Un análisis profundo sobre las falencias del sistema previsional en la mirada de Eugenio Semino, defensor de la tercera edad.
Mirta Pacheco @mirtapacheco1
Celeste Vazquez @celvazquez1
Martes 28 de noviembre de 2017
Cámara y edición: Dolores Contreras, Matías Gali y Agustín Trapo
Este miércoles 29, con la colaboración del PJ-FpV (luego de haberle introducido algunos mínimos cambios sobre todo en el cálculo de movilidad), Cambiemos intentará que obtenga media sanción en el Senado su proyecto de reforma previsional. Esta reforma hundirá aún más en la miseria a millones de adultos mayores, después de toda una vida de trabajo y aumentará los padecimientos de los jóvenes, muchos de ellos con trabajos en negros y precarios, condenándolos en un futuro a una vida de desamparo social y miseria.
La Izquierda Diario entrevistó a Eugenio Semino, Defensor de la Tercera Edad, abogado y gerontólogo, quien conoce profundamente el sistema previsional argentino. En esta entrevista devela los principales problemas del sistema actual, siendo crítico tanto con la gestión de Cambiemos, como con las de Néstor y Cristina Kirchner, examina las principales reformas que propone el oficialismo y explica sus implicancias a futuro.
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¿Cuáles son los principales problemas del sistema previsional hoy, más allá de las reformas que pretende implementar el Gobierno?
Los problemas que hoy tiene el sistema de seguridad social no son nuevos. Hoy la mayoría de sus adherentes o beneficiarios están padeciendo una situación económica de hambre y exclusión. Nosotros calculamos la canasta del jubilado desde hace 10 años semestralmente y en ningún momento de esos 10 años los jubilados pudieron cubrir el 40% de esa canasta, que es muy módico, elemental.
Para calcular esa canasta tomamos: el mantenimiento de un inmueble propio (como pagos de expensas y mantenimiento en general), una pensión o un alquiler compartido, luego tomamos los medicamentos (los más habituales con descuento de PAMI), alimentos para cubrir 2000 o 2200 calorías diarias, gastos de servicios, 5 viajes en colectivos por mes, una salida de esparcimiento a un cine y pizzería, una vez por mes. Vean lo elemental de esto. La última medición dio $ 17500. Tenemos en el infra consumo a un 75 % de quienes están en el sistema. Pero a esto hay que agregarle algo, que los políticos olvidan, que son sobre todo los discapacitados, que tienen pensiones no contributivas. Esas pensiones están enganchadas al mínimo jubilatorio. Y esas pensiones hoy están en $ 5700, es decir están aún peor. Paradoja: la sociedad argentina le da menos a quienes más necesitan.
¿Más allá de esto que tiene que ver con la carestía de la vida, el alto índice de trabajo en negro no constituye un problema a la hora de que un trabajador necesite certificar la cantidad de años trabajados para jubilarse?
El problema del trabajo en negro tiene que ver con el financiamiento que debiera tener el sistema. El sistema que hoy tenemos tiene un doble financiamiento, por un lado, el trabajo y por el otro impuestos, prácticamente mitad y mitad.
Recordemos que la estructura que mentalmente tienen adscripta nuestros funcionarios y políticos es la viejísima estructura de la “Ley Bismarck” (N.R.: llamada así en alusión a Otto Von Bismarck, el canciller alemán que diseñó un programa de seguro social para la vejez, implementado por primera vez en el mundo en 1889) es decir, tantos trabajadores activos sosteniendo a un jubilado, 4 por 1, 5 por 1. Esa estructura se plantea en Argentina, en el año 1904, con la primera Ley de Previsión de Empleados Públicos (N° 4349). Esto se va conformando como sistema a escala mundial después de la II Guerra Mundial. Porque en Europa en pos guerra precisamente eran pirámides poblaciones muy jóvenes, ya que, por la reconstrucción, acudían los jóvenes de países dependientes, que necesitaban colocar su mano de obra.
