinos calientan la calle ante la gran marcha de la próxima semana

Miles de estudiantes argelinos salieron este martes a las calles de Argelia en una nueva jornada de protesta previa a la gran movilización popular que se prepara para la próxima semana, primera tras las vacaciones estivales.

Martes 27 de agosto de 2019 12:54

Foto: IG @khaleddrareni

Los estudiantes marcharon por el centro de Argel y de otras grandes ciudades del país como Bejaia, Orán o Annaba al grito ya tradicional de "abajo el sistema", "fuera la banda de corruptos" del poder.

Este martes marca la 27 semana ininterrumpida de protestas populares en Argelia desde que el pasado 22 de febrero grupos de jóvenes salieran a las calles para oponerse a la reelección del ahora expresidente Abdelaziz Bouteflika para el que hubiera sido su quinto mandato consecutivo.

Bouteflika, en el poder durante 20 años y gravemente enfermo desde que en 2013 sufriera un agudo derrame cerebral, renunció a su cargo a principios de abril a causa de las protestas, víctima de la guerra de familias en el seno del poder y la presión del jefe del Ejército, Ahmed Gaïd Salah, al que mismo nombró en 2004.

Tras la salida del mandatario, el poder pasó de forma interina al presidente del Senado, Abdelkader Bensalah, miembro también del núcleo de poder que prosperó a la sombra de la familia Bouteflika, con el mandato constitucional de convocar nuevas presidenciales en un periodo de tres meses.

Semanas atrás, varias personalidades de la vida política vinculados al movimiento de protesta (Hirak) formaron una comité para negociar una transición con los sectores del estáblishment político, económico y militar, que "sobrevivieron" a la caída de Bouteflika.

De la iniciativa se ha descolgado, sin embargo, el Movimiento Social por la Paz (MSP), principal grupo conservador islamista en el país, y tercera fuerza en el Parlamento, que busca preservarse ante la decepción que pueda generar una transición con gran parte de los personeros del viejo régimen.

En paralelo a las protestas, Gaïd Salah, nuevo hombre fuerte del país, ha impulsado una campaña de "manos limpias" que ha llevado a prisión a ministros, políticos, miembros del Ejército y de los servicios de Seguridad y empresarios próximos a la familia Bouteflika. Esta movida política-judicial tiene el objetivo de despegarse lo más posible de la figura del odiado Bouteflika, a pesar de pertenecer el propio Salah al circulo intimo que lo acompañó durante años.

Entre los detenidos se haya Said, el hermano del expresidente, al que se consideraba el verdadero poder en la sombra, y el general Mohamad Mediane "Tawfik", jefe de los servicios secretos durante 25 años y una de las figuras que se perfilaba como sucesor del enfermo Bouteflika.

Si bien el intento de Salah y del diálogo de la transición es la de desviar los objetivos de la calle que desde hace meses piden la caída de todo el viejo régimen, la marcha de este martes y la también multitudinaria del martes pasado, muestran que la juventud sigue siendo el motor de la protesta y que calienta la calle argelina para la movilización masiva que se está organizando para la semana que viene.

Los y las jóvenes volvieron a demostrar que se pueden poner a la cabeza de las movilizaciones y motorizarlas pidiendo la caída de todo el régimen, y alimentar una sana desconfianza en los objetivos de la Instancia de Diálogo Nacional, que busca desviar las protestas y negociar entre sectores del estáblishment político, económico y militar un nuevo Gobierno, sin tocar lo esencial del cuestionado viejo régimen.