Se cumplió un año del asesinato del niño de 12 años a manos de la policía de Manzur. Familiares exigen la elevación a juicio oral y la prisión para los dos policías involucrados.
Sábado 9 de marzo de 2019 21:45
Con una movilización a Tribunales, familiares y amigos de Facundo Ferreira protestaron ante al cumplirse un año del asesinato del niño de 12 años a manos de la policía. En la madrugada del 8 de marzo del año pasado, Facundo murió por los impactos de bala luego de una persecución por los agentes Mauro Díaz Cáceres y Nicolás González Montes de Oca. La fiscalía imputó al primero por homicidio agravado y al segundo como partícipe necesario.
“El policía que mató a Facundo está libre, con arma y uniforme. Sigue trabajando. ¿Cómo puede ser?”, señala Rita Ferreira, tía de Facundo. La familia señala que Díaz Cáceres presta adicionales en una heladería. Junto a organizaciones sociales y políticas, reclaman la elevación a juicio y la detención de los dos policías involucrados.
El gatillo fácil disfrazado de “enfrentamiento”
Desde un primer momento, se buscó instalar la versión de un enfrentamiento en el que los policías se defendieron de los disparos de Facundo y su amigo. Esta versión policial fue la que reprodujeron los gobiernos de Macri y Manzur, el primero con la defensa férrea que hizo Patricia Bullrich (ministra de Seguridad) y el segundo con los dichos y las acciones de Claudio Maley (ministro de Seguridad Ciudadana).
Sin embargo, los peritajes, un dermotest y un barrido electrónico confirmaron que Facundo no disparó y que los tiros habían provenido del lado de los policías y fueron realizados a corta distancia. Además apareció un video donde se ve a los policías intentar limpiar la escena del crimen, lo que se suma a otras acciones para el encubrimiento. Los policías tardaron más de una hora y media en avisar a la Justicia y Facundo fue ingresado a un hospital con otro nombre y afirmando que tenía 18 años.
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En la versión del enfrentamiento que buscaba estigmatizar a Facundo, reproducida mediáticamente, se señalaba que Facundo estaba drogado y robando. Pero fue el policía González Montes de Oca quien dio positivo en el examen toxicológico en el consumo de marihuana y cocaína. También este policía fue, en septiembre del año pasado, aprehendido por arrebatarle la cartera a una mujer. Solo a partir de este hecho fue pasado a disponibilidad y detenido.
Hasta ese entonces, tanto Montes de Oca como Díaz Cáceres siguían en funciones en la fuerza luego de que dos jueces negaran el pedido de prisión preventiva que pesaba sobre ambos. Primero fue Víctor Rogués, juez de turno, y luego fue el turno del juez natural de la causa Facundo Maggio, juez penal cuestionado por su defensa a criminales de lesa humanidad.
La doctrina Chocobar aplicada por el peronismo
El asesinato de Facundo Ferreira coincidió con los tiempos donde Bullrich defendía la “doctrina Chocobar” como política de Estado para avalar la brutalidad policial y el gatillo fácil. El fusilamiento por la espalda a Pablo Kukoc a manos del suboficial Luis Chocobar fue calificado de “valentía” por Mauricio Macri. En su recepción en la Casa Rosada, Chocobar fue respaldado públicamente por el presidente. Pero fue en la Tucumán de Juan Manzur donde se probó ese “cambio de doctrina” del que habló Bullrich.
Manzur no repudió en ningún momento el accionar policial, dejando en los hechos que sea el ministro Maley quien hable por su gobierno. Esto significó no solo la defensa de los policías, bajo la teoría del enfrentamiento, sino también que a pesar de que las pericias vayan desmoronando la versión policial, el Ministerio de Seguridad siga pagando el abogado que representaba a los asesinos de Facundo.
Desde el crimen de Facundo a esta parte, el peronismo tucumano no escatimó en hacer gala de la mano dura pensando en los momentos electorales. Un complemento del “Trumperonismo” al estilo de Miguel Pichetto y una expresión más del “mal menor” que solo refuerza la represión contra los sectores obreros y populares.