Entonces teníamos poblaciones jóvenes y pleno empleo. Ahí se va armando este esquema de tantos activos, por tantos pasivos. Pero esto va desapareciendo, queda en el imaginario. Obviamente acá teníamos una población joven todavía, y las llamadas cajas de jubilaciones de la época eran de buena recaudación porque teníamos también pleno empleo (en realidad en el capitalismo no hay nunca pleno empleo, sino que hay tasas razonables de desempleo, siempre hay que mostrar desempleados para explotar a los empleados).
Hoy hay una relación de 1.6 activo por 1 más o menos pasivos. Ahí entra el trabajo en negro; el achicamiento de las contribuciones patronales. Ese trabajo en negro aporta cero y a su vez quienes trabajamos en blanco también tenemos sumas en negros que no aportan al sistema.
En paralelo la otra parte es de impuestos. Los impuestos que financian el sistema son ganancias, hidrocarburos, patrimonio y cigarrillos y el problema es el quinto que es el más regresivo de los impuestos, que es el IVA. De todos esos, el 17 %, la parte más gruesa, lo pone el IVA. Fíjense que paradoja, el más injusto, el que más afecta a los pobres, el que más afecta al consumo, es el que más financia el sistema.
Imaginemos un trabajador esclavo, de los que tantos hay en Buenos Aires, que trabajan 16 o 18hs por día, hacinados. Yo vivo en un barrio donde hay muchos talleres clandestinos, Mataderos, los veo desde la terraza. A esos muchachos en los 10 minutos que salen a tomar mate, yo siempre tengo la intención de salir a aplaudirlos porque compraron yerba y si le ponen azúcar mejor, porque ellos, que no se van a jubilar en ningún lado, me están pagando la jubilación a mí. Y después hay quien se da el lujo de discriminarlos. Lo que trato de señalar es que no es viable, ni razonable (y no estoy hablando de una cuestión ideológica que todos la tenemos). Desde el sentido común hoy vemos un sistema que es bancado por los más pobres y a su vez alrededor del 70% de los que están en el sistema se están muriendo de hambre.
¿Cuáles serían los puntos más negativos del paquete de reformas que promueve el Gobierno y a futuro que implicancias tiene?
El primer gran tema es que no se está hablando de lo que se debe hablar. Se están llevando $ 100 mil millones del sistema, o sea los que están en el sistema van a cobrar $ 100 mil millones menos. No se quiere discutir que tenemos a los jubilados muertos de hambre. Las cuestiones de las que se habla ahora: movilidad, autónomos, edad, 82% de la mínima, privilegios, etc., terminan siendo una cortina de humo para que no se hable de esto que es lo central.
Los países que han logrado un cierto equilibro (los escandinavos por ejemplo), lo que han hecho es bajar el trabajo en negro y reemplazar los impuestos al consumo por impuestos a las rentas. ¿Quién se imagina a nuestros “decisores sociales” hablando de la renta minera en lugar del IVA para financiar la seguridad social?
No hay ningún político que me puede demostrar que con $ 7.246 (la mínima) o con $5.700 en Argentina se puede vivir. Vamos excluyendo un sector social. Como fue el gran disciplinador el trabajo en el capitalismo, hoy el disciplinador pasa a ser el envejecimiento.
En cuanto a la movilidad jubilatoria: para el jubilado es poca diferencia, porque en realidad la ley actual, que se sancionó en 2008 y empezó a regir en 2009 no es una ley que ha sido maravillosa y que, como algunos dicen, mejoró la situación del jubilado.
Lo que hizo fue mantener el estado de pobreza, porque hubo reajustes, pero no recomposición del haber en términos históricos. Nunca hubo, por ejemplo, cuando ingresaron las moratorias en 2005 y 2014, una redistribución de la riqueza, hubo redistribución del ingreso. Los que ganaban un poco más le terminaron pagando al resto. Esa ley dio, en términos futboleros un empate 0 a 0. Ni perdieron ni ganaron los jubilados. Ganaron en algunos años y perdieron en otros, en 2014 se perdió y muy fuertemente en 2016, y ahí agarro las dos administraciones.
