El exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI) comparece desde el lunes ante el Tribunal Correccional de Lille (Francia), acusado junto a otras 13 personas de haber organizado una red de mujeres en situación de prostitución para su servicio.
Martes 3 de febrero de 2015
Fotografía:REUTERS-Gonzalo Fuentes
El proceso se inició en 2011, cuando denuncias anónimas llevaron a la Policía Judicial de Lille a investigar supuestas actividades de prostitución en los hoteles Carlton y Des Tours de esa ciudad.
La aparición del nombre de Strauss-Kahn, en un momento en que estaba inmerso en el escándalo por el presunto abuso sexual contra una empleada en un hotel neoyorquino, dio una nueva dimensión al caso, en el que también están encausados un policía, un abogado y varios empresarios.
Se les acusa de organizar una quincena de orgías con mujeres en situación de prostitución en Bélgica, París, Washington o Nueva York, tomando como base de operaciones el Hotel Carlton, entre 2007 y 2011, cuando el exministro socialista, conocido como DSK, todavía estaba al frente del FMI (2007-2011).
El comienzo del juicio estuvo marcado por el examen de parte de los jueces de la demanda de uno de los abogados de la defensa, que solicita la anulación del proceso por considerar que la instrucción estuvo viciada por maniobras políticas contra Strauss-Kahn. Sin embargo, horas más tarde esta demanda fue rechazada.
El letrado Olivier Bluche se basa en las recientes revelaciones de Joël Specque, un antiguo comisario de la policía judicial de Lille, que dijo haber recibido "informaciones" de altas instancias y haber llevado a cabo pesquisas desde junio de 2010, cuando el procedimiento para este sumario no se abrió oficialmente hasta el 2 de febrero de 2011.
En concreto, hubo escuchas administrativas entre junio de 2010 y febrero de 2011 autorizadas por el Gobierno conservador del presidente Nicolas Sarkozy (2007-2012), que vendrían a sustentar la idea de que en realidad todo era un complot para echar por tierra las ambiciones de DSK (al antiguo político socialista se le conoce por sus iniciales) de conseguir la jefatura del Estado en las elecciones de mayo de 2012.
En palabras de Karl Vandamme, abogado de otro de los que se sientan en el banquillo junto al ex-ministro de Finanzas, "el proxenetismo (cargo por el que todos están acusados) es una construcción jurídica para poder atrapar a DSK en la red".
Cuatro de las mujeres que participaron en esos eventos se han constituido en acusación particular y su testimonio en la vista aparece como la principal amenaza para Strauss-Kahn, que teóricamente podría ser condenado hasta a 10 años de prisión y a una multa de 1,5 millones de euros.
En sus declaraciones ante los instructores, estas mujeres describieron a un DSK con una tendencia muy marcada hacia las “prácticas de dominación y próximas al bestialismo”.
Pero para una condena por proxenetismo hacen falta en primer lugar pruebas de que era instigador de las orgías, de las que obtenía beneficio y, la línea de defensa del antiguo director del FMI es, en primer lugar, que no era consciente de que las que le traían sus amigos eran mujeres en situación de prostitución.
Sin embargo, la crudeza de su comportamiento descrita por esas chicas ilustra, según los jueces, que no se trataba de meras conductas adeptas al libertinaje y que el ex-ministro de Finanzas socialista no podía ignorar su condición de prostitutas.
Por tanto, horas después del comienzo del juicio, el Tribunal rechazó tanto la demanda de que la acusación civil comparezca a puerta cerrada como la de que se anule el proceso; demanda realizada por un abogado de la defensa por considerar que la instrucción estuvo viciada por maniobras políticas contra DSK.
La Izquierda Diario / EFE