La ley en definitiva fue obligada por el requerimiento de la Corte, que en 2007 había intimado al Congreso de la Nación que fijara una ley de índices para los que estaban en juicio. No lo hizo el Congreso y al año salió el “fallo Badaro” que decía: “las jubilaciones se re ajustan conforme la variación del índice de la evaluación del salario del trabajador activo” por eso dio 88.5%.
Como esto implicaba que todos los juicios se empezaban a ganar contra el Estado más rápidamente (porque los juicios duran una eternidad, engordan abogados y matan jubilados), terminó dando al día de hoy cierta paridad y se tomó el criterio de la Corte agregándole a esa fórmula, algunos no estuvimos de acuerdo y planteamos solo variación del salario del trabajador activo (porque todos los años hay paritarias, entonces cuando se sientan a discutir los dirigentes sindicales su paritaria están traccionando el haber del jubilado). Pero bueno, le agregaron el tema de porcentaje de impuestos de la recaudación. Entonces el cálculo es la mitad cada una dividido por un número desconocido públicamente que es el padrón de beneficiarios. Si hay algo de una ecuación que desconoces, no podes saber si está bien hecho el cálculo. En septiembre del 2012, descubrimos que se les dio 3 puntos menos que lo que correspondía. Hicimos la denuncia, en ese momento era Bossio el director del Anses y ahí sigue… caminando.
Ahora se lo pretende reemplazar por inflación ahí vamos a tener la primera contradicción que es la doctrina de la Corte, por lo cual va a generar más juicios. Fíjense que contradicción, un gobierno que dice que baja la litigiosidad con la reparación histórica, va a crear fuentes de legitiosidad en forma paralela.
Pero más allá de esto, el índice general de inflación tiene bastante poco que ver con la inflación de la canasta del jubilado, porque la canasta al ser reducida y muy particular, sufre el embate de cuestiones estacionales, de determinados insumos mucho más de lo que refleja el índice estacional. Por ejemplo, también para tomar los dos gobiernos, en 2015 y 2016, los medicamentos para patologías crónicas que es lo que usamos los viejos, aumentaron el 170% y en el mismo período la inflación general fue del 70%. Imagínense que a cierta edad te den un régimen hiposódico, hipocalórico, que está dentro de la canasta de los jubilados, porque son hipertensos, sufren diabetes. Esos alimentos aumentan mucho más que los comunes. Y de no consumirlo, lo gasta por otro lado en remedios. Así que está en una encerrona.
En pesos, en marzo al haber de $7.200 si se aplica la ley imperante conforme a los valores históricos se le podrá reajustar $ 720, un 10 %. De aplicarse la otra ley, ¿cuánto sería? $350 o$400. Estamos hablando de una cuestión absolutamente grotesca. Porque el jubilado con $7.500 u $8.000 se muere de hambre igual.
Infografía: Gonzalo Bar
Puntos de la reforma previsional del gobierno:
Lo cierto es que primero, el haber de un jubilado, el mínimo por lo menos, debería ser el nivel de su canasta. Pero nunca debe ser menor que el salario mínimo, vital y móvil. El 82 % móvil, que a mi criterio está demodé, en realidad es el 82 % de lo que yo gano en mi vida activa. Es decir, de cada $ 100 que gano como trabajador, que me paguen como jubilado 82 y que me aumente cada vez que le aumentan al trabajador que quedó en mi lugar. Yo no estoy de acuerdo con el 82%. Yo quiero discutir otras cosas. ¿Por qué no el 100%? ¿O el 120%? ¿Por qué una sociedad le va a dar menos a quienes más lo necesitan?
Y por último yo digo que leen muy poco los funcionarios porque el informe del año pasado de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre envejecimiento, nos muestra que Argentina es el país que menos envejeció en los últimos 30 años en Latinoamérica. Nosotros hace 30 años teníamos una expectativa de vida, que es lo que se supone que va a vivir una persona desde el momento en que nace, de 71 años en aquel momento, hoy tenemos una expectativa o esperanza de vida de 76 años. Envejecimos 5 años, que es la tasa mundial y que se dio porque África duplicó su expectativa de vida, que de 20 años pasó a 40.
En Latinoamérica los países del área envejecieron entre 8 y 12 años. ¿Por qué ocurre este fenómeno? Nosotros hace 30 años habíamos llegado a la última etapa de lo que se llama la transición demográfica. Esta tiene un punto de partida y un punto de conclusión, las grandes variables que se toman en cuenta en la pirámide demográfica son: la tasa de fertilidad o natalidad, la tasa de mortalidad infantil y la tasa de migraciones sobre todo de capas juveniles. Entonces si yo tengo poca natalidad y mucha mortalidad infantil, voy a tener una pirámide muy ancha abajo y muy finita arriba. Cuando la tasa de natalidad se va achicando, se va planificando la familia, en mi época éramos 7 u 8 hermanos, hoy son 2 o 1. A su vez hubo condiciones que hicieron bajar la mortalidad infantil, por lo cual nuestra pirámide empezó a envejecer. Hoy tenemos una llamada “pirámide de urna funeraria”, es decir: se achicó la base, se engrosó en las edades medias y vuelve a achatarse en las edades mayores de 60, 70 años. La pirámide se construye con escalones de 0 a 5, de 5 a 10 y así sucesivamente.
Entonces, en aquel momento llegábamos al último período de la transición demográfica. Ese proceso es como si fuera el envejecimiento natural de una sociedad, se da sí o sí aunque no hagamos grandes cosas. Pero cuando llegas a ese punto de conclusión de la transición demográfica, los Estados si quieren mantener el ritmo de envejecimiento, tienen que hacer fuertes políticas en seguridad social: trabajo y previsión, salud y educación para mantener el ritmo, porque si no ese ritmo empieza a descender, que es lo que nos pasó.
¿Qué pasó con los otros países? En aquel momento era: Uruguay el más envejecido, segundo la Argentina, tercero Cuba, cuarto Chile, etc. En estos 30 años, por poner un número, todas las políticas en estos aspectos fracasaron, por lo cual hoy pasamos a ser el séptimo país envejecido. Chile pasó a ser el más envejecido: tiene 80,3 de expectativa de vida, siguen Uruguay, Cuba, Costa Rica, Panamá, México y después viene Argentina y nos alcanzaron países como Ecuador y Perú. Todos estos países estaban 10, 11 o 12 años debajo de la Argentina. ¿Hubo grandes gobiernos en esos países?, no. Posiblemente se hayan mezclado dos cuestiones: una, que probablemente estaban previos a terminar la transición demográfica, con lo cual seguían su ritmo de envejecimiento y en algunos habrán hecho algunas cosas buenas en esos períodos que lograron mantener ese ritmo. Lo cierto es que acá esto no ocurrió. Entonces se ve que no es el problema de la edad lo que hay que tomar para resolver un sistema y por último una cosa obvia: si tenes un mercado laboral que no genera nuevos empleos y vos prorrogas la vida laboral de los que están en el sistema, mandas a los jóvenes al mercado negro.
Después tenes que la ley 24.291 por la cual nos jubilamos, es anacrónica porque toma para sacar el haber jubilatorio, los 10 últimos años que no son los mejores laborables en el mundo.
Eso era mi generación que por ahí empezabas de aprendiz y terminabas de administrador de algo, donde con tus últimos 10 años coronabas una vida laboral. Hoy no, los pibes cambian mucho de trabajo, laburan en negro, etc. Y si hay mejores puestos remunerados estarán entre los 40 y 50 años o 45 y 55 porque inclusive cambiaron las formas de producción. Nosotros seguimos con la concepción fordista y hoy es otra cosa el mundo y la vida.
Esas son las cosas que se han anunciado, pero que insisto, no tienen razón de ser en cuanto al debate, porque si se quisiera debatir en serio, se debate todo esto en un solo contexto. Hay que hacer escenarios, traer actuarios y hacer proyecciones a 10, 20 y 30 años y ver qué pasa.
En relación a eso, ¿cuál sería la implicancia para el futuro?
La cronificación de la pobreza es la implicancia para el futuro de todo esto. Todo esto de lo que estamos hablando, lo que hace es prorrogar la condena que tiene el jubilado, que es una condena a muerte, con una sociedad que lo naturalizó y con consecuencias terribles para la juventud.
El problema de los viejos, no es para los viejos, sino es para el espejo donde se ven los jóvenes. Si yo a mis 20 o 25 años veo en el espejo que voy a ser pobre, que voy a ser enfermo, que voy a ser asexuado. Agarro el coche, me tomo una botella de whisky y voy a 150 km por hora. Eso se llama gerascofobia, es una de las patologías más importante que tiene nuestra sociedad posmoderna, capitalista, etc. Que es muy difícil de resolver y se ve muy claramente en la conducta criminal.
Nosotros laburamos hace años en Devoto, en la conformación del pabellón de viejos. La transformación de la conducta criminal respecto de la mirada del viejo, tiene que ver con una mutación de una identificación positiva a una identificación negativa que se tiene hoy para con el adulto mayor. Porque en realidad el chico que no tiene esa identificación positiva, no tiene ese freno inhibitorio y rompe el espejo que adelanta.
Inclusive se refleja en un libro de Sergio Rosemberg, un médico psicoanalista muy interesante, explica que la enfermedad que la OMS tomó este año como la que más se ha desarrollado es la depresión, que es la más oculta. Quienes más padecen esa enfermedad tienen como resultado el suicidio, muchos de esos cuadros en Argentina son las dos capas etarias de 15 a 25 años y mayores de 65 años. Eso nos debiera hacer reflexionar que algo socialmente está pasando.
Volviendo a las políticas del gobierno, en relación a la ley de Reparación Histórica, que el macrismo la usó mucho en su campaña electoral, ¿qué consecuencias tuvo?
Mirá, no fue ni la sobreestimación del gobierno, ni la subestimación de la oposición. El gobierno dijo: con esto solucionamos todo y la oposición dijo: no sirve para nada.
Nosotros atendemos 200 o 300 viejos por día, quienes hacemos atención directa lo que vemos es a los sujetos, no a los números. Uno lo veía acá: el tipo que ganaba $7.000 u $8.000 y pasa a ganar $10.000, $11.000 sale saltando en una pata y empieza a gritar dónde está la boleta de Macri para votarlo. El gobierno pagó un millón cuatrocientos mil beneficios, mejoraron desde $200 hasta $10.000. Pero nunca fue pensada esta medida en relación a la seguridad social. Fue una medida de macroeconomía que se usó mucho en Europa sobre todo, que es: frente a la depresión del consumo, inyectar a través de un sector social una masa importante de plata. O sea que antes de las elecciones el gobierno inyectó $40.000, $50.000 mil millones, y le costó la cabeza a Prat Gay porque el consumo no aumentó, ¿y por qué? Porque la visión economicista pura lo que no ve y no tiene en cuenta es a los sujetos: el viejo que recibió esta reparación histórica, no fue a comprar un televisor, fue a pagar las expensas que debía.
La sobreestimación de esta medida le causó un gravamen al propio oficialismo porque los que quedaron afuera le hicieron la cruz, ahora: los que entraron lo votaron. Desde el punto de vista de nuestro precario sistema político, con que te voten ya está resuelto y se supone que hay democracia.
¿Puede explicarnos qué es el Fondo de Garantía de Sustentabilidad, para qué sirve y en qué estado está en relación a la potestad del Estado de vender acciones?
El fondo se crea por un decreto del Ejecutivo en el 2007, es decir antes de la re estatización de los fondos de pensión que estaban en las AFJP. Primer tema a tener muy en cuenta, porque la re estatización no es porque vino Boudou, cual San Martín cruzando los Andes y dijo: “vamos a retomar lo que está en los paraísos fiscales”. Dejó de ser de interés para los bancos, porque ya se habían llevado 12 mil millones de dólares solo en supuestos gastos de administración, sin pagar un mango de impuesto a las ganancias tan siquiera y tenían que empezar a pagar jubilaciones. Así que ahí ya el desinterés de los que se habían llevado las utilidades aparecía como manifiesto. En 2007 se genera este decreto que fue el enunciado de un supuesto fondo anti cíclico, es decir: tener un fondo de reserva para cuando hubiera una crisis en el sistema.
Ese decreto, tenía un artículo, el número 6, que fijaba el tope del fondo. Decía: "el fondo tiene tener una equivalencia hasta un año de pago de beneficios", es decir hasta la erogación que hace ANSES durante un año. Al año siguiente se re estatizan los fondos de pensión, se hace la ley, cantamos todos que recuperamos nuestra soberanía y desaparece el artículo 6 entre cánticos y vítores. Hoy nadie se acuerda de ese artículo. Pero ¿qué pasa? Esto llevó a que al desaparecer el artículo, desaparece el tope del fondo y la ley dice que el fondo de garantía se conforma con los $ 100 mil millones que dicen que tenían las AFJP (no tenemos todavía documentos fehacientes si era esa plata o más o menos). Pero bueno, en el festejo recuperamos 100 mil millones, desaparece el tope y en la ley se incorpora un artículo que dice que se podrán invertir hasta un 20% de fondos de excedentes del sistema para “inversiones en la economía general” para desarrollo, etc.
Pero a partir de eso se liberó la plata del fondo para hacer cualquier cosa. Porque si no tenes tope, ¿cuál es la excedencia? ¿Cuál es el 20% de lo que no tiene tope? Así vemos que hay una enorme cantidad de programas, que no quiero cuestionar el destino, lo que cuestiono es que debieran estar financiados por el Estado. PROCREAR por ejemplo, inclusive con la falta de “delicadeza” de que los únicos que no pueden ingresar al PROCREAR son los mayores de 65 años, es decir que los únicos que no podían aspirar a tener una casa son los jubilados. O prestamos, los “prestamos pre electorales”. Al jubilado se le presta del fondo, a la tasa de plaza y es su plata.
Hoy se dice que el fondo es de 1 billón de pesos, esto hay que tomarlo con pinzas porque hay un 67% del fondo que son papeles, son títulos. Con lo cual vos tomas un título a valor nominal, pero si lo queres vender hoy tal vez valga el 60%. Hay un 12% que son acciones en empresas, de lo cual se habló mucho, como una cuestión nacionalista porque se habían puesto directores en esas empresas. Los directores que puso el sector político en las empresas son más empresarios y defensores de la camiseta de las empresas que los mismos dueños.
Así que ese fondo sigue ahí en el limbo. De ser como dicen que hay emergencia, que no hay sustentabilidad y si reconocieran que los jubilados se están muriendo de hambre, tenes que agarrar guita del fondo y ponérsela a los jubilados. Por otra parte el bolsillo del jubilado es la caja más segura, porque lo consume en el mercado interno, se convierte en trabajo y se convierte en impuestos, no tiene ni decisión de ahorro ni va a gastarlo a Miami.
¿Cuál es la situación de las mujeres en el sistema previsional, incluso con la moratoria que dio el kirchnerismo?
Todos los que entraron por moratoria están en la mínima y los que no llegaron todavía a cubrir los 60 meses, los 5 años, están ganando un poco menos que la mínima porque están pagando las cuotas. Y la mujer tiene un grado de discriminación laboral histórico, gana menos que el hombre y eso se traslada al haber jubilatorio.
La mujer padece el trabajo en negro, pero también los viejos. El viejo que se jubila hoy y que gana 7 mil pesos, tiene que trabajar hasta el día de su muerte en las peores condiciones. Hay serenos, guarda nocturna, maneja remises truchos. El viejo es otro de los grandes sectores explotados porque le es barato a las empresas y tiene conducta laboral, porque ya viene pre formateado.